Por Moisés Jesús Aja de la Cruz
Ha pasado ya una semana de la moción de censura, tiempo necesario para que se haya disipado el humo de los disparos de Pablo Casado, en el intento de fusilar políticamente a Santiago Abascal; tiempo suficiente para ver con claridad las cosas, y limpiar el rostro de este de los improperios de aquel. El debate pasará a la Historia del todos contra uno: supuestas derechas, recalcitrantes izquierdas incluyendo los enemigos de la Unidad de España y hasta el llamado Papa Francisco; todos contra Santiago. Por eso conviene que -sin intención de ser exhaustivos- lo analicemos con cierto detalle.
Han sido tensas y extensas las intervenciones del virtual candidato a Presidente y las de sus coordinados detractores, en las dos sesiones. El espectáculo de Pablo Casado, autoerigido en paladín de la conveniencia, a punto de proclamar, al estilo de Luis XIV, “el centro soy yo”, humillando a Santiago, nos ofende también a los cerca de 4 millones que, sabiendo lo que hacíamos, le hemos votado. Por eso no me voy a callar. La retahíla de desatinos con apariencia de razones, con que le flageló el lenguaraz líder del PP, no se pueden comentar en pocas líneas. Escogeré lo más significativo y daré alguna pincelada histórica, para que no nos engañen los vendedores de patrias, traficantes de timos, al servicio del “Padre de la mentira”.
Pero del fusilamiento político, Santiago no sólo ha salido con vida, sino más fuerte y con mejor estrategia. Se ha cumplido el refrán que dice “no hay mal que por bien no venga”. Los líderes de VOX se habrán dado cuenta de quiénes son los dueños de ese teatro de marionetas del escenario político español. Quien no se haya percatado todavía de que ha sido diseñado, desde hace mucho, con la escuadra y el compás, es un miope que llorará amargamente cuando le gradúen la vista.
Se ríen algunos, de los que alertan sobre una “confabulación masónica”, como si de una leyenda de brujas se tratara. Es la risa de la malicia y de la rabia, porque son piezas del sistema y se sienten descubiertos. Me recuerdan a Beaudelaire, que decía que el mayor engaño del diablo es hacer creer que no existe. Pero no es un artículo, el espacio para demostrar que la Masonería es una especie de encarnación de la Hidra de Lerna, “serpiente policéfala de aliento venenoso”, madre del socialismo, comunismo, liberalismo,…
Por eso, a nivel mundial, los social demócratas y social comunistas, junto con los que encarnan un liberalismo totalitario, se han autoerigido en catedráticos del lenguaje político, en únicos diseñadores y administradores del campo de juego, así como legisladores y árbitros absolutos de las reglas. Ustedes, Sr. Casado, se sitúan en el único centro -que lo es el de su conveniencia- y tachan de aberración ultra a todo lo que no se aproxima a sus ideas. Y como sus colaboradores han conseguido atar a su pesebre a los medios de comunicación, estos amplifican como artillería pesada, como cazabombarderos, todos sus envenados sofismas. Pero mire usted, la Verdad no está de parte de sus manipuladores y siempre resucita aun cuando por momentos la encierren en un sepulcro.
Numeraré algunos párrafos después de esta introducción; y aunque mencione al líder del PP, es sólo una forma de expresar lo que me hubiera gustado escuchar en la réplica de Santiago; es a este y al Partido a quien dirijo estas líneas.
1 Sr. Casado, no está aquejado VOX de un populismo trasnochado y ciego. Dejen de manipular la verdad y el lenguaje. Quienes han dado 52 escaños a VOX representan al verdadero Rostro de España, grabado de forma indeleble en la Historia de la Civilización. Usted y sus compañeros de viaje, manipulan nuestra Historia y se unen para vacunar nuestra Patria con sus sofismas, para alterar el ADN español y convertir nuestro suelo en una pieza amorfa de un estado global.
2 Su partido y su oculto amante, el Socialismo, hacen bueno el adagio que define la democracia como “el arte de agitar al pueblo antes de usarlo”. Para usted, el grave pecado de Santiago y los suyos ha sido creer en el juego democrático, creer que podría participar en la “liga política” con las mismas reglas que todos. Usted juzga y condena a Santiago Abascal por haber fundado un partido, en lugar de mantenerse fiel al que usted lidera, que para muchos nos resulta impopular, falso y traidor a España. Por eso es usted, Sr. Casado, un antidemócrata.
3 Pareciera que la moción de censura se dirigía a Santiago y no a Pedro. Lo hizo usted blanco de todos los males que sufre España. Pero Santiago no tiene la culpa de que usted no haya conseguido la mayoría absoluta. La tiene usted y toda la maleta de contradicciones que el PP ha puesto en sus manos. No insulte a quienes –por inteligentes- se han marchado de sus filas, porque no soportaban la indefinición y cobardías y mentiras de Mariano Rajoy.
4 Santiago no tiene la culpa de que Pedro Sánchez, el amante encubierto de usted, le haya tratado con aparente desprecio, y haya preferido aliarse con los enemigos declarados de España. Entraba dentro del guión de esta novela de terror, que lleva ya muchos capítulos y que usted conoce. ¿Se acuerda que Mariano formó gobierno y sacó adelante presupuestos gracias a la abstención del PSOE? ¿Y cuántas veces el PP ha devuelto ese favor? ¡Cómo engañan al Pueblo!
5 También mostró usted su disgusto porque VOX haya fundado un sindicato. En esto sigue la línea liberal, que desde la Transición ha abandonado a los trabajadores españoles en manos del Marxismo; como Adolfo Suárez que, en enero de 1978, rechazó la propuesta de dar a luz un sindicato. Por las obras se conoce a la gente. Les molesta que VOX se salga del guión, y evidencie que PSOE y PP no son enemigos políticos fuera del hemiciclo, sino que les unen fuertes y oscuros vínculos.
6 La política migratoria de VOX le molesta a usted y a sus socios, porque impediría la invasión cultural, económica y religiosa –sí, religiosa, que los musulmanes no renuncian a su fe- que destruiría el ADN de España. Usted odia a España, Sr. Casado. ¿Cómo se atreve a plantear esa retrógrada disyuntiva “o VOX o España”? ¿Se cree usted dueño del destino de nuestra Patria? ¿No es capaz de leer su Historia y su destino en las piedras y cúpulas de sus ermitas y catedrales, en los nombres de sus pueblos y los de los pueblos hispanos?
7 En tono un tanto poético expresa que, para la convivencia en nuestro suelo, a usted no le importa el Dios que se revela en Jesucristo, ni el Amor que fecunda la Familia, ni la Lengua que une a una comunidad de más de 572 millones de personas. Gracias por su sinceridad. Pero eso evidencia que es usted un falso patriota y un buen masón; un traidor de la talla del Conde don Julián, que propició la invasión musulmana del 711, en la que -parece ser- tampoco faltó la complicidad de un Obispo, don Oppas. Y no podemos impedir que en nuestra memoria aflore este obispo traidor, cuando el actual gobierno bicéfalo alaba al Obispo de Roma (así le gusta a Francisco que le llamen) y allí acuden para – Dios sabe- qué acuerdos contra España.
8 Sr. Casado, hizo usted ante Santiago, alarde de fuerza del PP desde hace 40 años, frente a un partido que acaba de nacer. ¿No es esto abuso y chulería? Pero mire, no siempre la Verdad está del lado de las mayorías. He ahí el Viernes Santo, que ha pasado a la Historia como el primer magnicidio ejecutado por la democracia popular. Por eso, quítese la careta. Ustedes, lo mismo que Ciudadanos, coinciden con el social-comunismo en el mismo fin globalista. Difieren en los modos. Ustedes entregarían al Gobierno Mundial una España unida y corrompida (de ahí sus banderas), mientras los otros lo harían a pedazos. En ambos casos, si Dios no lo remedia, de España quedaría sólo el nombre, como el epitafio de un sepulcro.
9 Utiliza usted como arma arrojadiza, un conjunto de figuras retóricas sin sentido: “prometer bajo los adoquines la playa, arengar a los tercios de Flandes, pedir asaltar los cielos”,.. ¿Qué se había tomado, Sr. Casado? Porque ese estilo es más propio del lenguaraz, del charlatán de feria. Como si VOX no trabajara con los pies en el suelo, a pesar de su corta edad, desde el primer día que entró en el Parlamento, como si no tuviera planes concretos. ¿No valoran la primacía de VOX, usando la fuerza del Derecho, para desbaratar injusticias contra la unidad de España, mientras ustedes con su inacción dan alas al separatismo?
10 En otro momento se le escapa a usted un exabrupto: “Sánchez y usted son el imán y el metal”. Aquí atinó con la frase, sin darse cuenta de que era un boomerang y que, en realidad, se volvía contra usted. ¿No es a usted a quien Sánchez le tendió la mano –tan ansiada por su partido- para reformar el CGPJ? En ese juicio y condena a VOX, en que se convirtió la moción de censura, parecieron reconciliarse Sánchez y Casado, como en los comienzos de nuestra Era –ironías de la Historia- Herodes y Pilatos. Pero no, todavía peor. La aparente oposición entre ustedes y el gobierno es sólo el gancho o la red para seguir atrapando a españoles despistados, y a peces gordos como algunos obispos.
11 Llega usted al paroxismo cuando acusa a Santiago de pisotear “el tributo de sangre” que se cobró ETA del PP. ¿Santiago pisotear la sangre que defendió exponiendo la suya? ¿Qué se fumó, Sr. Casado? No subraye los 15 años de Santiago en el PP, sino los 15 años en el País Vasco dando la cara por España. Ustedes no se merecían a Santiago. España sí. Y en su partido, por seguir a su Padre, a quien ustedes algo le deberán.
12 Sánchez-Iglesias-Casado, son ustedes un trinomio maligno, unos vendepatrias. Unidos en el afán por corromper en España la Moral que la ha hecho grande, muy grande; quizás la más grande en la Historia bimilenaria. Socialistas y liberales unidos, desde hace 40 años, en el afán por corromper mediante la enseñanza a las nuevas generaciones. ¡Qué bien lo han hecho los dirigentes del PP! Con una mano frenaban a los obispos y con la otra soltaban amarras a los fines libertarios de la izquierda. Así hemos llegado a la situación actual, en la que el social-comunismo prohíbe el estudio libre de la Historia, y lleva a la práctica objetivos que tanto desgarro causaron a España en el 36.
No me digan que no están actualizando el programa del Ministro de instrucción, socialista y masón, de la 2ª República, Rodolfo LLopis. En 1931 declaraba sus intenciones: “El ciclo revolucionario no termina hasta que la revolución no se haga en las conciencias. Y esa es la labor que tiene que hacer la escuela (…) Hay que apoderarse del alma de los niños. Ese es el grito, el lenguaje pedagógico de la Revolución Rusa» (Rodolfo Llopis, “La revolución en la escuela…” Aguilar, Madrid 1933, pp. 231-233).
Sr. Casado, ¿Por qué no llamó la atención al Sr. Sánchez, que el día anterior en réplica sin sentido al líder de VOX, mencionó como modelo de demócrata a Largo Caballero? Las nuevas generaciones no conocen a este personaje. Fue otro Ministro socialista, de Trabajo en la 2ª República y Presidente del gobierno durante la Guerra Civil. Se ganó el apodo de “El Lenin español”. ¿Por qué sería? Veamos alguna muestra de ese modelo de demócrata y pacifista:
En el verano de 1934, desde Ginebra soltaba esta prenda: “No creemos en la democracia como valor absoluto. Tampoco creemos en la libertad”. Y ante las elecciones de febrero del 36, calentaba la campaña amenazando, una vez más, desde Alicante (19/1/1936), con la Guerra Civil: “Quiero decirles… que… si triunfan las derechas…tendremos que ir a la guerra civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos” (El Liberal, Bilbao,
20/01/1936). Al día siguiente desde Linares, proclamaba: “la Democracia es incompatible con el Socialismo” (Mitin en Linares, 20 de enero de 1936). “Si los socialistas son derrotados en las urnas, irán a la violencia, pues antes que el fascismo preferimos la anarquía y el caos” (10 de febrero de 1936, en el Cine Europa). Todo un demócrata, Srs. Casado y Sánchez. Como para levantarles monumentos, ¿no?
Y en cuanto al fundador del PSOE, Pablo Iglesias Posse, tampoco fue precisamente un devoto de los derechos humanos y la democracia. Llevaba un tirano dentro: “Queremos la muerte de la Iglesia, (…) Pretendemos confiscarle los bienes. No combatimos a los frailes para ensalzar a los curas…Queremos que desaparezcan los unos y los otros». (VI Congreso del PSOE, Gijón. agosto de 1902).
Sr. Casado, ¿Por qué no le recordó a Sánchez la condena al Comunismo hecha por el Parlamento Europeo el año pasado (19 de septiembre de 2019)? ¿Será porque lo considera un buen amigo de viaje? “El Parlamento Europeo recuerda que los regímenes Nazi y Comunista cometieron asesinatos en masa, genocidios y deportaciones, y fueron los causantes de una pérdida de vidas humanas y de libertad en el siglo XX, a una escala hasta entonces nunca vista en la Historia de la Humanidad”.
Silencio cómplice, Sr. Casado. Nos tememos que la provocada pandemia, como arma biológica para generar un pánico mundial, está advirtiendo que el “Dragón rojo” tiene prisa por gobernar el Mundo. ¿No se está cumpliendo esta maligna “profecía” comunista?:
“Bajo la influencia del miedo, el ser humano pierde su equilibrio y su rumbo, y se convierte en la mejor arcilla que puede ser modelada… El miedo, el terror, la envidia, el hambre, el sexo, todos los instintos primitivos del hombre, son nuestros mejores aliados; y utilizándolos de una manera sistemática y organizada, el futuro será nuestro” (Hoover J., Marx, Lenin, Stalin y la Revolución Rusa. Caracas SIC p. 11).
13 El Sr. Sánchez –lacayo del masón George Soros- se mostró devoto de Francisco I, alabando su “Todos hermanos”. Y no nos extraña. El apartado que ocupa los numerales 103–111 lleva por título “Libertad, igualdad, hermandad”. Francisco no se corta, al encabezar este apartado con el lema tradicional de la Masonería. Y los masones le aplauden. Un “Papa” que no predica el Evangelio de Cristo sino los programas de la ONU, ¡Ojo con él!
14 Recomendó usted, Sr. Casado, la lectura de Shakespeare al Sr. Abascal. Y me pregunto qué sabrá de España ese famoso dramaturgo inglés, como no sean los actos de piratería con que la Marina de Isabel I, saqueaba las galeras que traían a nuestra Patria los impuestos de las colonias españolas. Sin embargo podía, Sr. Casado, leer y meditar lo que escribe ese Español universal, D. Marcelino Menéndez Pelayo, en su libro sobre los heterodoxos españoles.
15 Se confunde usted –torpe o intencionadamente- cuando acusa a VOX de no recordar “las causas de la tragedia” del 36. ¿Pero cómo es posible ese patinazo? ¿Quiénes sino el social- comunismo en el poder quieren desenterrar el hacha de guerra, resucitar odios y reabrir aquellas heridas con su ley de memoria histórica-democrática, que no es sino una memoria revanchista y bizca? El Vaticano de S. Juan Pablo II reconocía en 2001 que “…después del 18 de julio de 1936, España volvió a ser Tierra de Mártires desde esa fecha hasta el 1 de abril de 1939, pues en la zona republicana se desencadenó la mayor persecución religiosa conocida en la Historia, desde los tiempos de Imperio Romano, superior incluso a la revolución Francesa” (Osservatore Romano, edic. española, 9/3/2001, pg. 13).
Pero estos mártires, este genocidio católico español, no cuenta para los políticos manipuladores de la Historia. Pues bien, los líderes con los que quiere pactar usted, Sr. Casado, utilizan las mismas siglas que los que provocaron el aludido martirologio. Ellos y no VOX quieren “dinamitar la Historia” y reescribirla a su antojo. Es usted un ciego de conveniencia.
16 Estimado, Santiago. Te equivocas cuando llamas a PP (y Cs) “la derechita cobarde”. Porque son la derecha falsa, liberal, que pretende arrinconar al verdadero centro y amarrarle con la etiqueta de ultra. Ellos se creen el centro y la derecha, pero sus obras delatan que, desde la Transición, han venido haciendo de guardaespaldas al socialismo, alternándose ambos como únicos amos del electorado, y cuya única misión hoy es robar los electores que están despertando de la adormidera del PP, y acuden al verdadero centro, que sois “VOXotros”. Que no os engañen. PP y Cs son un caballo de Troya, al servicio de la revolución que quiere implantar una Dictadura mundial.
17 El olor a cobardía (y a otras cosas) viene especialmente de los obispos, confundidos y atados en bloque por un erróneo concepto de obediencia. Vivimos ya en tiempos de imitar al verdadero Pedro, que después de la Resurrección de Cristo no se puso a colaborar con el Sanedrín, sino que le espetó aquello de “tenemos que obedecer a Dios antes que a los hombres”. Muchos interpretan mal las palabras de Jesús “Dad al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios”. Con ellas Cristo dijo sí a pagar los impuestos habituales. Pero el césar no sólo no puede robar al pueblo lo que es de Dios, sino que tiene el deber de adorar al Supremo Legislador. El Decálogo fue revelado también para que lo cumplan los reyes. Con esas palabras, Cristo no vino a endiosar a los gobernantes, no vino a establecer una igualdad entre el gobernante y Dios. ¡Y ay de los pastores que en lugar de publicar el Evangelio completo “a toda criatura”-incluso a los que gobiernan las naciones- se dediquen a contemporizar con ellos y se arrodillen ante sus caprichos y maldades!
18 La Iglesia Católica vive horas de decadencia. En Roma parecen estar escribiendo el guión de una nueva iglesia, más preocupada por consolidar una fraternidad masónica mundial, que por predicar todo el Evangelio. Una falsa iglesia parece estar surgiendo, y no es ceguera del que escribe; hay profecías bíblicas que lo advierten. ¡Estemos atentos!
19- Lo mismo ocurre con España. Los gobernantes de las últimas décadas parecen empeñados en sustituir sus raíces cristianas, por los principios globalistas de la ONU. Por eso les interesa ocultar nuestra Historia y deformarla. Nos quieren robar el Carnet de Identidad. No lo permitamos.
Las nuevas generaciones ignoran que España nace en el año 19 a.C. como hija natural de Roma; se “bautiza” como hija de la Iglesia (Santiago había sembrado la semilla de la Fe), el 2 de enero del año 40 con la venida de la Madre de Dios a Zaragoza; y consigue la unidad religiosa el 6 de mayo de 589 con el rey visigodo Recaredo, en el III Concilio de Toledo. Ignoran que en la Historia, España ha dejado su huella imborrable como hija de la Iglesia. Evangelizadora de medio Mundo, barrera de contención del tsunami luterano, brazo de la Iglesia lo mismo en Trento que en Lepanto, cuna de santos universales,… Desde el Pilar de Zaragoza hasta S. Sebastián de Garabandal, pasando por Covadonga, toda la Geografía Española está jalonada por advocaciones marianas. El himno a la Virgen de Covadonga proclama que “besa el alma de España quien llega a besar su pie”. Por eso al despedirse de nosotros S. Juan Pablo II exclamó “Hasta siempre, España, Tierra de María”.
Esta unidad nacional y fecundidad histórica se la dio a España la Fe Católica. Como profetizó Menéndez Pelayo, “la mayor autoridad cultural española de todos los tiempos:” “Esa es nuestra grandeza y nuestra unidad; no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los arévacos y de los vetones o de los reyes de taifas”; es decir, sin el Espíritu cristiano, España es un cadáver y –como hemos dicho- su nombre sólo su epitafio. En cuanto a los reinos de Taifas, ¿No son lo más parecido las actuales autonomías?
Santiago, vosotros no sois de derechas ni de izquierdas. Sois el único centro, porque estáis centrados en la unidad y en la realidad y grandeza histórica de España. No escondéis la defensa de los Principios Cristianos de España. Si lo hicierais, muchos os abandonaríamos, que Cristo tiene duras palabras para los que se avergüenzan de Él. Si lo hicierais, caeríais en la sombra como un PP3 después de Ciudadanos. Pero no será así. Gracias, Santiago, por haber dado la cara por España, y en solitario, a sabiendas de que te la podían partir.
Acaba la redacción el 28 de octubre, aniversario de la Victoria de Constantino bajo el estandarte de la Cruz (28/10/ 312).
ANEXO.- Añado un fragmento de la Historia de los Heterodoxos, de Mz. Pelayo, auténtico líder de la Reconquista cultural de la España en el s. XIX. Es urgente en estos días, volver a leer y meditar esta especie de Catecismo de España, nación a la que acosan un ejército de virus políticos, sociales, filosóficos y aun religiosos. Y como serán pocos los lectores con tiempo para buscar la cita, les dejo unos párrafos:
“Ni por la naturaleza del suelo que habitamos, ni por la raza, ni por el carácter, parecíamos destinados a formar una gran nación. Sin unidad de clima y producciones, sin unidad de costumbres, sin unidad de culto, sin unidad de ritos, sin unidad de familia, sin conciencia de nuestra hermandad ni sentimiento de nación, sucumbimos ante Roma tribu a tribu, ciudad a ciudad, hombre a hombre, lidiando cada cual heroicamente por su cuenta, pero mostrándose impasible ante la ruina de la ciudad limítrofe o más bien regocijándose de ella.
España debe su primer elemento de unidad en la lengua, en el arte, en el derecho, al latinismo, al romanismo.
Pero faltaba otra unidad más profunda: la unidad de la creencia. Sólo por ella adquiere un pueblo vida propia y conciencia de su fuerza unánime, sólo en ella se legitiman y arraigan sus instituciones, sólo por ella corre la savia de la vida hasta las últimas ramas del tronco social.
Sin un mismo Dios, sin un mismo altar, sin unos mismos sacrificios; sin juzgarse todos hijos del mismo Padre y regenerados por un sacramento común; sin ver visible sobre sus cabezas la protección de lo alto; sin sentirla cada día en su hijos, en su casa, en el circuito de su heredad, en la plaza del municipio nativo; sin creer que este mismo favor del cielo, que vierte el tesoro de la lluvia sobre sus campos, bendice también el lazo jurídico que él establece con sus hermanos y consagra con el óleo de la justicia la potestad que él delega para el bien de la comunidad; y rodea con el cíngulo de la fortaleza al guerrero que lidia contra el enemigo de la fe o el invasor extraño, ¿qué pueblo habrá grande y fuerte? ¿Qué pueblo osará arrojarse con fe y aliento de juventud al torrente de los siglos?
Esta unidad se la dio a España el Cristianismo. La Iglesia nos educó a sus pechos con sus mártires y confesores, con sus Padres, con el régimen admirable de sus concilios. Por ella fuimos nación, y gran nación, en vez de muchedumbre de gentes colecticias, nacidas para presa de la tenaz porfía de cualquier vecino codicioso. No elaboraron nuestra unidad el hierro de la conquista ni la sabiduría de los legisladores; la hicieron los dos apóstoles y los siete varones apostólicos; la regaron con su sangre el diácono Lorenzo, los atletas del circo de Tarragona, las vírgenes Eulalia y Engracia, las innumerables legiones de mártires cesaraugustanos (…)”.