<<Cuando tocaban las campanas el día de la muerte del Papa Juan XXIII, Conchita dice: “¡Qué pena, ya solo quedan tres papas más!”. Y la madre la riñe al decir esto; y ella contesta: ¡Sí, es verdad, porque me lo ha dicho la Virgen! Esto lo dijo al mismo tiempo que oyó tocar las campanas, espontáneamente.
Después de largos días hablando esta conversación con otras personas, la decían: “¡Entonces, terminará el mundo pronto porque Iglesia, sin cabeza, no puede haber!”. Y ella contesta: “Puede reinar Cristo”. ¡Esta conversación es cierto que ocurrió!>>
COMENTARIO (por Antonio José Sánchez Saéz)
En este escrito hecho por su propia mano, Maximina, tía de Conchita, revela la famosa conversación de Conchita con su madre referente a los tres papas. Realmente ella aclaró luego que la Virgen le había hablado de cuatro, pero que a uno no lo contaba porque duraría muy poco (Juan Pablo I). Entonces, si contamos, el primero de esos papas era Pablo VI; el segundo, Juan Pablo I; el tercero, Juan Pablo II; y el cuarto o último, Benedicto XVI, que sigue siendo papa.
Realmente, Conchita estaba advirtiendo de que, tras esos cuatro papas, se produciría el comienzo del fin de los últimos tiempos.
Sabiendo que BXVI es el cuarto y último papa antes del fin de los tiempos, y que a él le corresponde el penúltimo lema de la lista de papas de San Malaquías (De gloria olivae), es probable que sea él el papa que sale de Roma con ocasión de una rebelión comunista y de una invasión comunista-islámica en Italia y Europa en general, como vieron los pastorcitos en Fátima.
Es probable también que a su muerte en el exilio se inicie el fin de los tiempos, es decir, una seria de circunstancias catastróficas: III Guerra Mundial, terremotos, tsunamis, movimiento oscilativo de la Tierra – posiblemente provocado por una enorme efusión solar que haga vacilar nuestro planeta – y que hará que los océanos invadan la Tierra ahogando a millones de personas en los continentes, como dijo JPII en Fulda (Alemania); aparición del Anticristo político o bestia del mar –que reinará sobre el mundo siete años -, ayudado por el falso profeta o bestia de la Tierra, que le entregará la Iglesia católica, en la que habrá quitado la Eucaristía; gran tribulación o persecución de la Iglesia fiel; Aviso, Milagro, Castigo; etc.
Puede entonces que, tras salir BXVI de Roma quede pues removido el katejon que retiene al Anticristo y un falso profeta quede en Roma reinando sobre la Iglesia, a la que llevará a la apostasía, creando una falsa Iglesia católica unida a las demás religiones (falsas), bajo el imperio político del Anticristo. Y la Iglesia fiel o remanente será perseguida desde fuera (el mundo sin fe) y desde dentro (por la Iglesia católica que habrá apostatado).
Es posible también que tras la muerte de BXVI Dios permita que la sede quede vacante por un tiempo, hasta que sea elegido (quizás directamente por Dios, como lo fue el primer Pedro) el último papa, Pedro romano, que pacerá a la Iglesia en medio de la gran tribulación, y que verá la Parusía del Señor, es decir, su Segunda Venida, en gloria y majestad.
Cristo viene pronto, como avisó la Virgen en Fátima, Garabandal, Akita, etc. Será el juicio de las Naciones, que consistirá en un gran castigo sobre el mundo, un castigo misericordioso con el que Dios limpiará el fango de impureza que hay sobre el mundo; sin ese castigo o intervención divina ya no cabría enmienda posible e incluso el resto fiel perecería. Tras ese castigo solo quedará en la tierra un resto fiel.
Y a ese Castigo le seguirá instantáneamente la Parusía o Segunda Venida del Señor. Tras la Parusía ya no habrá otras religiones ni Iglesias: todos serán católicos: una única Iglesia, con un único pastor. Y ese resto vivirá en una tierra transformada, los nuevos Cielos y la nueva Tierra que Cristo traerá en su Venida, un paraíso en la Tierra en el que no habrá demonio, que estará encerrado por siempre en el Infierno. Cristo se quedará reinando desde la Eucaristía de una forma más sensible y junto al resto fiel o viadores que queden (transformados también en cierta manera como dice San Pablo, 1 Cor. 15:51-52) reinarán aquéllos que hayan muerto mártires en época del Anticristo, resucitados, como dice Apocalipsis 20, 4-6.
El fin de los últimos tiempos termina, pues, con la Parusía, que dará comienzo al Reino espiritual de Cristo sobre la nueva tierra. Pero no es el fin del mundo, que se producirá cuando la tierra desaparezca antes del Juicio Final, en un tiempo que solo Dios sabe.
Efectivamente, Benedicto XVI, es el último Papa legítimo, de esta etapa que termina con el regreso de Jesucristo a la tierra, previo reinado del anticristo y de su falso profeta Bergoglio. Algunos piensan que faltan muchos años para que vuelva Cristo, pero en Apocalipsis 19,20 indica: Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.
Es decir que si Jesucristo es quien apresa a estos dos personajes siniestros, no falta tanto para que vuelva, porque a uno de ellos ya lo conocemos en la persona de Bergoglio.
Referente al cisma creo que será provocado cuando Bergoglio elimine la Eucaristía. El Papa legítimo Benedicto se opondrá y se cumplirá la profecía de Ana Catalina Enmerich: Ví una gran oposición entre dos papas. Debemos entender que el anticristo NO puede manifestarse hasta que NO sea abolida la Eucaristía. Porque el Katejon (Benedicto), ya fue removido por Bergoglio.
Non Nobis.
TODO ESTÁ EXACTAMENTE PROFETIZADO EN EL LIBRO DE LA VERDAD DE MDM, en algo no estoy de acuerdo…., por años se habló de la profecía de 111 papas de San Malaquías, ahora de repente son 112, Conchita da exacto en la respuesta: reinará Cristo con su apóstol fiel Pedro, Bergoglio no es papa
El primer Katejon (Benedicto), fue removido por Bergoglio.
El segundo Katejon (Eucaristía), será removido por el anticristo.
Por ello es Bergoglio quien tiene que abolir la Eucaristía, eliminando las palabras de la Consagración, para que el anticristo pueda hacer acto de presencia. La Eucaristía le impide manifestarse públicamente.
Non Nobis.