De los padres del desierto.
“El abad Antonio le dice al abad Amun: ‘harás muchos progresos en el temor de Dios’. Después lo conduce fuera de la celda y le muestra una piedra: ‘Ponte a injuriar a esta piedra’, le dice, ‘y golpéala sin detenerte’. Cuando Amun hubo terminado, San Antonio le preguntó si la piedra le había respondido algo. ‘No’, dice Amun. ‘¡Y bien!, también tú’, añade el anciano, ‘debes lograr esta perfección y pensar que no se te hace ninguna ofensa’”.
Perdona a quien te ha ofendido hoy. Tendrás una gracia que ni siquiera imaginaste.
Fray Cristóforo