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¡Es verídico lo que dice la hermana sobre la existencia del infierno, del Purgatorio y del Cielo!; a Dios gracias y a la Madre -y sobretodo a mi Ángel de la Guarda- ¡pude saber que mis padres gozan en el Paraíso gracias a las Misas y oraciones que les ofrecía!!!
Junto a ellos están mis abuelos y las hermanas de mi padre y mi madre: a mis tíos paternos y maternos.
De mis tíos maternos, uno de ellos se suicidó más se salvó: más otro no se salvó porque no quiso confesarce en la hora de su muerte.
Casi todas las hermanas de mi madre se salvaron menos una: precisamente, aquella más mezquina.
¡Que esto sirva de lección para que pensemos más en nuestra alma!!!