Estoy listo para ser perseguido, calumniado, ridiculizado, insultado, injuriado por Cristo.
Porque como dice San Pablo:
«Por lo cual me complazco en las enfermedades, en los oprobios, en las necesidades, en las persecuciones, en los aprietos, por Cristo; pues cuando parezco débil, entonces es cuando soy fuerte» (2 Cor. 12, 10).
Fray Cristóforo