Por Marco Tosatti en Stilum Curiae
Asianews, el periódico en línea liderado por el padre Bernardo Cervellera, del glorioso PIME, el Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, publicó ayer una carta abierta a los obispos del mundo a fin de detener un posible acuerdo entre la Santa Sede y China que parece inminente y que se ha discutido tanto en los últimos días.
Este es el enlace, en inglés y chino, de la carta, para leerla y finalmente unirse.
Los primeros signatarios son profesores, abogados y activistas de derechos humanos. Como escribe Asianews, el acuerdo, en los términos actuales, del cual los signatarios conocen obviamente los elementos, sería «un error deplorable e irreversible». Por lo tanto, la carta pide detener la firma del acuerdo y restablecerlo con garantías precisas sobre la libertad del pontífice para nombrar obispos y con garantías de una verdadera libertad religiosa para los cristianos y la sociedad.
Stilum Curiae no ha seguido de cerca el desarrollo de las negociaciones; pero existe el temor, compartidao con no pocas personalidades de la Iglesia que habrían varios elementos en juego en este asunto. El primero sería el deseo de algunos de los responsables de lograr el éxito personal. El segundo: el deseo del Pontífice, como sucedió con el encuentro con el Patriarca de Moscú y todas las Rusias, de mostrar que su política obtiene resultados donde para sus predecesores no fue posible; y, por supuesto, el deseo, presente en todo diplomático, tanto en el campo religioso como en el civil de vincular su nombre a un acuerdo. Cuando comencé a ocuparme del Vaticano hace muchos años, un amigo de la Secretaría de Estado, lamentablemente desaparecido, me dijo, hablando de China y de la Santa Sede: «Si la paciencia de los chinos es infinita, la de Casaroli es eterna». Casaroli fue obviamente el cardenal Secretario de Estado de Juan Pablo II. El hombre del ost-politik, ciertamente no sospechoso de simpatías reaccionarias, o de ninguna apertura hacia los regímenes comunistas. Sin embargo, en China y en la libertad de la Iglesia fue diamantina. Con todo respeto a Monseñor Sorondo y las otras porristas animadoras, las nuevas reglas justo entran en vigor sobre religiones y libertades no parecen ofrecer mucha esperanza en lo que es el país más grande del mundo gobernado por una dictadura. Que el espíritu del cardenal Agostino Casaroli inspire a la Tercera Logia en estos días …
Carta abierta a las Conferencias Episcopales Católicas en el mundo sobre el posible acuerdo entre la Santa Sede y el Gobierno de la República Popular de China.
Eminencia y excelencia reverendísima,
somos un grupo de católicos. Recientemente, surgieron algunas noticias que indican que la Santa Sede y el gobierno de la República Popular de China pronto llegarán a un acuerdo sobre la cuestión del nombramiento de obispos, así como sobre el reconocimiento de siete «obispos» ilícitos. Estamos profundamente conmocionados y molestos. Con nuestro amor y apoyo a la Santa Madre Iglesia, esperamos que usted y todas las conferencias episcopales estén atentos a estos acontecimientos.
Según la enseñanza de la Santa Madre Iglesia, los obispos son los sucesores de los apóstoles, con el deber de guiar y cuidar del rebaño: «La Iglesia es apostólica: está edificada sobre bases duraderas: los doce apóstoles del Cordero (Ap. , 14). Es indestructible (Mateo 16.18); está infaliblemente preservado en la verdad; Cristo lo gobierna a través de Pedro y los demás Apóstoles, presentes en sus sucesores, en el Sumo Pontífice y en el Colegio de Obispos «(Catecismo, 869). Todos los obispos deben ser designados por el Sucesor de Pedro, el Santo Padre, el Papa. Y deben ser hombres de
«El derecho de nominar y constituir obispos es propio, peculiar y exclusivo en sí mismo de la autoridad eclesiástica competente. Por lo tanto, para defender debidamente la libertad de la Iglesia y promover el bien de los fieles de manera más adecuada y conveniente, este santo Consejo vota que, en el futuro, las autoridades civiles ya no tendrán derechos o privilegios de elección, nombramiento, presentación. o designación en la oficina episcopal «(Christus Dominus, n.20).
Sin embargo, los siete «obispos» ilícitos no fueron nombrados por el Papa, y se discute su sobre integridad moral. No gozan de la confianza de los fieles y nunca han expresado su público arrepentimiento. Si son reconocidos como legítimos, los fieles de China se verían imbuídos en la confusión y el dolor y se crearía un cisma en la Iglesia en China.
Entendemos que la Santa Sede desea evangelizar a China de manera más efectiva. Pero estamos profundamente preocupados con la idea de que el acuerdo pueda crear daños irremediables. El Partido Comunista de China, bajo el liderazgo de Xi Jinping, ha destruido cruces e iglesias varias veces, y la Asociación Patriótica mantiene su control de la Iglesia con mano dura. La persecución religiosa nunca se detuvo. Xi también dejó bien claro que el Partido fortalecerá su control sobre las religiones. De esta manera, no hay posibilidad de que la Iglesia pueda disfrutar de una mayor libertad. Además, el Partido Comunista Chino tiene una larga historia de incumplimiento de sus promesas. Nos preocupa que el acuerdo no solo no garantice una libertad limitada y muy deseada por la Iglesia, sino que también dañará la santidad, la catolicidad y la apostolicidad de la Iglesia, y será un ataque contra el poder moral de la Iglesia. La Iglesia ya no puede tener la oportunidad de disfrutar de la confianza de la gente y ser «como el fermento y casi el alma de la sociedad humana, destinada a renovarse en Cristo y convertirse en una familia de Dios» (Gaudium et Spes, 40).
En su exhortación apostólica Evangelii Gaudium, nuestro amado Papa Francisco escribe:
«A veces me pregunto quiénes son los que en el mundo actual realmente se preocupan por dar a luz a los procesos que construyen una nación, más que de los resultados inmediatos que producen un rendimiento político fácil, rápido y efímero, pero no construyen la plenitud humana. … El Señor mismo durante su vida terrena hizo entender muchas veces a sus discípulos que había cosas que aún no podían entender y que era necesario esperar al Espíritu Santo (cf. Jn 16,12-13). La parábola del trigo y la cizaña (Mt 13: 24-30) describe un aspecto importante de la evangelización, que es mostrar cómo el enemigo puede ocupar el espacio del Reino y causar daño con las malas hierbas, pero es ganada por la bondad de grano que se manifiesta con el tiempo «(224-225).
El Espíritu de Dios a veces no nos permite proceder (ver Hechos 16: 6). Si bien el poder del mal está creciendo, el tiempo le pertenece a Dios. Al depositar nuestra confianza en el Señor, la noche oscura puede pasar. Apresurarse por un resultado inmediato, al dar un paso en falso, puede llevar al fracaso total.
Su Santidad siempre ha estado atento al sufrimiento de los cristianos perseguidos. Él dijo una vez:
«Los sistemas legales, estatales o internacionales, están llamados a reconocer, garantizar y proteger la libertad religiosa, que es un derecho intrínsecamente inherente a la naturaleza humana, a su dignidad de ser humano libre, y también es un indicador de democracia saludable y de las principales fuentes de la legitimidad del estado «. «Es motivo de gran dolor para mí constatar que los cristianos en el mundo sufren en mayor cantidad tal discriminación. La persecución contra los cristianos de hoy es aún más fuerte que en los primeros siglos de la Iglesia, y hay más mártires cristianos que en ese momento «[1].
Creemos que la persecución de los cristianos en China duele a Su Santidad. Por esta razón, instamos a que cada acuerdo se base en la protección de la libertad religiosa y termine con el fin de la persecución religiosa. Lamentablemente, a comienzos de febrero se pusieron en marcha reglamentos nuevos y revisados sobre actividades religiosas, que permiten un mayor control sobre las religiones. De esto no podemos ver ninguna posibilidad de que el acuerdo inminente pueda garantizar que el gobierno chino detenga su persecución contra la Iglesia y sus violaciones de la libertad religiosa.
Su Eminencia, reverendísimo, esperamos que usted, sus hermanos y su rebaño continúen orando por la comunión de la Iglesia en China, así como por su ministerio pastoral. Con el amor hacia el pueblo de Dios, le pedimos que haga un llamamiento a la Santa Sede: por favor, reconsidere este acuerdo, y deténgase antes de cometer un error deplorable e irreversible.
¡Que Dios Todopoderoso bendiga a la Iglesia en China!
¡Santos Mártires de China, rogad por nosotros!
Los primeros signatarios son profesores universitarios, conferenciantes, investigadores, activistas de derechos humanos y abogados:
- Dr. Kenneth Ka-lok Chan (Hong Kong)
- Prof. Joseph Yu-shek Cheng (Hong Kong)
- Mr. Yiu-leung Cheung (Hong Kong)
- Dr Rodney Wai-chi Chu (Hong Kong)
- Dr. Martin C. K. Chung (Hong Kong)
- Mr. Yan-ho Lai (Hong Kong)
- Dr. Wing-kwan Lam (Hong Kong)
- Dr. Lisa Yuk-ming Leung (Hong Kong)
- Mr. Kwok-ming Ma (Hong Kong)
- Mr. Chit-wai John Mok (Irvine, US)
- Dr. Yik-fai Tam (San Francisco, US)
- Prof. Wai Ting (Hong Kong)
- Mr. Yiu-ming To (Hong Kong)
- Mr. Benedict Rogers (London, UK)
- Mr. Patrick Yu (Northern Ireland, UK)
Artículo original de Marco Tosatti en Stilum Curiae
Traducido por Montse Sanmartí para Como Vara de Almendro.
Bergoglio y su banda de forajidos NO VAN A DETENERSE NI CLAUDICAR EN SU PLAN!!! QUIEN DETIENE A ESTA GENTE??