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Las dos columnas


En esta vida, generalmente nos movemos o motivamos para lograr premios y evitar castigos o fracasos. Desde luego sabemos que los animales eso lo tienen claro. Cuando ven algo que les hace daño, no vuelven a tropezar con la misma piedra. Aprenden la lección rápidamente. Nosotros desgraciadamente, siendo hechos a imagen y semejanza de Dios, y muy superiores a los animales, y hasta habiendo recibido la luz de la fe y la gracia por el Santo Bautismo, somos más duros de mollera. Incluso parecemos empeñarnos en hacer mal las cosas y Dios llega un punto que dice o puede decir: no quieres contar conmigo, vale, ¡pues tú mismo! A ver si aprendes a base de golpes, como aprendió el hijo pródigo.

En el momento en el que se derrumbaban las torres gemelas de Nueva York (por el supuesto auto atentado), el caos y desconcierto en la gente que lo vivía in situ era tremendo. La gente gritaba, sollozaba, y hasta reclamaba a Dios: 
– Eh, dónde estás, ¿dónde te has metido, por qué nos has abandonado de esta manera?
Entonces hubo uno que dijo: 
– Cómo que dónde se ha metido y por qué nos ha abandonado. Somos nosotros los que decidimos darle de lado, decirle que no lo necesitábamos para ser felices y preferimos vivir nuestra propia vida sin contar con Él.

El mundo, el mundo está más que revuelto de norte a sur, de este a oeste. Los amos de este mundo tienen un principio que dice: «del caos viene el orden». Claro, su orden, que no es precisamente respetuoso con el orden divino, sino todo lo contrario. Por eso gustan de generar caos, para luego ofrecer sus soluciones viciadas.

Desde antes de que el Verbo se encarnara y tomara forma de esclavo pasando por uno de tantos, la lucha estaba servida entre los partidarios de la luz y los de las tinieblas. Cristo viene como Luz, aunque muchos no lo recibieran porque sus obras eran malas.
Mas una vez que viene y cumple la Misión encomendada por Su Padre, el Espíritu Santo pone las pilas y llena las velas de las embarcaciones apostólicas: España, entre todos los lugares del mundo, será lugar privilegiado donde el Evangelio será llevado, convirtiéndose con los años en cuna de santos y Tierra de María. Verdadera antorcha para todo el mundo, llevando a cabo la gesta histórica de la Evangelización de América, y siendo siempre el gran azote contra los servidores de Satanás. 

Muchas, muchas ganas le tenían los hijos de las tinieblas a España. En tiempos cercanos a nosotros se desató con furia un intento de someter a sus hijos a la tiranía comunista. Intento fallido porque lo que se pretendió terminó acabando en una guerra civil o cruzada cristiana contra ese intento de sometimiento al ateísmo y materialismo marxista. La Victoria, apoyada por el Cielo, cayó del bando franquista, quien nunca permitió a la Masonería campar a sus anchas por el suelo español en el tiempo que gobernó como Jefe del Estado español. Era una nueva humillación la que sufrían las huestes masónicas, estrellándose contra la Tierra de María. ¿Cómo podía ser esto así, hasta cuándo?

Con la llegada de la democracia, tuvimos que escuchar una frase que quedó grabada en la memoria colectiva, cuando la mano derecha de Felipe González, Alfonso Guerra, advirtió nada más ganar abrumadoramente el PSOE las elecciones de 1982: 
«A España no la va a conocer ni la madre que la parió»
*

«Cuando nos vayamos, a España no la va a conocer ni la madre que la parió». (Alfonso Guerra)

Han pasado 35 años, y esas palabras se han cumplido, porque ¿qué queda de la España con valores morales y cristianos, con identidad propia, con unidad y sentido de patria? Si analizamos las últimas elecciones celebradas en España, de los algo más de 24 millones de votos emitidos, dudo que apenas siquiera llegaran a 100.000 los votos que corresponderían a partidos que supuestamente respetarían y promoverían los valores cristiano/católicos. El resto de partidos, está sometido totalmente a los dictámenes del Nuevo Orden Mundial, a sus políticas y directrices con leyes que no dudan en hacer efectivas. Sometidos a la masonería, a los amos de este mundo en última instancia. Y todos tan felices.

Monseñor Reig Plá escribió certeramente en 2014 una denuncia profética donde se limita a describir la realidad, diciendo que España se ha vendido por un simple plato de lentejas, y que esa es la peor de las corrupciones (ver aquí: http://www.obispadoalcala.org/noticiasDEF.php?subaction=showfull&id=1419548580)

Los católicos no tenemos en el Congreso ni un solo representante político que defienda o respete nuestros valores y principios. Ni uno solo. Todos los partidos políticos a una presumen de ser ateos o agnósticos. Sin miramientos ni escrúpulos, al contrario, con orgullo cada vez que un periodista les pregunta a sus líderes políticos en algún debate (Rajoy, Sánchez, Iglesias, Rivera, etc.) al respecto te dicen con total contundencia: «soy ateo». Quizás está llegando la hora de que digan algo más: soy masón. Pero eso no lo dirán, porque si lo son o dependen de la secta, que sabemos son sociedades secretas y ocultistas, no lo reconocerán. Aunque cada vez actúan con más descaro, les sigue gustando jugar al juego de la confusión y engaño.

Ciertamente en el show de la política, nos quieren hacer creer a los ciudadanos que todos ellos son distintos, que todavía existe una derecha y una izquierda. Pero no es verdad. Por sus frutos los reconocemos. Y ciertamente, vemos que todos ellos son súbditos y servidores/esclavos del N.O.M. y sus ideologías de género, anti pro-vida, y pro control masivo y cada vez más atosigante para coartar libertades individuales y sociales.

En esta encrucijada histórica, España se ha convertido en un muñeco pelele en manos masónicas. Ellos se frotan las manos. Piensan que la labor está casi concluida. Se ha usado a España como prueba piloto para generar diferentes políticas que luego han trasladado a Hispanoamérica y otros lugares. Ahora les queda terminar lo que empezaron y que a España no la conozca ni la madre que la parió. Entonces, ¿Cuál es el siguiente paso, qué toca?

Pues recordemos que dado que la Iglesia de Dios se fundó en dos columnas, los grandes apóstoles Pedro y Pablo, la mona de Dios que todo lo quiere imitar, mucho me temo que pueda elegir para terminar de destruir lo poco que queda de España, a sus otras dos columnas: Pedro (Sánchez) y Pablo (Iglesias). Quién sabe si superando lo ya existente serán el premio que recibirán los españoles por la apostasía reinante a cuyos brazos nuestro pueblo se ha echado en masa. Masa dominada por el miedo y por un equivocado mal menor que como una bola de nieve ha ido creciendo hasta límites insospechados. Bueno, será un castigo permitido por Dios y necesitado por todos para despertar del letargo. Aunque ha de ser algo muy gordo para que realmente haya un despertar y se recupere una fe y unos valores auténticamente cristianos como base y fundamentos vitales.

Esas dos columnas del NOM para EspañaPedro Sánchez & Pablo Iglesias, se encargarán si Dios no lo impide, de culminar el órdago de Guerra y de que a España no la conozca ni la madre que la parió. Al fin y al cabo, poca resistencia van a encontrar en un país totalmente narcotizado y sin identidad propia, ajeno a los postulados cristianos y de su larga tradición. ¿O igual nos llevamos una sorpresa y en el fondo hay más resistencia de la que imaginamos, y sólo necesita ser despertada?

De momento sabemos que existe una segura resistencia: la del pequeño y débil ejército de María, que con un simple rosario y una fe a toda prueba, no desistirá de creer, orar y luchar en la gracia, sabiendo que, para Dios nada es imposible (Lc.1,37). Y que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman (Rom.8,28).

PONGÁMONOS CON LA GRACIA A AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS. HAY QUE ENTRENARSE Y CURTIRSE PARA LO QUE YA TENEMOS ENCIMA.
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Migaraf de María

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