Por Antonio Socci
Querido Padre Bergoglio (como a usted le gusta ser llamado),
Cada día busco ansiosamente – entre sus numerosas intervenciones – cualquier cosa bella, clara, no ambigua, no parcial, que pueda ser valorada y relanzada. Y casi a diario quedo desilusionado.
He visto apenas su vídeo mensual para la Red mundial de oración. Está dedicado a los jóvenes. Nunca, digo nunca, ni por asomo nombra usted a Jesús. Nunca, ni siquiera por equivocación, ni como ejemplo de un gran hombre.
Así pues, usted invita a los jóvenes a “MOVILIZARSE POR LAS GRANDES CAUSAS DEL MUNDO”. Pero ¿que no el Papa debería hacer un llamado a los jóvenes a empeñarse más bien por LA GRAN CAUSA DE DIOS y por la SALVACIÓN DE LAS ALMAS, por LA SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD?
¿No debería señalar en Cristo la “perla preciosa” a buscar y abrazar para hacer florecer la propia vida?
¿No es acaso la salvación de las almas, la ley suprema de la Iglesia? Jesús ha dicho: Pues ¿qué aprovecha al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma? (Lc 9, 25). Entonces, ¿acaso no es para encontrar y conocer a Jesús – nuestra salvación- que somos llamados? ¿No es Él el sentido de la vida?
En estos años de gran apostasía, cuando parece que la semilla de la fe cristiana ha desaparecido, en toda la tierra, ¿se puede asistir inertes, sin hacer un llamado a los jóvenes para seguir a Cristo y dar un testimonio valeroso de Él?
A Él, no a las causas del mundo. De hecho, ¿Qué no era el propio Jesús quien se ponía a Sí mismo (la salvación) por encima del Mundo?
Jesús dijo: Esto os lo he dicho para que tengáis paz en mí; en el mundo habéis de tener tribulación; pero confiad, ¡YO HE VENCIDO AL MUNDO!” (Jn 16, 33). Usted en cambio invita a los jóvenes a “movilizarse por las grandes causas del mundo”.
He aquí las palabras que usted, papa Bergoglio, ha dirigido a los jóvenes:
“Sé que ustedes, jóvenes, no desean vivir en la ilusión de una libertad que se deja arrastrar por las modas del momento, que apuntan hacia arriba. ¿Es así o me equivoco? ¡No dejen que otros sean los protagonistas del cambio! ¡Ustedes jóvenes son quienes tienen el futuro! Los llamo a ser constructores del mundo, de ponerse a trabajar por un mundo mejor. Es un desafío, sí, es un desafío. ¿Lo aceptan? Oren conmigo por los jóvenes, para que sepan responder con generosidad a la propia vocación, movilizándose por las grandes causas del mundo”.
Usted alinea una cantidad de banalidad “políticamente correcta” que hacen caer los brazos. Retórica juvenil sin contenido, excepto aquel – precisamente – del mundo. Porque usted no anuncia que Jesucristo es la salvación.
Qué abismo hay entre sus palabras y las que el gran Juan Pablo II dijo a dos millones de jóvenes venidos a Tor Vergata para el Jubileo del 2000:
“En realidad, es Jesús a quien buscan cuando sueñan con la felicidad; es Él quien los espera cuando nada de lo que encuentran les satisface; es Él la belleza que tanto les atrae; es Él quien los provoca con aquella sed de radicalidad que no les permite conformarse con el compromiso; es Él quien los empuja a dejar las máscaras que hacen falsa la vida; es Él quien lee en sus corazones las decisiones más auténticas que otros querrían sofocar. Es Jesús quien suscita en ustedes el deseo de hacer de su vida algo grande, la voluntad de seguir un ideal, el rechazo a dejarse atrapar por la mediocridad; el coraje de empeñarse con humildad y perseverancia para mejorarse a sí mismos y a la sociedad; haciéndola más humana y fraterna”.
https://www.youtube.com/watch?v=ptVVbT2TJkk
Antonio Socci
Traducción de Como Vara de Almendro
http://www.antoniosocci.com/papa-bergoglio-perche-evita-parlare-gesu-ai-giovani/#more-5859
ANTONIO SOCCI, CREO QUE TU APRECIACIÓN SOBRE LA LABOR DEL PAPA BEGOGLIO, ES TOTALMENTE ERRÓNEA, PUES TODOS HEMOS OÍDO QUE EL SANTO PADRE, DESDE QUE RECIBIÓ EL NOMBRAMIENTO, LES HABLA A LOS JÓVENES DE CRISTO, Y LOS INVITA A QUE HAGAN ESCÁNDALO, EL BUSCA PREDICADORES DE ZAPATILLAS Y LIVIS, DE MANERA QUE CREO QUE TU NO HAZ PUESTO ATENCIÓN AL LLAMADO DEL PAPA, Y LO CRITICAS, PORQUE NO ERES CATÓLICO, SEGURAMENTE ERES DE ESOS SECTARIOS, PROTESTANTES QUE TODO LO VEN MAL EN EL PAPA, ERES DE ESOS POBRES QUE HACEN EVALUACIONES ESTÚPIDAS Y QUE CREEN QUE CON ESO SE ENALTECEN Y CREES QUE ESO TE HACE MEJOR……. PELADO IGUALADO….. ESO Y MAS ES LO QUE MERECES….
Creo que no hay más ciego que el que no quiere ver. Ese ¡Hagan lío! de Francisco al que alude, no tiene nada que ver con las palabras de Jesús. Al joven rico le dijo Cristo, anda, vende lo que tienes y sígueme. ¿Acaso le dijo, vaya a hacer lío? Nadie como Socci ha sido la voz que ha clamado en el desierto, desde 4 años para acá. También, antes de su pontificado, otro «sectario protestante», según sus propias palabras, don Antonio Caponnetto, ya denunciaba lo que se nos venía encima con su libro «La Iglesia traicionada» y que me estoy leyendo por estos días, y con ganas de poder leer el siguiente, «NO LE CONOZCO. Del iscariotismo a la apostasía». Usted parece una persona muy conocedora de todo lo que hace y dice Francisco. Díganos en cuántas ocasiones ha llamado a la juventud a vivir como Cristo nos dice en el Evangelio. Ponga aquí las citas, porque la verdad se defiende sola y es fácil atacar lo que no se conoce, solo hablando por hablar.
Así mismo, ya que llama a don Antonio Socci sectario, protestante, y en pocas palabras, fariseo, trate de leer el siguiente artículo de Anotinio José Sánchez Sáez, donde se abren los ojos a aquellos que nos acusan a nosotros de fariseos por decir las verdades que muchos parecen no querer escuchar.
https://comovaradealmendro.es/2016/11/quienes-los-fariseos-hoy/
¡Qué facil es hablar de lo que se desconoce y emitir juicios rápidos sin profundizar! ¡Cuántas sorpresas se llevarán algunos!
Para mí está clarísimo, como el AGUA, lo que denuncia y anuncia el escritor, vaticanólogo y apologeta de la fe católica Antonio Socci, italiano, salta a la vista por su apellido. Como también está muy claro lo que anuncia y denuncia sobre la actual crisis de la Iglesia el Dr. Antonio Caponnetto, argentino de antecedentes transalpinos, como buen argentino y según reza su primer apellido. Sin embargo, a mi modo de ver las cosas, son abrumadora mayoría los pastores de la Iglesia (cardenales, obispos, presbíteros…) que defienden la «grandeza» del pontificado de Jorge Mario Bergoglio, esto es, su plena ortodoxia católica. Entonces, así las cosas, no pueden ser sino también abrumadora mayoría los seglares que, siguiendo la guía de esos pastores «fieles al magisterio de Bergoglio», nos acusan de protestantes y de enemigos de la Iglesia a los que tenemos, cada uno desde su cuerda o tecla eclesial y desde sus particularismos biográficos (esto es, en mayor o menor medida, más fundamentadas o menos), dudas, perplejidades y toda clase de asombros ante este pontificado que juzgamos, luego de 4 largos años salpicados de toda clase de «sorpresas», como «heterodoxo, ambiguo, líquido, relativista, antropocéntrico y no cristocéntrico, irenista, humanista, laicista, mundano, complaciente con la masonería…».
Solo que -toquemos asimismo madera-, si en verdad estamos equivocados en nuestras apreciaciones y críticas eclesiales y viene a resultar que, como dicen de nosotros tantos «piadosos» católicos que cierran filas en torno al papa Francisco, criticamos a este porque no amamos a la Iglesia lo suficiente y somos por tanto como protestantes (o en palabras del propio «padre Jorge», somos «pelagianos, hipócritas, rigoristas, con cara de pepinillos en vinagre, rezadores de Rosarios»…), Dios sabrá perdonarnos, porque al menos, aunque al final errados, hemos procurado no ser tibios, a los que Dios, por cierto, suele vomitar de su boca.
Gracias por su comentario, Alisiosaruquenses. Me ha gustado sobretodo lo del final. No me veo sentada viendo pasar la vida sin hacer nada ante la apostasía. Espero, como bien dice ud. que cuando venga Dios a juzgarme, sepa ver que quise pelear los nobles combates de la fe, aun pudiéndome equivocar, puesto que no soy Dios, pero con la convicción de estar haciendo lo que mi conciencia me pide, que es gritar, como Santa Catalina de Siena. Le agradezco infinito sus palabras que me alientan más, si cabe, en este camino emprendido para la gloria de Dios y la salvación de las almas.
Dios le bendiga.
En definitiva, considerando la luz sobre la actualidad de la Iglesia en general y sobre el pontificado de Jorge Mario Bergoglio en particular que arrojan vaticanistas de la talla de Antonio Socci, Roberto de Mattei o Sandro Magister, y asimismo considerando la aportación de bitácoras como esta tan oportunamente llamada «Como vara de almendro», y otras que me vienen ahora a la mente («Wanderer», «In Exspectatione», «Adelante la Fe», «Enraizados en Cristo», «Nacionalismo católico San Juan Bautista», e incluso «Infovaticana» sobre todo a través de algunos de sus más activos foristas siempre atentos a comentar en las frecuentes entradas publicadas en la citada bitácora; y de paso aprovecho para pedir que me perdonen el no citarlas otras bitácoras que conozco y que incluso leo muy críticas con este pontificado bergogliano), es sencillamente imposible ponderar que el pontificado de Jorge Mario Bergoglio está siendo positivo para la Iglesia. A este respecto, empero, no se me esconde que algunos dizque teólogos diletantes y heréticos sí que aplauden a Bergoglio, pero en mi opinión las tesis y opiniones de tales teólogos progreeclesiales palidecen sin remedio ante las tesis de alguien como el filósofo, historiador, profesor, apologeta católico y excelente poeta Antonio Caponnetto, quien ya en su libro publicado en 2009 «La Iglesia traicionada» daba cuenta de la deriva heterodoxa y anticrística del entonces cardenal arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio. Dramáticamente, ocho años transcurridos desde esa publicación hasta su nuevo libro titulado «No lo conozco. Del iscariotismo a la apostasía», dan la razón plenamente al Dr. Caponneto: el papa Francisco, que debería ser el testigo número uno del Crucificado y Resucitado en su calidad de sucesor de Pedro, da muestras, un día sí y otro también, de desconocer la verdadera figura de Cristo, nadando siempre en la ambigüedad, la heterodoxia y la blasfemia, o incluso de negarlo ante el mundo, que sin embargo sigue aplaudiendo a Bergoglio, al que poco menos que considera «su» Papa.
Ciertamente, el drama de esta Iglesia sumida y despellejada por la Gran Apostasía, empezando `por su cúspide. De manera que siendo así las cosas, a mí al menos no me extraña que una mayoría de pastores sean lo que yo llamo pastores HAB: hipócritas, apóstatas, burócratas. Y que justamente también por esta Gran Apostasía que demuele y desolla viva a la Iglesia, una mayoría de seglares sean igualmente apóstatas, burócratas antimilitantes, trepas, carreristas, antinatalistas, mediocres políticamente correctos, tibios (a los que Dios suele vomitar de su boca), progres, laicistas mundanos…
Por último, como broche o guinda para este breve artículo casi ni que añadir habría que recomiendo vivamente la lectura de los sitios de Internet citados, los artículos de los vaticanistas citados, y por supuesto las obras y los vídeos subidos a Internet del argentino Dr. Antonio Caponnetto. Sé que es nadar contracorriente recomendar los contenidos de los sitios y autores citados, en pleno imperio social, cultural y mediático del neopaganismo, la descristianización, el abisal vacío de valores y la proclama de las propuestas y corrientes literarias más amigas del hedonismo y la decadencia, pero nobleza obliga -con el permiso del colombiano-mexicano Fernando Vallejo, ateo, homosexual, anticatólico visceral y anticristo incluso, y asimismo animalista y sobre todo escritor genial, ergo cuyos desmesurados talentos literarios no niego-: «Ay de mí si no evangelizara…» «¿De qué le vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?»
Gracias, Alisios. Comparto su visión. Oremos fuerte. Estamos en un año muy especial, 2017, centenario de Fátima, no creo que sea casual todo lo que está sucediendo. Nuestra Señora de Fátima nos ayude a seguir, como dice, evangelizando, porque ay de nosotros si estamos callados ante lo que vemos y permanecemos como aquel hombre de la parábola, guardando el talento por temor a perderlo, sin buscar ganancias, en este caso, ganancias de tantas almas que se pierden por no hablarles clarito. Los jóvenes son el futuro de nuestra sociedad y ellos los más necesitados y hambrientos de Dios. Y se les da bazofia como alimento. Por eso, gritemos, gritemos con Santa Catalina, porque por callar, está el mundo podrido. Dios nos ha permitido vivir en este tiempo, él sabe por qué. Pero de estos dones que nos ha dado, si los guardamos, nos pedirá muchas cuentas.
Saludos cordiales.
Un abrazo, Montse, besos.
Gracias por la oportunidad.
Estimada Montserrat:
Casi lo que me causa más dolor es que se me acuse a mí mismo de protestante por poner de manifiesto las heterodoxias, ambigüedades, imprudencias y «traiciones» a Cristo y a su Iglesia del papa Bergoglio, ¡cuando es Francisco el que está protestantizando y demoliendo la Iglesia a pasos agigantados! Y que tales acusaciones procedan de personas que se las dan de excelentes católicas que, empero, a mi juicio, demuestran que no tienen ni pajolera idea de lo que está dramáticamente aconteciendo en esta Iglesia; como si ocultaran la cabeza bajo el ala, como el avestrús, como si miraran para otro lado, como si no fuera con ellos la cosa, ¡parecen tibios!
Que se me diga que tengo muchos defectos y pecados, vamos, toda clase de imperfecciones, lo acepto, ¡qué remedio!, pero que se me acuse de protestante justamente por querer ser católico… Es el mundo al revés, es el colmo de los colmos, son todos los engaños de Satanás, el príncipe de este mundo y de la mentira, Satán, el acusador, el mentiroso.
Un abrazo en Cristo, la Iglesia y María Virgen.