Reflexión para todos los fieles católicos
Sobre este seísmo del Covid 19, que ha puesto a prueba la Fe de la Iglesia, se podrán escribir ríos de tinta. La magnitud de la catástrofe, única en la Historia, permite que en cualquier momento puedan surgir aspectos que vayan delimitando el verdadero epicentro, así como las numerosas consecuencias en todos los órdenes. He aquí un análisis de la situación.
1> LA PANDEMIA DESCUBRE LA FALTA DE FE CATÓLICA EN LA EUCARISTÍA, DE MUCHOS PASTORES DE LA IGLESIA
Lo explicamos en la Carta “Apostasía Eucarística”, enviada a 1.734 direcciones de obispados de 102 países, de los cinco continentes. (1). En este trabajo –“Apostasía Eucarística II- presentamos el tema a todo fiel católico.
Estamos convencidos de que este virus de laboratorio, ha sido provocado por los que llevan más de un siglo preparando un Gobierno Global sin Dios. Pero no vamos a hablar aquí de la dimensión política, sino de las múltiples grietas producidas en el casco de la Iglesia que “nos parece una Barca a punto de hundirse, que hace aguas por todas partes”(2). Sobre el silencio sepulcral de la Plaza de S. Pedro a mediados del pasado abril, resonaban con fuerza esas palabras del Cardenal Ratzinger, aquel Viernes Santo de 2005. Allí mismo, el entonces Prefecto de la Fe, presentaba al Mundo Católico una radiografía de las causas, que ha resultado profética:
“ (…)¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar completamente entregados a él! ¡Cuánta soberbia, cuánta autosuficiencia! ¡Qué poco respetamos el Sacramento de la Reconciliación, en el cual Él nos espera para levantarnos de nuestras caídas! También esto está presente en su Pasión. La traición de los discípulos, LA RECEPCIÓN INDIGNA DE SU CUERPO Y DE SU SANGRE, ES CIERTAMENTE EL MAYOR DOLOR DEL REDENTOR, EL QUE LE TRASPASA EL CORAZÓN (…).
Pues bien, han pasado 15 años, y aquel lamento eucarístico del hoy Benedicto XVI, se amplifica en la actual APOSTASÍA EUCARÍSTICA. CREEMOS QUE TODOS LOS OBISPOS QUE HAYAN DECRETADO GUANTES Y MASCARILLAS Y GEL ANTIBACTERIANO EN LA CELEBRACIÓN DE LA MISA, Y LA ADMINISTARACIÓN DE LA COMUNIÓN EN LA MANO, HAN LEGALIZADO LA PROFANACIÓN, LA BLASFEMIA Y EL SACRILEGIO. Si lo han hecho para agradar a la clase política, han encarnado la figura de Pilatos lavándose las manos, y condenando a Cristo a una Pasión Eucarística y muerte de Cruz. Su falta de Fe y su cobardía les enfrenta a figuras bíblicas como el anciano Eleazar o los Siete hermanos macabaeos (2Mac 6 y 7).
Han decretado la profanación, porque lo es el comulgar en la mano, y por introducir en los templos objetos profanos por miedo al contagio. Han decretado la blasfemia, al tratar al Hijo de Dios Altísimo como un objeto capaz de contaminarse y contaminar, en lugar de sanar y salvar. “Han decretado el sacrilegio, porque las Sagradas Partículas en las que Cristo está presente (Dz 698), caerán desde las manos o los guantes al suelo y serán pisoteadas, cuando los sacerdotes no adviertan a los fieles, ni comprueben por sí mismos, que han de consumir hasta la última Partícula. Y esto, la inmensa mayoría no lo hace. Cristo, a estos sacerdotes, les podría haber llamado ¡¡¡Carniceros!!! actualizando un Mensaje al santo Padre Pío a los sacerdotes masones:
«El Viernes Santo estaba aún en la cama cuando Jesús se me apareció, en un estado lastimoso y desfigurado. Me mostró un gran número de sacerdotes infieles, algunos celebrando, otros preparándose. Le pregunté por qué sufría tanto. Apartándose de aquella multitud de sacerdotes con una expresión de disgusto en su rostro, exclamó: «¡Carniceros!» y mirándome, dijo: «Hijo mío, no creas que mi agonía duró solamente tres horas, no; estaré en agonía hasta el fin del Mundo. Durante el tiempo de mi agonía,,,, mi alma está buscando unas gotas de piedad humana«... » (3).
Esos pastores han abierto no una grieta al “humo de Satanás” que denunciaba Pablo VI (4), sino la Puerta de la Iglesia al mismo Jefe de los demonios. La entrada triunfal de los ídolos de la Amazonia en la Basílica de San Pedro, ha podido ser la luz roja que denuncia el espíritu de Apostasía en la Iglesia, y que vuelve a manifestarse en estos momentos de pandemia en los que vemos a la Iglesia sometida al Mundo y atemorizada.
2> ALGUNAS MUESTRAS DE ESTE CARNAVAL BLASFEMO, PROPICIADO POR “MUCHOS CARDENALES, OBISPOS Y SACERDOTES”
En la muestra vemos el Cuerpo de Cristo sometido a la imaginación de los sacerdotes. “ECCE HOMO” (Jn 19,5): Uno consagra con guantes y mascarilla, ¡¡¿Para no contaminar al Hijo de Dios Vivo?¡¡ Reparten la Sgda. Comunión: con pinzas, en platillos de porcelana, en cápsulas de papel como las que se emplean para magdalenas, separadas y levantadas en una bandeja, en fundas de plástico para llevarla a las casas, con dispensador automático como si se tratara de un producto industrial, detrás de una mampara y en la mano,… Un sacerdote alemán pidió a sus ¿fieles? que llevaran en un táper una rebanada de pan, que ellos mismos bendecirán en el Ofertorio y consumirán en la Comunión. “No podría haber nada más higiénico” declaraba el Párroco. (5). Y en cuántos templos, cerca del Sagrario vemos un envase de gel desinfectante para las manos del Sacerdote. Un espíritu farisaico se cierne sobre esos sacerdotes. Volverían a acusar a Cristo de que sus discípulos comían “con manos impuras”(Mc 7,5). ¿No es instaurar una práctica abominable?
Paralelamente, la diócesis alemana de Munich, a la sombra del cardenal Marx, promueve el stio web “Dios en medio del Mundo”. Y nos recuerda los ultrajes a Cristo durante la Coronación de Espinas: Colocan la Custodia en el suelo de una portería de fútbol, en los brazos de un niño en el columpio, en un salón de belleza, en el asiento de un pasajero, en una panadería,… (6). Actualizan los malos momentos de Israel: “Los sacerdotes han violado mi Ley y han profanado las cosas santas. No hacen diferencia entre lo santo y lo profano, ni enseñan a distinguir entre lo puro y lo impuro… Yo soy profanado en medio de ellos” (Ez 22, 26).
Añadamos el hecho escandaloso del sacerdote –bozal en la boca– que en el santuario de Fátima, el 2 de junio pasado en Misa de 11, negó la Comunión a una mujer que se dispuso a recibirla arrodillada (como Dios manda: Is 45,23) y en la boca. ¿Creerá que tenía al Hijo de Dios en sus manos? Es evidente que no.
3 > NO SE HA LLEGADO DE REPENTE A ESTA SITUACIÓN.
DESDE HACE MÁS DE MEDIO SIGLO, “A LA EUCARISTÍA SE LE DA CADA VEZ MENOS IMPORTANCIA”. HA SIDO TODO UN ALUVIÓN DE SACRILEGIOS Y PROFANACIONES, LO QUE AHORA ESTÁ SEPULTANDO LA TIBIA FE DE MUCHOS PASTORES Y FIELES.
Es la profanación de los templos con espectáculos políticos, culturales o turísticos y con la inmodestia de los vestidos; es la manipulación de la Liturgia, la marginación del Sacramento de la Penitencia como necesario para recibir con salud el Pan de la Vida; son los escándalos sexuales de los consagrados y la celebración indigna de la Santa Misa; pero sobre todo, es el abandono de la Santa Vigilancia, de la necesaria Guardia de Seguridad que debe rodear a Cristo Sacramentado para evitar las comuniones sacrílegas. ¡Cuántas comuniones entregadas a políticos que viven al margen de la Fe, como pecadores públicos! ¡¡¡¡Cuántas comuniones sacrílegas, al entregar a ciegas la Eucaristía a personas que acuden al templo para hacer bulto en bodas, bautizos, Primeras Comuniones, romerías, entierros,…!!! El Mundo reduce la Santa Misa a una asamblea socio-religiosa, la Sagrada Comunión a un detalle de protocolo al que accede el que quiere.
Los sacerdotes lo saben pero no hacen nada. El Maligno les insufla cobardía para que no nieguen la Comunión a los que viven en concubinato, a políticos que apoyan leyes contra la Ley Divina, etc. Satanás les frena la lengua para que no avisen -de palabra y con carteles- que es necesario estar en Gracia para recibir al Santísimo; que no hacerlo atrae muerte y no Vida para el alma; que la Gracia se adquiere por el sacramento de la Penitencia y el de la Eucaristía, la Oración y el cumplimiento de los Mandamientos de Dios. Llegado el caso deberían negar en directo la Santa Comunión, al reconocer a quien no tiene derecho a recibirla; y si existiera norma en contra de esta actuación, no vendría del Espíritu Santo y sería un honor desobedecerla.
Eso requiere la valentía propia de obispos santos, como S. Manuel González, el “Obispo del Sagrario abandonado”. El nos dejó escritos sus lamentos por Jesús Sacramentado: “De mí os digo que me deja amargura en el alma para todo el día, la mañana en que me veo precisado a dejar sin Comulgar a alguna de esas inmodestas devotas, …y que estoy viendo venir castigos terribles de Dios para esta pobre socierdad, que pareece que tiene por principal ocupación y obsesión robar y hasta raer el pudor de las mujeres honradas y cristianas, y de los niños y las niñas”. El Santo Obispo Fundador de las “Marías de los Sagrarios”, terminaba con una petición de higiene espiritual en los templos: “¡Marías, mujeres cristianas! (…) ¡A desinfectar de inmodestias los Sagrarios acompañados! En honor y desagravio de la Hostia Santa, Pura e Inmaculada y de vuestro propio sexo, no vayáis a la Iglesia sino decentemente vestidas!” (7)
Así como el crimen del aborto se comete a escondidas en las clínicas y no vemos correr por las calles “la Sangre de los Inocentes”, así también este aluvión de comuniones sacrílegas pasa desapercibido para muchos, pero recae sobre la conciencia de los sacerdotes que callan, y no ponen todos los remedios a su alcance. ¡Cómo no llamar ¡¡¡Carniceros!!! a quienes entregan el Cuerpo de Cristo a sus verdugos! Ellos actualizan las dolorosas palabras del Buen Pastor: “Padre, perdónales, que no saben lo que hacen” (Lc 23,24). ¡Cuánta oración y penitencia hemos de hacer por ellos!
Nos atrevemos a decir que esta falta de Fe en la Eucaristía, es la punta del iceberg que esconde la traición de muchos cardenales, obispos y sacerdotes en otros puntos de la Sana Doctrina. Cuando lean oraciones o comenten las lecturas durante la Misa, dará la impresión de que tienen Fe; sin embargo, el Covid-19 ha resultado un banco de pruebas que demuestra que no es así; que son pastores aquejados de cierta “esquizofrenia espiritual”, especialistas en palabras biensonantes o “ensaladas de palabras” para que los fieles acudan a los templos de cualquier manera, y también preocupados del cambio climático, de otras religiones, de agradar al gobierno de turno, de preparar –a ciegas- el comunista Gobierno Mundial de “los sin Dios”(8). Estos pastores son denunciados por la Palabra de Dios: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mí. En vano me rinden culto, enseñando doctrinas que son preceptos humanos” (Is 39,13; Mt 15, 8-9). ¿Por qué recitas mis preceptos y pones mi Alianza en tu boca, tú que detestas mi enseñanza y te echas a la espalda mis Mandatos? (Sal 49, 16-17).
4> HABLAR ASÍ NO ES IR CONTRA LA IGLESIA.
– Alguien dijo torpemente: “Prefiero equivocarme con la Iglesia que acertar contra la Iglesia”. Quizás no pensó en que todos los bautizados somos Iglesia, y que ningún obispo, tiene el monopolio del Espíritu Santo. El médico que acierta en el diagnóstico y el tratamiento, permite la curación del enfermo. El que acierta en el diagnóstico de los males de la Iglesia, la ama y la defiende porque sólo sacando a la luz la Verdad –aunque duela- podremos vernos libres (Jn 8,32) de las obras del “Padre de la mentira” (Jn 8,44); y la Misión de la Iglesia es anunciar y defender la Verdad a todo pueblo y nación (Mc 16,15; Hech 1,8) hasta los límites de la Geografía y de la Historia. Además, Dios nos ordena la Corrección Fraterna (Lev 19,17) incluso en público a los pastores (1Tim 5,20; Gal 2,11-14) y extirpar el mal de entre nosotros mismos (1Cor 5, 11-13). La Palabra de Dios nos enseña a desobedecer a las autoridades políticas y religiosas cuando dictan normas no santas (2Mac 6, 18 y ss; Hech 4,19; 5, 29).
5> PREGUNTAS QUE DEBIÉRAMOS HACER A LOS PASTORES CATÓLICOS.
Viendo a sacerdotes preocupados de higienizarse las manos antes y después de tocar el Cuerpo de Cristo nos asaltan múltiples dudas: ¿Creen que en la Consagración se posa sobre el altar un Sol más radiante que el que ilumina la Tierra? ¿Tan ciega está su alma que no recitan con solemnidad esas Palabras Vivas, Eternas, que lo hacen posible, y del mismo modo se postran arrodillados ante tanta grandeza? ¿Creen que el Hijo de Dios está vivo en el Sacramento? ¿Creen que Cristo toma las manos del Sacerdote, lo mismo para consagrar que para administrar el Pan del Cielo? ¿No dice Cristo “MI PADRE ES EL QUE OS DA EL VERDADERO PAN DEL CIELO”? (Jn 6,32) ¿Sería exagerado, entonces, proclamar que las manos del sacerdote son el revestimiento de las Manos de Dios Padre Todopoderoso?
Si lo creyeran, si lo creyeran,… oficiarían despacio y con solemnidad, y no andarían torpemente buscando ministros extraordinarios, para acortar unos minutos la Ceremonia más Santa, más solemne, más importante, más vital y transcendente de la Liturgia: el momento del Desposorio Eucarístico del alma con Cristo en la Santísima Comunión. Acto que requiere una profunda y silenciosa Acción de Gracias, que lleve a la Fusión de Corazones: el del pecador contrito en el Corazón de su Salvador. Pero ¡¡¡Qué poquísimos sacerdotes lo permiten!!! Ellos que habrían de ser los más necesitados, los que con más Amor habrían de vivir esos minutos, los pasan mirando el reloj. Son incapaces de llevar a los fieles a enamorarse de Cristo Sacramentado, mediante catequesis orientadas a este fin, que llevaría a los fieles a crecer en Santidad; y cuando esto no ocurre se instaura la tibieza en las almas.
Entre mascarillas y envases de gel desinfectante ¿Cómo podrán entonar estos sacerdotes el tradcional Himno Eucarístico “Cantemos al Amor de los amores”? ¿Cómo pronunciar con el corazón ese “¡Gloria a Cristo Jesús, Cielos y Tierra! ¡Honor y Gloria a Ti, Rey de la Gloria!? Han olvidado los incontables Milagros Eucarísticos, las sanaciones del Sacramento de la Unción de enfermos,…Claro, que hay que administrarla al paciente, no al difunto. A veces dudamos de que algunos sacerdotes consagren, pues demuestran carecer de la Fe católica en el Sacramento. Ojalá por amor a los fieles sencillos, “de buena voluntad”, se produzca la Transustanciación.
Los fieles, en lugar de higienizarse las manos a la entrada del templo, debieran santiguarse con la solución salina del Agua Bendita que, por serlo, no contamina sino que purifica. Antes de acudir a la Iglesia debieran revisar el estado de su alma, comprobar la modestia de su vestido, incluso lavarse con todo cariño la boca que ha de convertirse en relicario del Santísmo; y salir confiados hacia el Templo: Nuestro Padre Dios nos aguarda para darnos “el Pan Vivo bajado del Cielo” (Jn 6,51).¡Vamos! ¡Que Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos! (Lc 20, 38).
6> ¿ES LA PANDEMIA UN CASTIGO DIVINO?
Hemos explicado la respuesta en la Carta a los Obispos (v. cita 1). Sí es un Castigo divino aunque de hechura humana. Pero hemos de tener en cuenta que Dios lo permite para la conversión del Mundo. Porque lo peor no es perder esta vida caduca en una pandemia, sino perder la Vida Eterna en el Reino de Dios y sufrir eternamenmte las penas del Infierno. Así nos dice la Palabra de Dios:
«Señal es de gran Misericordia hacia los pecadores el no dejarles vivir largo tiempo a su antojo, sino aplicarles prontamente el azote (…) nos castiga sin esperar a que lleguen a su colmo nuestros pecados; y así, nunca retira de nosotros su Misericordia” (2Mac 6, 13-16).
7> LOS PECADOS DE LOS PUEBLOS SIEMPRE TRAEN CONSECUENCIAS CATASTRÓFICAS.
– Estas profanaciones y blasfemias y sacrilegios, no sólo ocurren alguna vez. Son LA DIARIA PASIÓN EUCARÍSTICA DE CRISTO, que se extiende sobre la faz de la Tierra. Hay un texto de S. Pablo que no debiéramos pasar por alto: “Si el que menosprecia la Ley de Moisés, sin misericordia es condenado a muerte sobre la palabra de dos o tres testigos, ¿de cuánto mayor castigo pensáis que será digno el que pisotea al Hijo de Dios y trata como profana la Sangre de la Alianza en la que fue santificado, y ultraja al Espíritu de Gracia?” (Heb 10, 28-29).
¿Habrá leído este texto quien ha dicho que “por las venas de Jesús corre sangre pagana”, y no se ha tragado su lengua blasfema?
Pues bien, ese desprecio a la Fuente de la Salvación no es gratis e indefinido, sino que clama Justicia al Padre Eterno. En verdad que no hace falta ser profeta para ver lo que nos espera en breve. Esta tormenta de sacrilegios y blasfemias ha cavado una sima profunda en la Fe de la Iglesia; su descomposición se acerca en caída libre y sólo quedará de ella un “Resto Fiel”. Estas prácticas abominables en el Templo, ponen de relieve la profecía de Daniel (11,31) y anuncian las desolaciones que preceden a la Segunda Venida (intermedia) de Cristo (Mt 24,15). La supresión de la Santa Misa (“muerte” de Cristo Eucaristía) estará al caer (Dan 9,27).
De estos signos de decadencia que reflejan el contenido del p. 675 del Catecismo, hemos hablado a los obispos a fin de que, reconociendo la Apostasía de Últimos Tiempos (2Tes 2), se unan para luchar contra ella. Apostasía que se ha fraguado lentamente desde hace más de medio siglo, cuando desde un conocido y perseguido lugar, y de forma simultánea al desarrollo del C.Vaticano II, la Madre de la Iglesia advertía: “A la Eucaristía se le da cada vez menos importancia”. Y señalaba a los principales culpables: “Muchos cardenales, obispos y sacerdotes” que han dejado de ser Sal, y el Mundo se corrompe; muchos han dejado de ser Luz, y el Mundo se encuentra en tinieblas, cada vez más densas. Así, los enemigos de Dios se apoderan de la Viña de la Iglesia y del Mundo, en el que pretenden entronizar a un hijo del Padre de la Mentira.
Siendo la “Eucaristía la Vida del Mundo” (Jn 6,51), también esta generación malvada y perversa (Deut 32,5; Fil 2,15) que lucha contra Cristo, en la que es palpable “el exceso de maldad” y el enfriamiento de la Caridad” (Mt 24,12) está llamada a descomponerse y sufrir hasta que de ella no quede “pìedra sobre pìedra” (Lc 21,6). Eso nos lleva a orar constantemente por la conversión sincera de las personas de buena voluntad, para que entren a formar parte de ese Resto Fiel, que espera la Victoria de Cristo Jesús, “porque Él es el Señor de los señores y el Rey de reyes” y viene a reinar con “los que están con Él, los llamados, elegidos y fieles” (Ap 17,14). Mâran’athâ.
8> LLAMADA.
-En 2006, un cura austriaco lanzó un “llamado a la desobediencia” contra Benedicto XVI, para luteranizar la Iglesia. Hagamos nosotros algo semejante para lo contrario, para purificarla. Desde este artículo: LLAMAMOS A LOS SACERDOTES Y A LOS FIELES CATÓLICOS A:
1º) DESOBEDECER LAS NORMAS QUE PRETENDEN OBLIGARLES A ENTREGAR O RECIBIR LA COMUNIÓN EN LA MANO, Y TODAS LAS QUE SUPONEN UNA BLASFEMIA PARA EL CULTO CATÓLICO (higienizar sus manos el sacerdote antes y después del contacto con el Cuerpo de Cristo, usar mascarilla en su presencia, etc).
Estas son normas que no proceden de ningún estudio teológico o litúrgico perfectivos, sino del poder político ateo y anticristiano, que blasfema al considerar como simple espacio público, el Templo en el que reside el Dios Vivo, y un simple objeto litúrgíco-social lo que los católicos sabemos es Cristo Jesús, bajo el velo eucarístico. Son estos ataques parte de los objetivos de la Masonería, que gobierna en la mayoría de las naciones (9).
¡NO OS PONGÁIS MASCARILLAS EN PRESENCIA DE DIOS! (repensar esta frase, porque Dios nunca contagia, pero sí los fieles que pueden estornudar cerca de nosotros. Cuando en la Sevilla de 1649 murió la mitad de la ciudad por la peste negra la Iglesia no interrumpió la procesión del Corpus, pero los integrantes de la procesión se protegían el rostro, no por miedo a Cristo Eucaristía, evidentemente, sino por miedo a contagiarse por la ciudad) Él nos llama a su Templo. ¿Nos recibirá con un virus? ¿Nos despedirá con una infección en lugar de con una Bendición? Lo que necesitamos en presencia de Dios es Confianza, no gel ni mascarillas. La Palabra de Dios es eterna (Sal 119,89). Por Ella sabemos que entre la puerta de nuestra casa y la del Templo de Dios, los Ángeles nos acompañan y guardan –“nos llevan en sus palmas”- y podemos pisotear los virus sin que nos hagan daño (Sal 91, 11-13).
Los Obispos y sacerdotes que no se rebelan contra esa equiparación blasfema, cometen una grave prevaricación; demuestran no creer que Cristo Vivo es sanación y salvación; el miedo les ha llevado a perder la Fe (Apostasía), como los discípulos en la barca azotada por el temporal (Mt 8,26) y se hacen responsables de las profanaciones de los templos. Para acallar su conciencia,los pastores cobardes intentan profanar la conciencia de los verdaderos fieles, en la que -como “sagrario”- resuena la Voz de Dios (10), que les dice que se ha decretado la profanación del Lugar Santo (Mt 24, 15). En verdad que no tienen ningún derecho a obligar a los fieles a adorar la estatua del poder político, del nuevo “Nabucodonosor”(Dan 3). Una vez más Dios nos pone a prueba, y hemos de responder como Pedro ante el Sanedrín: “Tenemos que obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hech 5,29).
Cristo desobedeció a las autoridades religiosas que habían manipulado la Ley de Moisés, y guarda “cruces de honor” para todos los que quieran imitarle en estos tiempos de persecución y Apostasía. Él nos dice que no vino a traer paz (Mt 10, 34), sino la Espada que separa la Gracia del pecado, la Verdad de la Mentira y el error, lo puro de lo impuro, lo justo de lo injusto, la Luz de las tinieblas. ¡Cuánto necesitamos esa Espada en la manos de los pastores fieles, con vocación de Mártires, a semejanza del Buen Pastor crucificado.
2º) MEDITAR ESTAS CONSIDERACIONES QUE AQUÍ LES OFRECEMOS, y que los pastores fieles se esfuercen, con toda su alma, en acrecentar la Fe Eucarística de sus ovejas.
EN VERDAD QUE NADA EXISTE MÁS SALUDABLE Y EFICAZ, PARA EL INDIVIDUO Y PARA LA FAMILIA, PARA LA IGLESIA Y PARA EL MUNDO, QUE LA ADORACIÓN PRIVADA Y PÚBLICA, CON TODO RESPETO Y HUMILDAD, CON TODO EL AMOR, A CRISTO SACRAMENTADO, Y EL ALIMENTARSE DIGNAMENTE DE ÉL.
Desde España, a 19 de junio de 2020. Que la Reina de los Apóstoles, como en las Bodas de Caná, adelante la llegada del Reino Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús, cuya Festividad hoy celebramos.
Moisés Jesús Aja de la Cruz (11).
NOTAS
(1)Carta a los Obipos del Mundo. “Apostasía Eucarística”. Puede verse en:
https://comovaradealmendro.es/2020/06/18/apostasia-eucaristica
(2)Viacrucis ante el Coliseo, el Viernes Santo 25 de marzo de 2005.
(3) P. Pío. Carta del 7/4/1913 al P. Agostino, sobre la Aparición del 20 de marzo.
(4) Carta de Pablo VI, el 29 de junio de 1972. Publicada en 2018 en el libro “La Barca di Paolo” del sacerdote Leonardo Sapienza, regente de la Casa Pontificia.
(5) El Padre Bernhard Albert, de 65años, párroco de Frammersbach (Wurzburgo-Alemania). MainPost.de (8 de junio). https://gloria.tv/post/NqYntexUjCkx3Lu9UFk1H3BMq
(6) Ver: http://www.mittendrin.world/
(7) S. Manuel González, “El abandono de los sagrarios acompañados”, c. XIII.
(8) La “Sociedad de los sin Dios” o “Unión de los sin Dios”, fundada en Moscú en 1925, cambia su nombre a “Unión de ateístas beligerantes” en 1929. Obra del Partido Comunista de la Unión Soviética, a principios de 1941 tenía alrededor de 3,5 millones de miembros de 100 nacionalidades. Uno de sus eslóganes -«luchar contra la religión es luchar por el socialismo»- sigue activo en el s. XXI. El Comunismo-Socialismo, denunciado por la Virgen en Fátima, no ha renunciado al dominio mundial.
(9) La Virgen al P. Gobbi, en Milán, 3 de junio de 1989.
(10) CVII, Gaudium et Spes, 16.
(11) Director de un Grupo de Oración del Santo Padre Pío. Da valor a: “No mires quién lo ha dicho, mas atiende qué tal es lo que se dijo” (Imitación de Cristo, T. Kempis, c.5, 1).
A.M.D.G.
Maravilloso, eso mismo he pensado siempre…no tenemos fe y esto es la causa de todo lo que sucede en nuestra amada iglesia, pensar en ser martires para muchos es algo realmente desquiciado y absurdo.
Cuanto necesitamos de la iglesia faro deluz en medio de tanta confusion y oscuridad, pero hoy la iglesia tiene muchos faros y en diferentes direcciones…pero pocas apuntan al verdadero sentido de nuestra vida Dios…
bendicones y mil gracias por tan hermoso trabajo.
¡Hay cuatro Sacerdotes en donde vivo y mi esposa habló con tres de ellos para recibir la Comunión en la boca y se negaron con argumentos pueriles y faltos de Fe!!!
Eso pasó en Marzo: al menos fuimos a una Misa Tridentina a finales de Marzo y desde ahí ella no ha recibido al Señor: yo solo dos veces; eso para que se vea que nos negamos a participar del «ritual de la mascarilla».
Y además:¡a mi esposa y a mí se nos mostró que el Señor ya no está en este lugar!; por ello, ¡nos vamos de aquí a otra parte donde si esté presente Jesucristo con Su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad!!!
Así sea.