Se cumple un año ya desde la tristísima profanación del Vaticano, motivo por el cual queremos tener un recuerdo especial hacia nuestra Madre, María Inmaculada, patrona de todos sus hijos, los devotos de su pureza virginal desde su concepción. Como Vara de Almendro la tiene por patrona y protectora y nos parece un buen momento para desagraviarla en este día, recordándola de un modo especial desde esta bitácora. Evocamos con profundo dolor ese primer aniversario del desprecio y de la humillación que se le hizo tal día como hoy, al obviarla y relegarla al más absoluto de los mutismos en su mayor fiesta.
A muchas personas, el Espectáculo Proyección «Fiat Lux, Iluminando la Casa Común» les pareció una exhibición maravillosa. Y es que, lo que fue decir espectacular, al más puro sentir del mundo, no podemos engañarnos. Lo fue. Un espectáculo nunca visto en el Vaticano, ni nunca imaginado por mente humana. ¿Quién lo ideó? ¿Mente angélica de las obscuridades más profundas……? Desde luego, ni una sola alusión a Dios, a María Inmaculada, a la sacralidad de la vida humana desde el primer momento de su concepción, ningún recuerdo a la santidad de vida, a la salvación eterna……vamos, lo repito, muy bellas imágenes, desde luego, pero para cualquier espectáculo o documental de naturaleza, como los de National Geographic. Nada que ver con lo que se cabría esperar de un lugar santo como el Vaticano. Es decir, una profanación en toda regla. Y sino, vayan al diccionario de la RAE y busquen la definición de profanación, para ver que eso fue lo que se perpetró en el Vaticano el 8 de diciembre de 2015.
Algunos me dirán: «¡Montse, que exagerada eres, si fue un espectáculo de lo más hermoso, la madre tierra en todo su esplendor, los animales, las montañas, las pantas, el hombre, las religiones hermanadas…….»! Pero me sigo preguntando, por qué se ha profanado el símbolo de la cristiandad, el referente para cualquier católico, el Vaticano, donde fuera martirizado San Pedro y por qué el 8 de diciembre, fiesta de la Madre de Dios, La Inmaculada, la sin mancha, la Madre de sus hijos, la Reina de Cielos y tierra…… por qué a Ella no se la nombró ni por asomo, en un recinto donde se supone que Ella es la más grande, después de su Hijo, Cristo Jesús. Ella es, tal como decimos en el quinto misterio de gloria del Santo Rosario, «Coronada como Reina y Señora de todo lo creado». Se escoge ese día para proyectar tantas imágenes llenas de luz y color, imágenes de la creación, sin aludir a su Reina y Señora, con un marketing que es de todos bien conocido, el de la sensibilidad barata, hipnotizando al personal menos instruido a la hora de detectar el mal en esta injuriosa ceremonia sincrética. Porque, señores míos, la proyección millonaria sufragada por el Banco Mundial, fue una apología del sincretismo de lo más sutil. Después de la «encíclica» Laudato Si, el terreno estaba bien abonado y todos de cuatro patas se metieron de lleno en este «carrusel hacia la felicidad mundana» que invita a «amar a la tierra como a uno mismo», llevando a muchos a una empanada mental, de mezclas ideológicas nuevaeurísticas y gnosticistas que nada tienen que ver con el Evangelio predicado por Cristo.
Entonces, ¿quiénes están detrás de esta proyección mezcla New Age, mezcla pagana? Vamos a tratar de recordar más sobre este tema, porque nada es casual. El montaje de millones dólares titulado “Fiat Lux: Iluminar nuestro hogar común” fue creado y financiado por los partidarios del cambio climático y los defensores del control de la población con el objetivo de “educar e inspirar el cambio en torno a la crisis climática a través de generaciones, culturas, lenguas, pseudoreligiones y clases. Su principal patrocinador es el Grupo del Banco Mundial encabezado por Estados Unidos a través de su iniciativa Connect4Climate. El Banco Mundial, creado en 1945 para reconstruir a la Europa devastada por la guerra, tiene un largo historial de financiar sin descanso programas de aborto y anticoncepción en países en desarrollo bajo la bandera de “acabar con la pobreza extrema” y “compartir la prosperidad”. La organización del evento fue a cargo de Obscura Digital con sede en San Francisco, quien bajo un programa crea “experiencias de inmersión que cambian la forma de pensar sobre el mundo que te rodea”, utilizando proyecciones holográficas, animación 3D y visualización dinámica.
Así mismo, Andrew Jones, creador de Android, también participó en este evento. El show del Vaticano incluyó obras computarizadas diseñadas por Jones, quien es uno de los pintores digitales y artistas de proyección más importantes del mundo , se especializa en retratar imágenes aterradoras de deidades paganas griegas, romanas y orientales. Él dijo en una entrevista que se conecta a estos dioses y diosas por medio de “sustancias psicodélicas” (drogas que alteran la mente ) para poder retratarlos con precisión. Dijo que los “dioses” “participan activamente” guiando su mano mientras hace el trabajo.
Jones dijo: “Estas drogas son herramientas que otorgan portales y acceso en diferentes reinos que todavía no he podido comprender totalmente o decir que he descubierto todos sus significados. … Han evolucionado mis capacidades para … descubrir nuevas e interesantes combinaciones de la energía y la materia. Algunos … me han mostrado mayores pesadillas de lo que podía representar o desearía imaginar nunca más”
En la Basílica de San Pedro aparecieron varios símbolos pertenecientes a las deidades mencionadas por el director del programa Threlkel. Por ejemplo, el símbolo de Aya del sol naciente apareció al menos en tres ocasiones durante todo el show, lo más prominente fue al principio, cuando un sol gigante fue representado subiendo a la (Basílica) de San Pedro.
En toda regla somos conscientes de que ese acto fue una burla a la Santísma Virgen María, a nuestra amada Reina del Cielo, a la Inmaculada Concepción. El demonio no puede soportar que a Ella se la preservara de toda mancha, siendo él mismo el pecado en su propia esencia. El modo en que trabaja es insultar, destruir, menoscabar la figura de la Santísima Virgen María, hacer, en pocas palabras, que nos olvidemos de Ella, luchando árduamente para que no la amemos, para que dejemos toda práctica que nos acerque a su Corazón Inmaculado. El demonio sabe perfectamente que Ella es nuestra salud y nuestra cadena de salvación, y su única forma de perdernos es alejarnos de su amor de Madre.
Por todo esto, queremos, desde nuestra página, reparar por tan abominable desprecio a la Santísima Virgen y rendirle nuestro más sincero y sentido homenaje como hijos que la amamos y que queremos que su nombre sea ensalzado de generación en generación, pues por su Concepción Inmaculada, vino Cristo al mundo y somos salvos.
Grandes santos han honrado la memoria de tan excelsa Madre, bajo la advocación que hoy celebramos con gozo: La Inmaculada Concepción. Uno de ellos, muy cercano en el tiempo, pues falleció el 14 de agosto de 1941, curiosamente, la víspera de la Asunción de María a los Cielos, fue San Maximiliano María Kolbe. No sin razón fue conocido con el sobrenombre del «Loco de la Inmaculada», por profesar un amor incondicional a tan tierna Madre y por su confianza extrema en su poder como medianera de todas las gracias. La importancia de este santo en nuestros días y de lo que su obra ha dejado como legado, es incluso mayor que en su propio tiempo, ahora que vemos pulular a sus anchas la herejía dentro de la Iglesia, y como por la infiltración de la masonería eclesiástica estamos presenciando lo que pareciera la devastación de la Esposa de Cristo.
Retrocediendo al año 1917 recordamos como la Francmasonería festejó en Roma su segundo centenario de existencia. El propio santo fue testigo de el movimiento masónico en plenas calles de Roma, durante sus estudios de teología en la Gregoriana. Las banderas que este movimiento enarbolaba ostentaban la imagen de San Miguel vencido por Lucifer; así como el eslogan que en la propia plaza de San Pedro se podía escuchar: «¡Satán reinará en el Vaticano, y el Papa formará parte de su cuerpo de guardia!». Al correr de estos 100 años que se cumplen dentro de pocos días, podríamos estar viendo delante de nuestros ojos lo que pareciera el cumplimiento de estas palabras proféticas, proferidas por la masonería destructora de la Iglesia. A tenor de los acontecimientos de estos años de pontificado y que sobretodo han culminado estos últimos meses con la aparición de la conflictiva redacción de Amoris Laetitia, además de la visita de conmemoración del 500 centenario de la Reforma Luterana en Lund, y rematando con el silencio por respuesta de Francisco a las Dubbia presentadas por los 4 cardenales valientes, tal parece ciertamente que Satán haya tomado las riendas de la Iglesia en el Vaticano, y que Francisco forme parte de su guardia.
El aun hermano Maximiliano, ante estas demostraciones de audacia del enemigo, se pregunta:
«¿Por qué los católicos tienen que ser tan pusilánimes en defender su fe, cuando los enemigos son tan audaces en atacarla? ¿No poseemos nosotros armas más eficaces que ellos, el Cielo y la Inmaculada? La Virgen Inmaculada, victoriosa contra todas las herejías, no cederá ante su enemigo que levanta cabeza; si encuentra servidores fieles, dóciles a sus órdenes, logrará nuevas victorias, mucho mayores de lo que podríamos imaginar…».
Como respuesta a estas interpelaciones de su alma, fundará el 16 de octubre de 1917, la Milicia de la Inmaculada. Curiosamente la crea a tan solo tres días del Milagro del Sol. Una gracia impresionante, sin duda. El emblema de la Milicia será el de la Medalla Milagrosa y se exigirá la consagración total de sus fieles a la Inmaculada Madre de Dios, para vivir bajo su protección y su poder, a fin de arrancar a las masas de las garras de Satanás, y para alcanzar la conversión de los enemigos de Dios y de su Iglesia, especialmente de los francmasones.
Cuando el santo fundador piensa en dar el nombre a su asociación y discierne que debe llamarse Milicia, lo hace por un claro sentido de lucha y de batalla. El dogma de la Inmaculada fue combatidísimo por los postulados de Rousseau y los de la Revolución Francesa, que pretendían llevar al establecimiento de la gran mentira de la democracia en el mundo, y que se fundamentaban en que el hombre es bueno por naturaleza. Si se demostraba que María era la única persona en el mundo santa e inmaculada, todos esos postulados caerían y no se podría lograr el objetivo revolucionario perseguido por los francmasones. Según ellos el hombre es bueno por naturaleza, el hombre nace bueno, es la sociedad la que lo corrompe. Sin esta verdad de base, todo el sistema social revolucionario se derrumba.
Pío IX, al proclamar dicho dogma de la Inmaculada Concepción, corta de raíz toda corriente revolucionaria, al asentar la verdad de que la inmunidad del pecado original, lejos de ser una ley general para todos los hombres, es al contrario el privilegio único y exclusivo de una sola creatura, que es la Santísima Virgen María. Y que, por lo tanto, para los demás hombres sigue vigente el pecado original, con todas las consecuencias que ello implica: la necesidad de un Redentor, al que deben someterse todos los hombres; la necesidad de la autoridad, de la gracia, de los sacramentos, de la Iglesia, de la educación, de la familia, del orden social cristiano en definitiva, concebido y construido especialmente para curar a hombres que nacen en pecado original… La necesidad, pues, de todo lo que los revolucionarios pretendían negar…
Por todo ello, el santo dedicó gran parte de su esfuerzo apostólico a combatir la conjura masónica y judaica que no deja de abatirse contra la Cristiandad. Fundó en 1927 Niepokalanow (La ciudad de la Inmaculada), un convento franciscano dedicado a publicaciones de sana doctrina donde se editaba «El Caballero de la Inmaculada» convirtiéndose en un precursor de la evangelización. Dedica diversos artículos al tema de la masonería. Naturalmente, su lucha no fue la de abatir las armas del enemigo sino la de llamarlo y convertirlo en pro de su eterna salvación. En un artículo suyo titulado “¡Pobrecillos!”, escribía:
“El hombre ha sido redimido. Cristo ha fundado su Iglesia sobre la roca. Una parte del pueblo hebreo reconoció en Él al Mesías; los otros, sobre todo los fariseos soberbios, no quisieron reconocerlo, persiguieron a sus seguidores y dieron curso a un gran número de leyes que obligaban a los hebreos a perseguir a los cristianos. Estas leyes, junto a narraciones y a apéndices, hacia el año 500, formaron un libro sagrado, el “Talmud”. En este libro, los cristianos son llamados: idólatras, peores que los turcos, homicidas, libertinos impuros, estiércol, animales con forma humana, peores que animales, hijos del diablo, etc. Los sacerdotes son llamados adivinos y cabezas peladas (…) a la Iglesia se la llama casa de estulticia y suciedad. Las imágenes sagradas, las medallas, los rosarios, son llamados ídolos. En el “Talmud”, los domingos y fiestas son considerados días de perdición. En este libro se enseña, entre otras cosas, que a un hebreo le está permitido engañar y robar a un cristiano, pues todos los bienes de los cristianos – está escrito – “son como el desierto: el primero que los toma se hace dueño”. Esta obra que recoge doce volúmenes y que respira odio contra Cristo y los cristianos, es considerada por estos fariseos un libro sagrado, más importante que la Sagrada Escritura”.
Refiriéndose a los “Protocolos de los Sabios de Sión”, documento que el Padre Kolbe llamaba: “el verdadero libro fundamental de la Masonería”, afirmaba lo siguiente:
“El protocolo número 11 afirma: “Crearemos y pondremos en vigencia las leyes y los gobiernos (…) y, en el momento oportuno, (…) bajo la forma de una revuelta nacional.(…) Es necesario que las poblaciones, desconcertadas por la revuelta, puestas todavía bajo la influencia del terror y de la incertidumbre, comprendan que somos de tal modo fuertes, de tal modo intocables, de tal modo llenos de poder que en ningún caso tendremos en cuenta sus opiniones y sus deseos, sino antes bien, que estamos en grado de aplastar sus manifestaciones en cualquier momento y en cualquier lugar (…) Entonces, por temor, cerrarán los ojos y permanecerán a la espera de las consecuencias (…) ¿Con qué objeto hemos ideado e impuesto a los masones toda esta política, sin darles a ellos la posibilidad de examinar el contenido? Esto ha servido de fundamento para nuestra organización masónica secreta (…) cuya existencia ni siquiera sospechan estas bestias engatusadas por nosotros en las logias masónicas”.
A todo ello responde el padre Kolbe:
» ¿Habéis oído, señores masones? Los que os han organizado y secretamente os dirigen, los hebreos, os consideran bestias, reclutadas en las logias masónicas para fines que vosotros ni siquiera sospecháis (…) Pero ¿Sabéis, señores masones, que es lo que os espera el día en que os venga a la mente comenzar a pensar por vosotros solos? He aquí, escuchad el mismo protocolo: “La muerte es la inevitable conclusión de toda vida (…) Ajusticiaremos a los masones de tal manera que ninguno (…) podrá sospechar, ni siquiera las misma víctimas: morirán todos en el momento en que sea necesario, aparentemente a causa de enfermedades comunes (…)”.
Es decir, que para conseguir sus fines, la masonería no teme en absoluto utilizar los más escabrosos métodos a su alcance, ya se trate de extorsionar o asesinar a aquellos que les molestan o cosas mucho peores. Así mismo, para destruir la Iglesia no dudará en emplear sus malas artes de infiltraciones y engaños en las que muchos, desconociendo sus perversos lazos, se verán envueltos, tal y como está sucediendo en la falsedad que se nos quiere imponer desde el Vaticano en estos últimos años. El espectáculo de «Iluminando la casa Común» no es más que la creación de esa confusión que buscan para acabar quitándole la fe a los católicos, ya que uno de los postulados de la masonería es trabajar a la sombra y en la ambigüedad, pasando desapercibida o tratando de parecer que emana beatitud, filantropía y bondad en todas sus obras, pero vaciándolas totalmente de su sentido profundo de Dios, vaciándolas de santidad y de verdad.
Hecho este esbozo de la figura de San Maximilano María Kolbe y de lo que supuso su labor desde 1927 hasta su prendimiento en 1941, les invitamos a ver éste cortometraje de su vida, que no dejará a nadie indiferente. Y TODO GRACIAS AL AMOR A MARÍA INMACULADA.
Aprendamos a trabajar para Ella, para salvación de muchas almas. En este día, tratemos de reparar tanto desamor hacia Ella, tratemos de mostrarle que somos sus hijos y que siempre está en nuestro corazón.
Montserrat Sanmartí
Gracias por este escrito, que rezuma devoción a nuestra Madre Santísima. Desde la lejanía, voy a rezarle a la Patrona de mi patria. Bajo su amparo, nada hemos de temer.
Quisiera, por otra parte, hacer notar un artículo, el 149, de Amoris Laetitia, por su coincidencia con las psicodélicas «inspiraciones» del tal Jones (“Estas drogas son herramientas que otorgan portales y acceso en diferentes reinos que todavía no he podido comprender totalmente o decir que he descubierto todos sus significados. … Han evolucionado mis capacidades para … descubrir nuevas e interesantes combinaciones de la energía y la materia. Algunos … me han mostrado mayores pesadillas de lo que podía representar o desearía imaginar nunca más”)
, y cuya parte final dice así:
«(…) La cuestión es tener la libertad para aceptar que el placer encuentre otras formas de expresión en los distintos momentos de la vida, de acuerdo con las necesidades del amor mutuo. En ese sentido,se puede acoger la propuesta de algunos maestros orientales que insisten en ampliar la consciencia, para no quedar presos en una experiencia muy limitada que nos cierre las perspectivas. Esa ampliación de la consciencia no es la negación o destrucción del deseo sino su dilatación y su perfeccionamiento».
Seguramente sea problema mío, pero a mí me vino esta asociación de ideas. Perdón si a alguien le ofende, pero me parece que expresan sensibilidades similares.
Bendiciones.
No creo que sea problema suyo, Álex. Este punto de Amoris Laetitia lo hemos comentado algunas veces con varios amigos y personas con conocimientos, y ciertamente es un punto muy preocupante en una encíclica de la Iglesia. Lo que sucede es que quienes la han escrito y quien la ha sancionado, concretamente, no creen en un Dios católico. Por tanto, si uno no cree en un Dios católico, puede creer en «la propuesta de algunos maestros orientales que insisten en ampliar la consciencia, para no quedar presos en una experiencia muy limitada que nos cierre las perspectivas». ¡Demencial!
Gracias por su interesante aporte. Bendiciones!!!!
[…] by Montserrat Sanmartí Fernández Se cumple un año ya desde la tristísima profanación del Vaticano, motivo por el cual queremos […]