POR RORATE CAELI. 2 de Junio de 2017.
El Cardenal Cupich ha escrito el prólogo para una nueva traducción al Inglés del folleto del Cardenal Coccopalmerio, “Un comentario sobre el Capítulo Ocho de Amoris Laetitia”, publicado completo previamente en Rorate en Abril.
En su respaldo al Folleto de Coccopalmerio para laextensa defensa del adulterio para los divorciados vueltos a casar, Cupich cita un artículo de Rocco Buttiglione definiendo Amoris Laetitia como un “desarrollo de la doctrina y lo que significa para los Papas el ejercer su divinamente concedido poder Petrino, divinamente concedido, para atar y desatar de diferentes maneras y en diferentes circunstancias históricas”.
“Honrado de escribir el prólogo para el libro del cardenal Coccopalmerio sobre Amoris Laetitia”
Cupich sugiere que la nueva enseñanza de Franci
sco sobre el sexo y los sacramentos marca “nuevas oportunidades para recuperar ciertas verdades que estaban dormidas”, acerca de la enseñanza de la Iglesia sobre la conciencia y, mitigando las circunstancias, tal como “en lo que se refiere al trato de algunas así llamadas, situaciones irregulares, se requiere un acercamiento pastoral que tome en consideración tanto los aspectos generales como los individuales de la vida de una persona”.
Para entender el tratamiento de la conciencia en Amoris Laetitia, el cardenal Cupich recomienda también sobre el tema, un artículo del p. James Keenan, un activista LGBT y promotor del uso del condón, quien incluso testificó públicamente en contra del proyecto de ley de Massachusetts definiendo el matrimonio, unión de un hombre y una mujer, como “contrario a la enseñanza de la Iglesia Católica sobre justicia social”. Dado que Cupich está apoyando también, por cierto, la Santa Comunión para quienes llevan un estilo de vida homosexual activo, todo esto no debería ser una sorpresa.
Los comentarios de Cupich acerca de “atar y desatar” respecto al matrimonio y al adulterio se desprenden también de dos inquietantes frases del Sínodo sobre la Familia en 2015:
“Otros, para el camino de penitencia, intentan un proceso de clarificación y de una nueva dirección, después del fracaso experimentado, acompañados por un presbítero delegado… [quien] puede lograr una evaluación tal para hacer uso del poder de atar y desatar de una manera adecuada a la situación”. – 2015 Instrumentum Laboris, 123
“Moisés se acercó a la gente y dio una opción. Hoy igualmente, la ‘dureza de corazón’ se opone al plan de Dios. ¿Puede Pedro no ser misericordioso como Moisés?” – Cardinal Lacunza Maestrojuan en el Sínodo Ordinario en 2015.
Por Andrew Guernsey. Rorate Caeli
Traducción de Como Vara de Almendro
https://rorate-caeli.blogspot.com/2017/06/cupich-in-al-francis-exercises-divinely.html
En primer lugar este personaje no es el papa legítimo.
En segundo lugar, todo papa legítimo tiene el deber de custodiar el depósito de la fe. Y si se le ocurriera distorsionar la doctrina, confundir, crear división, y cometer herejías; automáticamente dejaría de ser papa, se autoexcomulgaría. (Latae Sententiae).
Por lo tanto, en el supuesto caso que Francisco fuera el papa legítimo, ya estaría excomulgado hace tiempo, pero vivimos dentro del período denominado «Fin de los Tiempos», los cuales se caracterizan por una Apostasía general, que incluye desde el máximo dirigente de la Iglesia como nos dijo la Virgen en Fátima en su tercer secreto, pasando por casi la totalidad de los consagrados, hasta los laicos que se dejan llevar como ciegos hacia el abismo, y que actualmente forman el 90% de la Iglesia Católica.
2ª Tes 2: el hombre inicuo no puede usurpar el trono sagrado hasta que no sea quitado de el aquel que se lo impide. Benedicto, es el KATEJON. (Papa legítimo).
Es necesario que pasemos por la gran prueba que describe el catecismo 675.
2ª Tes 2: Dios permite este engaño para que se condenen todos aquellos que rechazaron a su Hijo que los habria salvado.
Y al decir, rechazaron a su Hijo, se refiere a todos los que no quieren OBEDECER a Dios. A todos los que no quieren cumplir sus Mandamientos.
Romanos 13,10: Amar es cumplir los Mandamientos.