Te escribo en tu soledad. A ti que tantas veces me has mirado sin verme y me has oído sin escucharme. A ti que tantas veces me has prometido seguirme de cerca y, sin saber por qué, te has alejado de las huellas que he dejado en el mundo para que no te perdieras.
A ti que no siempre crees que estoy a tu lado, que me buscas sin hallarme y que a veces pierdes la esperanza de encontrarme. A ti que a veces piensas que yo soy solo un recuerdo y no entiendes que estoy vivo.
Yo soy el inicio y el final; soy la vía para que tú no te pierdas, la verdad para que tú no te equivoques y la vida para que tú no mueras. Mi tema preferido es el amor, que ha sido la única razón para vivir y para morir.
He sido liberado hasta el fin. He tenido un ideal claro y lo he defendido con mi sangre para salvarte. He sido maestro y servidor. Soy sensible a la amistad y espero desde hace mucho la tuya.
Nadie como yo conoce tu alma, tus pensamientos, tu camino, y sé bien los grandes valores que posees. Se que a veces tu vida parece pobre a los ojos del mundo, pero sé también que tienes mucho para dar, y estoy cierto que en tu corazón existe un tesoro oculto: conócete y entonces reservarás un lugar para mi.
¡Si supieras cuánto tiempo llevo llamando a la puerta de tu corazón y no recibo respuesta! A veces sufro cuando me ignoras y me condenas, como Pilato. Sufro cuando reniegas de mi, como Pedro, y cuando me traicionas, como Judas.
Hoy te pido que te unas a mi, que tomes sobre ti tu pequeña cruz junto a la mía. Te pido paciencia con tus enemigos, amor por tu cónyuge, responsabilidad en las dificultades con los hijos, tolerancia con los ancianos, comprensión con los hermanos, compasión hacia el que sufre, servicio en los problemas de todos, tal como yo he vivido y enseñado….pero, antes que nada sé paciente contigo mismo, acógete en tus intemperancias, acéptate en tu fragilidad, sopórtate en tu debilidad y…no te tomes a ti mismo demasiado en serio, concentrando sobre ti todos tus pensamientos….eres solamente una criatura….pero eres muy amada por Mi….
No quiero verte egoísta, rebelde, pesimista. Me gustaría que tu vida fuese alegre, siempre joven y cristiana. Cada vez que te desalientes, búscame y me encontrarás. Cada vez que te sientas cansado, habla conmigo, cuéntame tus problemas. Cada vez que pienses que no sirves para nada no te deprimas, no te sientas inferior, no te olvides que tengo necesidad de tu pequeñez para entrar en el alma de tu prójimo.
Cada vez que te sientas solo no te olvides que estoy contigo. No te canses de pedirme, yo nunca me cansaré de darte. No te canses de seguirme, yo nunca me cansaré de acompañarte.
No te dejaré nunca solo….
💝 Jesús 💝
Desearía saber si dicha carta procede de una reflexión personal de un fiel o bien es una revelación privada divina.
Me llegó a través de un amigo y yo creo que es simplemente una reflexión personal en un momento de oración.
Muy linda la carta, Dios bendiga quien la escribió