El arzobispo de San Luis se resiste a la ley que exige que los católicos contraten a activistas del aborto: «No vamos a cumplir»
ST. LOUIS, Missouri, 24 de mayo de 2017 (LifeSiteNews) –
La archidiócesis católica de San Luis, dirigida por el reverendo Robert J. Carlson, ha trazado una línea en la arena para la protección de la vida humana inocente.
En febrero, la ciudad aprobó la Ordenanza 70459, que tipifica como delito la «discriminación» contra quienes han tenido abortos o están planeando un aborto, y contra quienes defienden la «salud reproductiva».
El arzobispo Carlson calificó el paso de la Ordenanza 70459 como de «un momento terrible» para St. Louis. «Como ciudad residente y líder de la religión organizada más antigua de la región, me indigna que la Junta de Concejales de la Ciudad de St. Louis haya consagrado en la ley una ordenanza que crea un ‘santuario’ para la despreciable práctica del aborto», dijo en una declaración pública.
«Las leyes de la Ciudad de St. Louis ahora protegen y promueven activamente la matanza de los niños por nacer, negándoles así su humanidad y su propia existencia».
La Thomas More Society presentó una demanda el lunes contra la ordenanza pro-aborto en nombre de Carlson y sus escuelas primarias arquidiocesanas, casas de maternidad de Nuestra Señora Inn para mujeres embarazadas, y O’Brien Industrial Holdings.
La demanda legal dice que la ordenanza de la ciudad viola la libertad de expresión constitucional, la libertad de religión, el derecho a la asociación expresiva, el debido proceso y la igual protección, así como varias leyes estatales, incluyendo la Missouri Religious Freedom Restoration Act.
«Esta ordenanza no exime a las personas con objeciones religiosas, morales o éticas al aborto de ninguna manera, e incluso para las organizaciones religiosas que califiquen, la exención para el empleo … es extremadamente limitada … vaga e indefinida», dijo Thomas More Society Special Counsel Sarah Pitlyk. «Eso es inconstitucional y viola directamente la ley federal y estatal».
Además, la ordenanza prohíbe «a las organizaciones cristianas y a los individuos cuyas enseñanzas consideran que el aborto es un pecado grave, negarse a vender o alquilar propiedades a individuos u organizaciones corporativas que promuevan o proporcionen abortos».
La ley de la ciudad también busca «obligar a las empresas privadas a incluir la cobertura del aborto en sus planes de salud de los empleados, a pesar de las objeciones sinceras de los propietarios de las empresas (cristianas)», dijo el comunicado de Thomas More.
La Arquidiócesis de St. Louis tiene 112 escuelas elementales católicas y educa a más de 23,000 estudiantes en jardín de infancia a octavo grado. Un portavoz de la arquidiócesis dijo a LifeSiteNews que dicha ordenanza para la ciudad sería desastrosa para mantener la fidelidad de sus escuelas al Evangelio.
Bajo la ordenanza municipal, «nuestras escuelas católicas no podrán negarse a contratar y no podrán disciplinar a los profesores de religión que apoyan públicamente el aborto dentro o fuera del aula, a pesar de que es un pecado grave bajo la enseñanza católica», dijo el portavoz a LifeSiteNews.
El arzobispo fue aún más lejos en sus comentarios públicos. «St. Louis ha optado por seguir el camino de promover la muerte, la represión, el resentimiento, la división y el egoísmo en lugar de promover la vida, la unidad, la caridad, la libertad y la bondad», acusó.
La nueva ley obliga a las personas de fe a facilitar el pecado, según el arzobispo. «Esta horrible legislación obligará ahora a los residentes de la ciudad a ser participantes renuentes [involuntários?] [forzados, obligados?] [reacio?] en el negocio del aborto, exigiendo que los dueños de negocios e individuos aprueben tácitamente cualquier decisión de salud reproductiva tomada por sus empleados o inquilinos», dijo.
Carlson, en nombre de todos los católicos bajo su cuidado pastoral, juró ejercer la desobediencia civil contra la ordenanza. «Permítame ser perfectamente claro: la Arquidiócesis de St. Louis y sus organismos y ministerios afiliados no cumplirán con esta ley opresiva».
Uniéndose a la lucha contra la ordenanza pro-aborto de la ciudad está la Casa de Maternidad de Nuestra Señora Inn, que cuida a las madres embarazadas sin hogar ya sus hijos. Nuestra Señora Inn les da refugio y les ayuda a alcanzar objetivos educativos, obtener empleo y asegurar una vivienda estable. El ministerio de 35 años ha ayudado a 6.000 mujeres en embarazos de crisis a superar la presión del aborto de novios, padres y abuelos y elegir la vida de sus bebés.
El empresario cristiano Frank O’Brien también se unió a la demanda. O’Brien Industrial Holdings es una de las compañías de más rápido crecimiento de INC 5000 en los Estados Unidos. Sus negocios incluyen a Christy Refractories Company, Christy Catalytics Company, Christy Catalytics Shanghai, Christy Industrial Services y Christy Minerals.
El arzobispo Carlson, un pro-campeón de la vida, habló claro y directo [sin rodeos] en contra de la nueva ley de la ciudad o sus partidarios pro-aborto. «El pasaje de este vil proyecto de ley ha sido anunciado erróneamente como un éxito para las mujeres por las organizaciones equivocadas como NARAL y Planned Parenthood. La aprobación de este proyecto de ley no es un hito del éxito de nuestra ciudad. Es más bien un marcador del abrazo de nuestra ciudad de la cultura de la muerte «.
Carlson dijo que la lucha no es sobre credo o color, sino sobre la humanidad. «Doy la bienvenida a cualquier persona, de cualquier fondo de fe, color, credo o nacionalidad, para unirme a apoyar, promover y proteger a los niños, las mujeres, las familias y la vida misma», dijo. «En esta invitación, hago eco de las palabras del Papa San Juan Pablo II: » ¡La vida será victoriosa! «
Traducción María Isabel Cañete
Para Como Vara de Almendro
