Estimados hermanos; con profundo pesar en nuestros corazones, escribimos esta entrada tras la dolorosa blasfemia proferida por Francisco en Villavicencio, en la homilía de la Misa allí celebrada durante su viaje a tierras colombianas.
Recordarán que hace algún tiempo, Bergoglio pronunció las siguientes palabras de regreso de uno de sus viajes: «Si alguien dice una palabrota sobre mi madre puede esperarse un puñetazo». Pues bien. No quisiéramos entrar en estos momentos en juicios que no nos competen ni le deseamos daño alguno a nadie, por supuesto, pero no podemos pasar por alto lo que ayer presenciamos y que no deja de ser un hecho bastante impresionante. Francisco sufrió un golpe en su rostro, cuando viajaba en el papamóvil, justo en la ceja izquierda y bajo su ojo, derramando sangre. Nos preguntamos si las palabras que pronunció hace tiempo sobre que «el que diga una palabrota contra su madre podría esperar un puñetazo», se volvieron en su propia contra y Jesús le dio la advertencia de que no ultrajara a su Santísima Madre en los dogmas de la Inmaculada Concepción y el de su Virginidad perpetua. También ultrajó a su padre adoptivo, José, pues por sus palabras se sobreentiende que Jesús podía ser su hijo biológico, y por supuesto acabó definiendo a Cristo como un hombre cualquiera, despojándolo de su divinidad al decir que por sus venas corre sangre pagana.
Nosotros, como hijos doloridos de tan excelsa y santa Madre, hoy queremos rogar al Señor pidiéndole perdón por estas ofensas tan graves hacia las personas santas de Jesús, José y María y también al Espiritu Santo, quien fecundó el vientre virginal de la Santísima Virgen María.
Invitamos a todos nuestros lectores a hacer reparación y a consagrarse a la Preciosísima y Santísima Sangre de Jesucristo. Para ello, les proponemos rezar a frecuentemente esta bellísima oración de consagración y reparación Miremos este rostro de Jesús que nos pregunta a todos, pecadores y profanadores de su Sangre Inmaculada y Pura :
«Pueblo mío, ¿qué te he hecho, en qué te he ofendido? Respóndeme».
Dios nos pide reparar estas y tantas injurias. Oremos, hermanos, para que Dios se apiade de todo el género humano pecador. Para que nos de un intenso dolor por nuestros pecados, vuelva sus ojos hacia nosotros y acceda a mirarnos a todos con misericordia.
SAN JERÓNIMO
San Jerónimo recriminó a un blasfemo diciéndole: “¿Por qué ofendes a Dios? Los perros ladran en defensa de sus dueños, y ¿me callaría yo cuando oigo blasfemar el nombre de mi Dios? ¡Podré morir, pero no callar!”.
LA SANGRE DE JESUCRISTO ES DIVINA
ANÁLISIS A LA LUZ DE LA DOCTRINA Y EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA CATÓLICA
BLOG ENRAIZADOS EN CRISTO
FUENTE ARTÍCULO LEER:
LA SANGRE DE JESUCRISTO ES DIVINA – Recae la maldición divina por tener como profana la Sangre de Cristo. | Enraizados en Cristo
https://enraizadosencristo.wordpress.com/2017/09/11/la-maldicion-divina-recae-sobre-bergoglio-por-tener-como-profana-la-sangre-de-cristo/
Qué blasfemia le falta decir al puerco impostor porteño? Nadie hará nada, real. Pues es la gran prueba Apoc Demolitio Romae.
THE END. DIOS NO LOS PERDONE, y sigan pidiendo por que cambie y se arrepienta, sic (fatimeños ex-).
SANTO TOMÁS DE AQUINO
“Si soportar las injurias que nos alcanzan personalmente (y respetar a las personas que las profieren) es un acto virtuoso, soportar las que atañen a Dios es el colmo de la impiedad”.
¡Excelente frase de santo Tomás! Gracias por compartirla, nos confirma nuevamente en el camino emprendido.
Dios le bendiga.
Muy acertada e interesante interpretación, pues cada uno es medido con su propia vara.
Gracias!