Stilum Curiae – 19 agosto2017- Marco Tosatti
He leído hoy el tweet de la cuenta del Papa Francisco sobre los hechos de estos días. Es este: «Oro por todas las víctimas de los atentados de estos días . La violencia ciega del terrorismo no encuentre más espacio en el mundo»
Ayer había leído algunas frases pronunciadas por el secretario de la Cei, mons. Galantino, en una transmisión de televisión, y reeditadas por el SIR, la agencia de prensa de los obispos. «Las contraposiciones no llevan a ninguna parte y generan sólo víctimas. Esto es verdad también en nuestras familias», ha dicho el prelado. Me ha parecido un poco enigmático . ¿A quién se oponían aquellos pobres a quienes les han segado la vida en las Ramblas?. Ha continuado así, cito el SIR:
A la pregunta sobre un uso de la religión como «instrumento de ataque cultural», el prelado respondió: «Cuando no siento de tener razones para decirle al otro que se debe ir, entonces sucede de disfrazar todo de religión y de ideología. Esta es una instrumentalización de la religión, porque la religión por sí misma no permite de agarrar a patadas al otro»
Y, Santidad, esta violencia no es ciega para nada. Tiene un nombre, es Islámica. Nos ve muy bien, y mira lejos. Los ciegos somos nosotros…
Ahora me permito de disentir, y con motivo. Hay una religión que en sus textos sagrados, el Corán y los Hadith, es decir, los dichos de Mahoma, en más de 123 (ciento veintitrés puntos) incita exactamente a esto. Busquen aquí si no me creen.
Quien ha estudiado y leído textos de historia, y tiene una cierta experiencia del mundo, también musulmán, sabe muy bien, y es feliz, del hecho de saber que seguramente existen musulmanes moderados. Pero se da cuenta que también a causa de su estructura, y de la intocabilidad que rodea el Corán, que no se puede contextualizar ni historizar, sin ser penalizado con la acusación mortal de blasfemia, que mata gritando Allahu Akbar y tiene bases escritas para hacerlo y que ninguna fatwa se puede cancelar.
Difícilmente puede aparecer (incluso vista la historia de su fundador, y los Hadith, gestos y palabras fundadas a la par del Corán) una religión de paz; o principalmente de paz. Como decíamos antes, ciento veintitrés, (123) versos del Corán son relacionados a combatir y matar por la causa de Alá, con objetivo: ateos, paganos, propagandistas y aquellos que escogen otra religión.
Y esto la hace una religión seguramente diferente de las otras: del budismo y del cristianismo seguramente, aunque entre ellas las manifestaciones de violencia siempre han estado. Pero el Evangelio, texto fundamental del cristianismo, nos muestra a Jesús que rechaza ser defendido por la mano armada de Pedro, en el momento del arresto antes de la muerte. Luego que los cristianos como algún otro hemos cometido actos de todos los colores, es otro discurso, pero no se puede decir que siguieron el ejemplo y las palabras del fundador.
Así que es evidente que el Islam tiene un problema, y grande, en su relación con la violencia. Se necesitaba el valor y la lucidez intelectual de Benedicto XVI, para colocar el problema sobre la mesa. No se puede pedir a sus epigoni (imitadores) el mismo valor y capacidad intelectual. Pero las fábulas no, por favor. Y, Santidad, esta violencia no es ciega para nada. Tiene un nombre, es Islámica. Nos ve muy bien, y mira lejos. Los ciegos somos nosotros…
Marco Tosatti
Artículo original Stilum Curiae
Traducción Padre Elías para Como Vara de Almendro.
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