Por James Martin. 9 de Mayo de 2017. (LifeSiteNews) –
Los fieles católicos podrían “sorprenderse” cuando “lleguen al cielo para ser recibidos por hombres y mujeres LGBT”, dijo un polémico sacerdote católico que ha sido nombrado el mes pasado por el papa Francisco para la oficina de prensa del Vaticano.
El sacerdote jesuita, p. James Martin, editor general de la revista jesuita America, hizo este comentario en su página de Facebook el 5 de Mayo después de haber publicado un enlace a un evento a favor de los homosexuales organizado por New Ways Ministry, llamándolo como “otro signo de bienvenida y construcción de puentes”.
En respuesta a un comentario en su publicación que decía que “ningún Santo canonizado estaría impresionado” por la infiltración de la homosexualidad en la Iglesia Católica, Martin respondió que algunos de los santos “probablemente eran homosexuales”.
Traducción de Como Vara de Almendro
Nota de Como Vara de Almendro:
Cabe recordar aquí que la doctrina católica sobre el tema que trata el artículo es muy clara. Para ello recomendamos leer los numerales del Catecismo de la Iglesia Católica sobre este tema que no dejan lugar a dudas sobre la gravedad de la homosexualidad y que son 2357, 2358 y 2359. También pueden consultar los textos de la Escritura que precisamente anotamos a continucación: Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1Co 6, 10; 1 Tm 1, 10.
Ante este panorama desolador que vemos en algunos sacerdotes, como católicos fieles al Magisterio, solamente podemos orar intensamente para que reconozcan sus errores, salven sus almas y las de sus ovejas a ellos encomendadas.
De aquí nació la creencia blasfema y herética del consultor de comunicaciones elegido por Bergoglio, James Martin: “Algunos de los santos eran gay”.
LifeSiteNews informa que «El simposio también contó con el préstamo de un sacerdote simpatizante, de una colección de reliquias de santos que el director del ministerio de New Ways, Frank DeBernardo, dijo que «son conocidos como LGBT o se suponen que lo fueron». Él nombró a Perpetua y Felicitas , Sergio y Baco, Juana de Arco, y Aelred de Rievaulx
¡Qué tristeza! Una aberración. Dios perdone a estos sacerdotes y les permita arrepentirse de estas falsas e injuriosas declaraciones.
Bendiciones.