«No nos dejes caer en la tentación», la hermosa frase del Padre Nuestro, que no debe cambiarse, significa no ponernos a prueba. Dios sabe que nuestra alma es muy fuerte, mucho más fuerte de lo que pensamos y sabe que nuestra alma se vuelve aún más fuerte en el dolor, por lo que, como lo hizo con Job, Dios nos envía pruebas y pruebas que pueden ser para nosotros una aterradora tentación de perder la esperanza. La esperanza es una virtud teologal, no menos noble que la fe y la caridad, porque técnicamente no es posible creer verdaderamente en Dios ni confiar en Él sin estar seguro de que Dios tiene en mente lo mejor para nosotros. Lo mejor para nosotros según su visión, no según la nuestra. Lo mejor podría ser morir en medio de la arena desgarrado por los leones, o tal vez contraer una enfermedad porque Él sabe que nuestra alma está necesitada de esa prueba. Como tenemos fe en Dios pero también tenemos miedo, con razón, pues somos humanos, le pedimos que no nos lleve a la tentación. Hágase tu voluntad.
Una verdadera Iglesia que todavía cree en Dios, debe hacer lo mismo con el coronavirus: «Señor, te pedimos que apartes este cáliz, pero, si esta es tu voluntad, hágase tu voluntad». Esto significa que somos lo suficientemente fuertes como para enfrentarla y que esta prueba hará que nuestra fe y nuestra alma sean aún más fuertes. Cerrar las iglesias durante una epidemia es un gesto ateo, por lo que notamos que buena parte de la nueva Iglesia 3.0 es completamente atea. Completamente atea y completamente alineada con las élites que quieren la destrucción de la civilización cristiana europea, pero sobre todo de Italia, que es su corazón. La necesaria prudencia elemental, el primer gesto de sentido común elemental en caso de epidemia, es cerrar las fronteras. La nueva Iglesia 3.0 las quiere abiertas pero se precipita a cerrar las iglesias y hace obligatoria la blasfema y equivocada Eucaristía en la mano, que es y siempre fue un arbitrio, porque la nueva Iglesia 3.0 es atea y no cree en Dios. En caso de epidemia la última idea que le viene a la mente es orar y hacer orar.
Estamos solos.
Reabramos nosotros nuestras iglesias; si nuestros sacerdotes están demasiado aterrorizados para mantenerlas abiertas, las mantendremos abiertas nosotros. Vayamos a la iglesia, arrodillémonos, pidamos perdón por todos nuestros infinitos pecados, no sé usted, pero yo tengo una hilera que asusta, y pidamos que aumente nuestra fe. Lo peor que puede pasar con el coronavirus es morir. Lo peor que puede pasar con las iglesias cerradas es vivir sin la voluntad de Dios, cien mil veces mejor la muerte.
Y ha llegado el momento de buscar las Iglesias que no se han rendido. A menudo no son iglesias en el sentido arquitectónico, son lugares recuperados de alguna manera. (…)
La Eucaristía se le da al creyente arrodillado sobre un reclinatorio, su cabeza está a la altura correcta, el sacerdote se las arregla para darle la Eucaristía, que solo lo toca con las manos que se ha lavado, sin tocar su boca. El creyente no la toca con la mano que tocó el banco y muchas otras cosas después de haberse lavado por última vez.
(…)
Dad al César lo que le pertenece a César. Y denle a Dios lo que le pertenece, amor por Él, fe en Él, la Misa que es una obligación para nosotros y una obligación para los sacerdotes.
Reabran las Iglesias y devuélvannos la Misa, o quítense las sotanas de las que no son dignos y sálganse de en medio.
Que alguien explique a los obispos y cardenales que el rojo y el púrpura del que se visten no son colores para divertirse, sino que simbolizan la sangre del martirio.
El cristianismo es una religión de personas que no temen a la muerte ni al dolor. Pido disculpas por la frase un poco fuerte. El cristianismo es una religión de personas con atributos, que no temen a nada y, sobre todo, al martirio. El cristianismo no es una religión de debiluchos. En Nigeria, los cristianos mueren quemados vivos en sus iglesias porque los viles obispos del oeste cierran las iglesias y prohíben a las Eucaristías.
El riesgo de contagio en la misa se puede reducir a cero multiplicando las misas, celebrando una cada hora, de modo que en cada celebración no haya multitudes, pasando desinfectantes sobre los bancos, como se hace en los trenes, y celebrando misa en las iglesias grandes, no en las capillas donde nos celebran en invierno para ahorrar en calefacción. Alguien realmente creyente confiaría los creyentes a Dios, pero para la nueva Iglesia 3.0 eso es pedir demasiado. La nueva Iglesia 3.0 impone a los italianos una inmigración de personas que a menudo da positivo a la sarna, la tuberculosis y el SIDA, y saca los ojos a los quienes están perplejos por ello, pero, por el contrario ¿están aterrorizados por el coronavirus? Probablemente no esperaban nada más que eso para cerrar las Iglesias, un paso fundamental para llevar a cabo la tarea masónica de una sola religión sincrética, completamente contraria a Cristo. Notamos que la nueva Iglesia 3. 0 chorrea misericordia por todas sus garras. Para un católico, negar la misa es la más completa violencia. Alguien que tal vez se habría convertido a esa Misa, que en esa Misa se habría reconciliado con Dios, pierde el camino. Estos ridículos sacerdotes han dejado de ser sacerdotes para convertirse en una parodia de asistentes sociales, obviamente no tienen idea de que Cristo vino a salvar almas y que su tarea es la de salvar las almas con los medios que Cristo ha dado a laEucaristía y la confesión.
Señor, no nos dejes caer en la tentación, no nos pongas a prueba, pero si es tu voluntad, enfrentaremos la prueba.
Señor, aparta de nuestro camino a estos temibles e indignos sacerdotes que cierran las Iglesias cuando más te estamos buscando. Danos el mismo valor que nuestros hermanos que enfrentan el martirio en Nigeria. Nos juraste que las Puertas del Infierno no prevalecerían sobre tu Iglesia. Sabemos que no prevalecerán.
Le pedimos a San Miguel que saque la espada.
Silvana de Mari
Traducido por Montse Sanmartí para Como Vara de Almendro.
Artículo original en italiano https://www.silvanademaricommunity.it/2020/02/28/i-bar-sono-aperti-e-le-chiese-chiuse/