“En la Iglesia del Jesús, en Roma, cuartel general de la Compañía, se practicaban hasta hace poco tiempo, y probablemente se practican aún, exorcismos y oraciones de liberación”. M.T.
Por Marco Tosatti. 2 de Junio de 2017. El nuevo general de los jesuitas, el padre Arturo Sosa, ya conocido en las crónicas por haber hecho la observación de que en el tiempo de Jesús no existían las grabadoras, y por lo tanto no podíamos saber qué cosa ha dicho exactamente. Una afirmación que no cesa de asombrarme por su irresistible lógica interna: desde el momento en que hay alguien que hace 2.000 años no sabemos que cosa haya dicho con precisión, decido pasar toda mi existencia en una asociación creada en su nombre.
El padre Sosa ha concedido una entrevista a El Mundo, que pueden encontrar aquí.
En respuesta a la pregunta sobre las mujeres y la Iglesia, ha dicho: “Jesús no siguió las normas comunes de la mujer de su época. Las mujeres lo acompañaron siempre. La Iglesia no existiría sin ellas. Para mí son las grandes transmisoras de la fe. Veremos un momento en el que su papel será más reconocido. La Iglesia del futuro deberá tener una jerarquía diferente, con ministerios diferentes. Hago un llamado a la creatividad femenina a fin de que dentro de 30 años tengamos comunidades cristianas con otra estructura. El Papa ha abierto la puerta del diaconado al crear una comisión. Después podrán abrirse más puertas”.
Sobre el “matrimonio homosexual” ha dicho en cambio:
“Una cosa es el pensamiento público y oficial y otro lo que sucede en las comunidades. Una cosa es la homosexualidad y otra es mi compañero homosexual, aquel que forma parte de mi familia, de mi entorno. En la vida religiosa hay homosexuales y no son perseguidos, forman parte de la comunidad. El sacramento [del matrimonio] es otro tema, una cosa es reconocer el estatuto civil para que no haya discriminación y otra el aspecto teológico. Los sacramentos no nacen así” (chasquea los dedos).
Finalmente hubo una pregunta sobre la relación entre el mal y Satanás: se le preguntaba si “creía que el mal es un proceso de la psicología humana o si proviene de una entidad superior”.
“Desde mi punto de vista, el mal forma parte del misterio de la libertad. Si el ser humano es libre, puede elegir entre el bien y el mal. Los cristianos creemos que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto Dios es libre, pero Dios siempre elige hacer el bien porque es todo bondad. Hemos hecho figuras simbólicas, como el diablo, para expresar el mal. Los condicionamientos sociales también representan esa figura, ya que hay gente que actúa así porque está en un entorno donde es muy difícil hacer lo contrario”.
No quiero pensar qué habría dicho San Ignacio – con aquello que había escrito – y extensamente – en el discernimiento de los espíritus, llamándolo el Maligno, Satanás, el “enemigo de la naturaleza humana”, y reconociéndole una identidad precisa, y una voluntad de causar daño. Por ejemplo: “Como el capitán de un ejército, después de haber plantado la tienda de comando y observado las estaciones o la posición de un castillo, lo ataca desde la parte más débil, así, el enemigo de la naturaleza humana, circundándonos, examina todas nuestras virtudes y nos ataca donde nos encuentra más débiles”.
En la Iglesia del Jesús, en Roma, cuartel general de la Compañía, se practicaban hasta hace poco tiempo, y probablemente se practican aún, exorcismos y oraciones de liberación.
El Padre Sosa es uno de los consejeros del Pontífice.
Traducción de Como Vara de Almendro