Apreciados lectores de Como Vara de Almendro:
Esta página llega a muchos hispanohablantes. Españoles y hermanos de América nos leen. Y con tristeza y dolor podemos afirmar que en España hay prelados que están llegando a grados muy severos de apostasía. Me hago eco de dos casos que me parecen tristes y vergonzosos, acaecidos hace escasas horas en nuestro país.
El primero de ellos, por orden de jerarquía, nos llega desde el arzobispado de Sevilla, quien impidió que se celebrase una Misa por los niños abortados, justamente el 28 de diciembre, en el marco de la festividad de los Santos Inocentes. La Misa iba a tener lugar en la parroquia de Santa María de Gracia de la localidad hispalense de Gelves bajo el lema «Déjalo nacer», siendo VOX el promotor de este piadoso y caritativo acto. Esta información verificaba a través de la agencia Efe que fue cancelada la celebración eucarística con la vergonzosa retórica de «evitar problemas».
Desde nuestra página queremos recordar a quienes hayan tomado esta penosa decisión que quien quiere estar a buenas con el mundo y pone una vela a Dios y otra al Diablo sin duda tendrá un severo juicio y aquello de «evitar problemas» va a convertirse para él en un serio problema del que van a tener que dar muchas cuentas a Dios. Tratándose de un pecado gravísimo como es el aborto, pudiendo ser un testimonio ante el mundo, han preferido dar la espalda a Dios y a los inocentes. ¡Menuda responsabilidad! Para obrar como Herodes no es necesario empuñar un cuchillo. Muchas veces solamente es necesario oponerse al bien y en este caso un bien tan grande como celebrar una Misa que tantas gracias hace llover en el mundo.
El segundo caso de apostasía que traemos a colación es el del párroco de Manacor, en Palma de Mallorca, Toni Amorós, quien en el día de ayer, durante su homilía del día de la Sagrada Familia se despachó a gusto al reinterpretar a su manera la Carta a los Colosenses y posteriormente posicionándose a favor de la homosexualidad. Traduzco del mallorquín alguno de los párrafos más conflictivos:
«La traducción litúrgica mallorquina de la Carta a los Colosenses que hoy leemos, hace silbar los oídos con la expresión «Mujeres, someteos a vuestros maridos». Era una predicación del siglo I. A mí me toca predicar el siglo XXI. Pienso que yo diría; «Maridos, someteos a vuestras esposas». Pienso que esta expresión da más en la clave del problema actual que tiene la familia.»
Y prosigue el párroco de Manacor:
«…hay dos temas que ponen en crisis la familia, pero no en sentido negativo, sino que son dos cosas que históricamente no se han resuelto y ahora ha llegado el tiempo de resolverlas.
La aceptación de la homosexualidad. Quizás buena parte de mi comunidad no piensa así. Yo pienso que el amor entre personas del mismo sexo es amor, y por lo tanto algo bueno y algo de Dios. Aunque no con todas las posibilidades que la naturaleza ha dado al amor entre hombre y mujer, participa de la mayoría de sus bondades y es sagrado, aunque no sea sacramento… … Y el tema de la mujer. Quizás muchos de mi comunidad pensarán de otra manera. Pero yo pienso que la familia antigua no es que estuviera sana, sino que las deficiencias se solucionaban cargándolas sobre la mujer y haciéndola sufrir y mermando sus posibilidades. No se trata de volver donde estábamos, sino de crear una nueva familia más sana y que reparta mejor las cargas.»
¡España, qué mal estamos! ¡España, cuánto ruido hacen estos malos pastores que impiden a los buenos ser vistos con respeto y con veneración por los fieles sencillos! ¡España, cuánto llorarás por culpa de quienes debiendo levantar sus voces para defenderte a ti y defender a Dios, han callado cobardemente por seguir medrando, por no perder su estatus y su buena vida, por querer ser aplaudidos del mundo!
¡Venga tu Reino, Señor!