Con lágrimas en los ojos les comparto esta reflexión!!!
Siento una grande oscuridad que se cierne sobre la Iglesia y el mundo. Sabemos que esta semana el Obispo de Palermo- Italia, Monseñor Corrado Lorefice con un decreto, removió de su cargo como párroco a Don Alessandro Minuttella, por un grande pecado cometido por este sacerdote: «Defender la Doctrina milenaria de la Iglesia y sobre la Palabra de Dios». Vean aquí la noticia. Pues este mismo obispo que fue nombrado por el papa Francisco el 27 de octubre de 2015, porque, según Francisco, estos son los buenos obispos, los llamados preti di Strada (sacerdotes que van por las calles en medio a los más pobres). ¿Por qué esa diferenciación entre los sacerdotes? Todos somos sacerdotes para recorrer caminos como hizo Nuestro Señor Jesús. Recuerdo que cuando Francisco dijo al inicio de su pontificado que quería que fuéramos sacerdotes con olor a oveja, sentí alegría ante sus palabras porque considero que así deber ser. Pero a estas alturas de su pontificado desastroso me doy cuenta que no quería que oliéramos a oveja sino a pecado, porque si hablamos de conversión somos fanáticos, anticuados, arcaicos, fundamentalistas, fariseos y otras cosas más. Debemos acompañar a los pecadores pero sin necesidad de que se conviertan y si les damos ánimos para que sigan pecando como nos lo sugiere el polémico documento de Francisco, Amoris Laetitia, en el capítulo 8, mucho mejor.
El obispo de Palermo que con tanta diligencia escribió el decreto contra el padre Minuttella, es el mismo que guarda un silencio malvado, cómplice -y que a los ojos de Dios deberá dar cuentas- ante otro sacerdote, Don Cossimo Scordato que el domingo 04 de septiembre del 2016, hizo subir al presbiterio a dos lesbianas que a la semana siguiente se casaron por lo civil. En la celebración de la Misa dominical, presentó a las dos mujeres, anunciando la fecha de la unión civil y pidió a los fieles de recibirlas en la comunidad y orar por la nueva vida de ellas juntas. Pidió a los fieles un fuerte aplauso y dijo que su deseo, es que un día la Iglesia acepte bendecir las relaciones homosexuales.
Queda claro que este sacerdote con esta acción ha ya aceptado que las parejas homosexuales tengan la bendición de Dios. Como sacerdote le digo a este hermano que está extraviado y tiene la mente ofuscada, que lleva en su conciencia el pecado de estas dos mujeres que con su bendición tienen relaciones íntimas. Usted es responsable de este pecado y recuerde que Jesús nos dice: «Ay de aquel que escandalice a unos de estos pequeños, más le valdría que le colocaran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran en el mar» (Lc 17,1-2). ¿Este sacerdote pensó por un momento en los niños que estaban presentes ese día en la Santa Misa y también en los adultos que frágiles en la fe quedan confundidos? ¿Y el Obispo por qué calla? Posiblemente esta sea la respuesta. Hoy leí una noticia que espero que no sea verdadera porque en Italia el 01 de abril se hacen bromas por el pez de abril. Una web dice que el Obispo acoge el Gay Pride y que en la fachada de la Catedral colocarán un pendón gigante para acoger el Palermo Pride y en el que estará escrito: «La Iglesia abraza a todos sus hijos. Bienvenido Palermo Pride». Dice el portal que el anuncio fue hecho por el mismo obispo. No me sorprendería que la noticia sea verdadera con todo lo que estamos viendo.
Señor ten piedad de tu pueblo!!!
Padre Elías
Padre Elías, estoy totalmente de acuerdo con la defensa del buen sacerdote que ha hecho y la condena del lobo vestido de pastor.
Lo que no entiendo es que usted comulgue con la frase francisquista de los «pastores con olor a oveja». Porque que yo recuerde, NSJC dijo una cosa muy diferente:
«Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen» Juan 10, 27.
O sea que el pastor debe tener «olor de pastor», no de oveja, para que éstas lo distingan y lo sigan. Porque si el pastor se confunde en el rebaño, pobre rebaño.
Ricardo, gracias por escribirme. La interpretación que usted hace de la frase de Francisco la comparto totalmente y le agradezco porque me ilumina demasiado. Me explico mejor: la frase cuando él la dijo, la interpreté en el sentido de que los sacerdotes seamos cercanos a la gente, de salir a las calles también a llevar el Evangelio y a curar las ovejas heridas. Jesús cargó en sus hombros la oveja y seguro que quedaría impregnado de su olor. Diferencio eso sí que no sea olor a pecado y creo que eso lo expliqué bien en el artículo y por eso tomo distancia de Francisco en las intenciones que luego hemos ido descubriendo.
Dios lo bendiga
Esto va a acabar mal de narices. La culpa es de todos, y sobre todo de muchos padres , por no llevar a sus hijos a Misa y educar a sus hijos en la Fe. Con que gran cariño recuerdo mi parroquia de San Jorge (A Coruña) del Opus Dei, donde los sacerdotes siempre llevaban sotana y nos daban una educación religiosa tan estricta y verdadera.
Padre Elías, yo también siento como ud, gran preocupación por el estado del mundo y de la Iglesia. Los mensajes dados por Nuestra Señora, La Sma Virgen en Akita , Japón. Bien han advertido sobre esto que vemos hoy día 🙁 …Octubre de 1973
Mi querida hija, escucha bien lo que voy a decirte; informarás de ello a tu superior: «Si los hombres no se arrepienten y no se mejoran, el Padre mandará un terrible castigo a toda la humanidad. Será un castigo más grave que el diluvio, como jamás ha habido otro; caerá fuego del cielo y aniquilará una gran parte de la humanidad, tanto malos como buenos; no perdonando a fieles ni a sacerdotes. Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos. Las únicas armas que quedarán entonces serán el Rosario y el Signo dejado por mi hijo… Con el rosario rogad por el Papa, los Obispos y los sacerdotes. La acción del diablo se infiltrará hasta la Iglesia, de tal forma que se verán cardenales oponiéndose a otros cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneren serán despreciados y combatidos por otros sacerdotes.
Las iglesias y los altares serán saqueados. La Iglesia se llenará de quienes aceptan componendas, y el demonio empujará a muchos sacerdotes y almas consagradas a abandonar el servicio del Señor; el demonio atacará encarnizadamente sobre todo a las almas consagradas a Dios. El pensamiento de la perdida de tantas almas es la causa de mi tristeza. Si los pecados aumentan en número y en gravedad, ya no habrá perdón para ellos. Recen mucho las oraciones del Rosario… Aquéllos que ponen su confianza en mí serán salvo.