Llamamos “conductor suicida” al que se introduce en una autopista en sentido contrario. Los resultados son catastróficos: Siembra el pánico entre los conductores que yendo en sentido correcto logran esquivarlo, a otros los hace salirse de la pista, y -lo que casi siempre ocurre, por desgracia- atropella mortalmente a otros.
Pues bien, esto ocurre desde hace cinco años en la vida de la Iglesia. Y no parece que haya quien detenga al “suicida” en esta carrera de atropellos; no hay quien le ponga una multa, le retire el carnet o lo meta en la cárcel. Pondremos sólo algunos ejemplos porque es tal el número de incidencias que podría escribirse un grueso libro.
a) En cuanto a las relaciones interreligiosas. Como la Guardia Civil de Tráfico, levantamos acta de lo ocurrido en dos de esos “accidentes”:
1 El egipcio Magdi Allan, periodista italiano, bautizado en 2008 por Benedicto XVI, del que admiraba su Discurso en Ratisbona, abandonó la Iglesia al comprobar la “papolatría” hacia Francisco I, y la apertura de este hacia el Islam, mientras se arrinconaba al Emérito.
Pero no está sólo Magdi. Más de 4.300 (hoy) exmusulmanes y amigos, de varios países, perplejos como él, después de varios intentos de hablar con Francisco y no obtener respuesta, se dirigían el 25 de diciembre pasado mediante una carta pública, en la que le manifiestan lo incorrecto de sus palabras: “Que quienes son cristianos lo hagan con la Biblia y quienes son musulmanes con el Corán (Roma, 20 de Enero de 2014) “ Le preguntan: “¿Acaso no es inquietante que el Papa parezca proponer el Corán como camino de salvación? Deberíamos nosotros volver al Islam? (…)No comprendemos su enseñanza sobre el Islam, tal como lo leemos por ejemplo en los párrafos 252 y 253 de Evangelii Gaudium, porque este no da cuenta del hecho de que el Islam viniendo DESPUÉS de Cristo, no puede ser sino un Anticristo (Cf 1 In. 2.22) (…) Usted predica la acogida de inmigrantes sin tener en cuenta el hecho de que se trata de musulmanes, lo que el mandamiento apostólico prohíbe: «Si alguno viene a vosotros rechazando el Evangelio, no le recibáis en casa ni le saludéis, pues el que le saluda se hace solidario de sus malas obras» (2 Juan 1. 10-11). «Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del Cielo os anunciara un Evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡Sea anatema!» (Gálatas 1.8-9).”
2 El judío Pinchus Feinstein, americano de Florida, convertido a la Iglesia, escribía en enero de 2016 a Francisco I, con una santa ironía, fruto del shock traumático que le produjo el conocer lo que Papa oficial enseña sobre el Judaísmo, en “Evangelii Gaudium” [ns. 247-249], y en el Documento de la Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo (10/12/15):
>“Una mirada muy especial se dirige al Pueblo Judío, cuya Alianza con Dios jamás ha sido revocada, porque «los dones y el llamado de Dios son irrevocables” (E.G. 247)
>»Las confesiones Cristianas encuentran su unidad en Cristo; el Judaísmo encuentra su unidad en la Torá. Los Cristianos creen que Jesucristo es la Palabra de Dios hecha carne en el Mundo; para los Judíos la Palabra de Dios está presente sobre todo en la Torá. (…)En la búsqueda de una actitud justa hacia Dios, los Cristianos se dirigen a Cristo como Fuente de Vida nueva, los Judíos a la enseñanza de la Torá.» [CRRJ, 24]. “El término Alianza significa una relación con Dios que se realiza de diferentes maneras para los Judíos y los Cristianos. La Nueva Alianza nunca puede reemplazar a la Antigua” (CRRJ, n.27)
Por eso Feinstein le decía en la carta: (Así que) .”Dios tiene una Alianza con mis genes. Son mis genes los que me salvan. Mis ojos están abiertos ahora… Estoy litigando también por el tiempo que malgasté, que pude haber utilizado trabajando en mi negocio, en vez de desperdiciarlo en adorar a un Jesús en el que ahora dice su Iglesia que no necesito creer para mi salvación. Sus prelados y sus clérigos me dijeron algo muy distinto en 1958. ¡Me han robado!”
Con esta postura el Papa oficial atropella el C. de Trento que dogmatiza: “Si alguno dijere, que el Bautismo es libre, esto es, no necesario para conseguir la Salvación; sea excomulgado”. (C. de T. s. VII, c. 5; Denz 861). Porque el cristiano que niega que Cristo es el Salvador de los Judíos, es tan falso como los escribas y fariseos que le condenaron a la Cruz. A ellos les decía “Si creyeseis en Moisés, creeríais en Mí, pues de Mí escribió él” (Jn 5, 46). Pero en estos tiempos alguien se encarga de predicar un Evangelio distinto dentro de la Iglesia. Podría meditar las duras palabras que le dirige S. Pablo (Gal 1,8).
b) En el plano ecuménico, recordamos a Brian Stiller, Embajador de la Alianza Evangélica Mundial que visitó a Francisco I, en junio de 2014. Con el título de “Un almuerzo con el Papa”, el 9 de julio publicó en un blog el contenido de ese encuentro. Francisco le manifestó: “No estoy interesado en la conversión de los evangélicos al Catolicismo. Quiero que la gente encuentre a Jesús en su propia comunidad. Son tantas las doctrinas que nunca vamos a estar de acuerdo. No vamos a gastar nuestro tiempo en ellas. Más bien, tratemos de mostrar el amor de Jesús.”
Estas palabras de Francisco I arrollan frontalmente a Papas y documentos del Magisterio lo mismo que a numerosos textos del Evangelio. Citemos a Pío IX (Instrucción sobre los Anglicanos y la verdadera unidad), León XIII (Praeclara Gratulationis publicae; Satis Cognitum), Pío XI (Mortalium Animos), Pío XII (Instrucción sobre el Movimiento Ecuménico),…. Un texto de muestra:
“La unión de los cristianos no se puede fomentar de otro modo, que procurando el retorno de los disidentes a la única y verdadera Iglesia de Cristo, de la cual un día desdichadamente se alejaron” (Pío XI, Mortalium Animos, 16).
La introducción de una estatua de Lutero en el Vaticano es consecuencia de la consideración del mayor hereje –blasfemo y sanguinario- de todos los tiempos, como “Testigo del Evangelio” (Del conflicto a la comunión, n. 29). Tal declaración es un insulto para la inteligencia y la inspiración divina de la Iglesia en los últimos cinco siglos. Quien esto defienda no puede ser sino un perverso hereje infiltrado o un loco.
c) En otros campos y brevemente:
1 El Papa oficial desconoce a S. Pablo y su Magisterio. Vaya una muestra. Por cuarta vez, al menos, Francisco I manifiesta que S. Pablo se gloriaba de sus pecados. Fue con motivo del 90º cumpleaños del Cardenal Sodano /07/12/17). Dijo que estas celebraciones son motivo para “el recuerdo también de nuestra pequeñez, de nuestros errores, incluso de nuestros pecados. San Pablo se enorgullecía de ellos.”
Pero estas palabras, capaces de dañar los tímpanos más endurecidos, son completamente falsas. S. Pablo se gloriaba de la Cruz de Cristo (Gal 6,14). Y en otro lugar: “Me glorío de mis debilidades, para que resida en mí la fuerza de Cristo”. (2 Cor 12, 9-10). No hay versión bíblica que traduzca debilidades y flaquezas por pecados. Ni tendría sentido. Lo que expresa el Apóstol es que sin Cristo nada somos. Él mismo nos lo enseña: “Sin Mí nada podéis hacer” (Jn 15,5). S. Pablo conoce el remedio: Llama al Espíritu Santo que “acude en ayuda de nuestra debilidad” (Rom 8,26) y le hace poderoso contra el pecado; por eso dice a los filipenses: “Todo lo puedo en Aquel que me conforta” (Fil 4,13). Cualquier teólogo o simple fiel con sentido común, exclamaría con S. Agustín: “¿De qué, pues, podrá gloriarse toda carne?, ¿Acaso del mal? Pero eso no es gloria sino miseria” (Soliloquio del alma con Dios, n. 15).
Así pues, el Papa Francisco predica falsedades. Ignora a San Pablo lo mismo en este tema que en el de la Justificación por la Fe. ¿Habrá perdido el sentido del pecado? ¿No va a haber ningún Doctor católico en S.E., ningún pastor que le salga al paso para explicarle la Verdad? ¿Van a ser la mayoría “perros mudos” que no ladran cuando llegan los lobos? (Is 56,10) ¿Se creen no les alcanzará a ellos el castigo a su cobardía por no ejercer la corrección fraterna? (Lev 19,17; Ez 3,18).
2- “Por las venas de Jesús corre sangre pagana” (Homilía del 08/09/2017). No existe contexto que pueda ocultar la gravedad de esta blasfemia. Porque la genealogía de S. Mateo termina con “José, Esposo de María”. Pero los católicos sabemos que lo concebido por Ella es Obra del Espíritu Santo, que Cristo no es hijo biológico de José. Esta blasfemia acerca a su autor a la postura protestante que asigna más hijos a la Inmaculada.
3- “El camino de la Iglesia es el de no condenar a nadie eternamente”. (Homilía con los nuevos cardenales, 15 de febrero de 2015). Es decir no cree en el dogma del Infierno.
4 En Amoris Laetitiae, el Papa oficial da la talla de conductor suicida. Porque:
-Atropella el Magisterio no sólo de sus predecesores sino hasta del mismo Cristo:“ Todo el que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la que está divorciada del marido, comete adulterio (Lc 16,18).
-Pasa de nuevo por encima de S. Pablo que advierte: “No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas,… heredarán el Reino de Dios» (1Cor 6, 9-11).
-Viola el Catecismo y el Derecho Canónico: Los divorciados vueltos a casar viven en «adulterio público y permanente» (n. 2384). “El acto sexual debe tener lugar exclusivamente en el Matrimonio; fuera de éste constituye siempre un pecado grave y excluye de la comunión sacramental» (n. 2390). «No deben ser admitidos a la sagrada Comunión […] los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave» (Canon 915).
Con esta exhortación, el Papa oficial ha ensanchado las grietas de la Iglesia que denunciaba el Beato Pablo VI, hasta el punto de haber roto la Unidad. Los divorciados y vueltos a casar pueden acceder a la Comunión en unos países o en determinadas diócesis, mientras que en otros son rechazados. Es una situación cismática; una revolución luterana dentro de la Iglesia, que deja de ser Una y Católica, pues ya su moral no es universalmente válida.
Para finalizar podemos decir que quien defiende lo que aquí denunciamos, prostituye a la Iglesia oficial por la unión en la “libertad, hermandad e igualdad” con religiones no cristianas o cristianas no católicas. ¿Estamos asistiendo a la manifestación de la Gran Ramera por estar de lleno en el fin de los tiempos de los gentiles (Lc 21,24)?
¡Ven, Espíritu Santo! ¡Maranatha!
Moisés Jesús Aja de María
Es muy interesante lo que aquí se expone acerca del párrafo 247 de Evangelii Gaudium:
“Una mirada muy especial se dirige al Pueblo Judío, cuya Alianza con Dios jamás ha sido revocada…” (E.G. 247)
Esto choca frontalmente con lo manifestado solemnemente por el Concilio de Florencia, bajo el Papa Eugenio IV (Bula Cantate Domino), con lo enseñado por el Papa Benedicto XIV en su Encíclica «Ex Quo Primun» (párrafo 61) y con lo enseñado por el Papa Pío XII en su Encíclica «Mystici Corporis» (párrafo 12 «Al sufrir sobre la Cruz»). Y hasta me atrevería a decir que va contra lo dicho por Nuestro Señor en la parábola de «los labradores malvados».
Pero si esa afirmación de Francisco es herética, entonces llegamos a la conclusión de que el Catecismo (el Catecismo de JPII), también contiene afirmaciones heréticas:
CIC 121 El Antiguo Testamento es una parte de la sagrada Escritura de la que no se puede prescindir. Sus libros son divinamente inspirados y conservan un valor permanente (cf. DV 14), porque la Antigua Alianza no ha sido revocada.
Realmente los católicos estamos viviendo tiempos tortuosos en donde se nos hace difícil mantenernos en la Verdad.
Estimado Rubén: hay que hacer una aclaración al respecto de su pregunta. Francisco no habla con claridad, y su ambigüedad crea siempre dudas. La Alianza que sí ha sido revocada es la de Dios con el pueblo a través de Moisés. Con Abraham se conserva lo esencial y con Moisés se siguen observando los mandamientos. Pero la circuncisión de Abraham y los ritos de Moisés no tienen sentido tras la venida de Cristo. A esto se refiere el catecismo.
Puede profundizar en los siguientes artículos sobre el tema:
http://www.infocatolica.com/blog/praeclara.php/1601180300-title
https://denzingerbergoglio.com/la-antigua-alianza-no-ha-sido-revocada-los-judios-han-mantenido-su-fe-en-dios-y-deben-continuar-en-su-camino-la-iglesia-se-enriquece-con-los-valores-del-judaismo/
Un saludo cordial y bendiciones.
Muchas gracias por tu respuesta Montserrat y por los enlaces que me has indicado en ella; realmente excelente el de Infocatolica, muy amable de tu parte el habermelo proporcionado.
Por supuesto que Francisco habla ambiguamente, pero lo que es peor, muchas veces (casi que habría que preguntarse cuando NO lo hace) con errores y herejías. Que pena tener un Papa así. Recuerdo que cuando fue electo sentí una alegría inmensísima, un orgullo enorme; un connacional, un argentino, elevado al mayor cargo, a la mayor altura a la que un ser humano puede aspirar: ser Vicario de Cristo. Y ahora, después de cinco años, esos sentimientos se transformaron en vergüenza, tristeza, decepción, indignación y temor. Porque mucho temo que el liderazgo de Francisco nos lleve a la gran apostasía primero (si es que ya no comenzó, porque te encuentras con cada comentario de obispos y cardenales que hace imposible el pensar que sean sacerdotes de Cristo) y a la gran tribulación después. Dios nos ayude.
Muy buenas tus columnas Monserrat, siempre las leo. Reconforta saber que todavía hay buenos cristianos; sigue así y que Dios te bendiga por el servicio que le prestas.
Querido hermano: entiendo tu decepción por lo que comentas de tu compatriota. Pero mira, de todo hay en todas partes. En Argentina tenéis grandes personajes muy admirados y que precisamente, han ayudado y ayudan mucho a esclarecernos y hacernos caer en cuenta de los tiempos que vivimos: el padre Castellani, Antonio Caponetto, el padre jesuita Alfredo Sáenz, entre otros muchos… tienes mucho de qué enorgullecerte, estimado Rubén.
Gracias por seguirnos. Ora por nosotros, como hacemos también el equipo de Como Vara de Almendro, orando por todos nuestros lectores. Que Dios nos permita seguir siempre en el camino de la verdad.
Dios te bendiga.