Por Riccardo Cascioli. La Nuova Bussola Quotidiana. 18 de Mayo de 2017
«Con el cardenal Sarah la liturgia está en buenas manos». Firmado por: Benedicto XVI. Aquello que a primera vista puede parecer una simple muestra de aprecio, es en realidad una verdadera y propia bomba. Significa de hecho que el Papa emérito – aún con su estilo discreto – baja directamente al campo en defensa del cardenal Robert Sarah que, como prefecto de la Congregación para el Culto Divino, desafortunadamente ha sido aislado, y marginado de los nuevos nombramientos del papa Francisco, y desmentido públicamente en su dirección por el Papa mismo.
El clamoroso gesto de Benedicto XVI llegó bajo la forma de posdata para un libro del Cardenal Sarah, “La force du silence” (La fuerza del Silencio), ya disponible en Español. El texto de Benedicto XVI debería publicarse en las próximas ediciones del libro, pero apenas ayer se hizo público en el sitio americano First Things.
En él, Benedicto XVI elogia ampliamente el libro del cardenal Sarah, y al propio Sarah, definiéndolo como «maestro espiritual, que habla desde la profundidad del silencio con el Señor, expresión de su unión interior con Él, y por esto tiene algo que decirnos a cada uno de nosotros».
Y al final de la carta se dice agradecido con el papa Francisco por «haber nombrado un tal maestro espiritual como cabeza de la congregación para la celebración de la liturgia en la Iglesia». Es una nota que sabe más a blindaje que a verdadero agradecimiento. De hecho no es un misterio que en el curso del último año al cardenal Sarah se le ha hecho a un lado de facto, primero con el nombramiento de los miembros de la Congregación que ha tenido el resultado de rodear a Sarah de personajes progresistas, abiertamente hostiles a la “reforma de la reforma” invocada por Benedicto XVI y que el cardenal africano trataba de realizar (Aqui). Después, la abierta desaprobación por parte del Papa a propósito de su postura sobre la posición de los altares (Aqui y Aqui); luego la nueva traducción de los textos litúrgicos que estaría bajo estudio de una comisión creada en contra del cardenal Sarah y sin que este lo supiera (Aqui); y finalmente los movimientos para estudiar una misa “ecuménica” ignorando a la Congregación misma (Aqui).
Se trata de una deriva que golpea en el corazón del propio pontificado de Benedicto XVI, quien ponía la liturgia al centro de la vida de la Iglesia. Y en el documento ahora publicado, el Papa emérito reenvía una advertencia: «Así como para la interpretación de la Sagrada Escritura, como para la liturgia, es verdad que es necesario un conocimiento específico. Pero también es cierto de la liturgia que, la especialización puede omitir lo esencial a menos que no se arraigue en una profunda unión interior con la Iglesia en oración, que de nuevo siempre aprende del Señor mismo lo que es la adoración». De aquí la afirmación final que suena como una advertencia: «Con el cardenal Sarah, maestro del silencio y de la oración interior, la liturgia está en buenas manos».
Esta intervención de Benedicto XVI, que busca blindar al cardenal Sarah y volver a ponerlo de manera efectiva como cabeza de la Congregación para la liturgia, es sin precedentes. Y aunque la forma es la de un “inocente” comentario a un libro, a nadie se le puede escapar el significado eclesial de tal movimiento, que indica la preocupación del Papa emérito por cuanto está sucediendo en el corazón de la Iglesia.
Benedicto XVI interviene ahora sobre lo que tal vez ha caracterizado en mayor parte a su pontificado: «La crisis de la Iglesia es una crisis de la liturgia», esta fue su manera de decirlo, y tal juicio ha sido relanzado por el cardenal Sarah. Pero no es necesario olvidar lo que mons. Georg Geinswein afirmó en una reciente entrevista, aparentemente de manera inocente: en respuesta a una pregunta sobre la confusión que hay en la Iglesia y a las divisiones que se han creado, dijo que Benedicto XVI sigue con atención todo lo que sucede en la Iglesia. Y ahora vemos que comienza discretamente a dar algún paso.
Traducción de Como Vara de Almendro
[…] los partidarios de la agenda de Francisco se ponen nerviosos cada vez que habla Benedicto, tal como hizo recientemente al elogiar al Cardenal Sarah. ¿Estuvieron los dos hombres en un genuino acuerdo?, los partidarios […]