El 7 de marzo, apareció un artículo en el prominente diario secular austriaco Die Presse, titulado “Francisco – Populismo a la católica” (“Franziskus – Populismus auf katholisch”), el cual contiene algunas observaciones bastante críticas sobre el papa Francisco y su liderazgo perceptiblemente contínuo. (El sitio The Austrian Catholic (Kath.net) también reportó al respecto. Hans Winkler, autor del artículo, es el ex Vice presidente de la Asociación de Publicadores Católicos de Austria(Verband katholischer Publizistinnen und Publizisten Österreichs), y quien anteriormente trabajó como editor en jefe de política exterior para el mayor diario austriaco de la región, Kleine Zeitung.
Con referencia al 13 de Marzo de 2013, fecha de la elección del papa Francisco, Winkler sostiene que, desde hace cuatro años a la fecha, la Iglesia Católica está siendo gobernada “por un populista”. A manera de contraste, él llama al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, “un populista de derecha”, mientras que a Francisco le llama “un populista radical” católico. El periodista austriaco define la palabra “populista” como alguien que a menudo pasa por alto “la normativa legal, y la ley misma, en nombre de un tipo de justicia definida por él mismo”. Winkler añade que semejante persona “sugiere una cercanía con la gente” y sugiere que la gente ha sido “traicionada por las ‘élites’”. Winkler explica lo siguiente:
En el caso del Papa, los teólogos y las autoridades de la Iglesia desempeñan el rol de aquellos que imponen cargas al pueblo, cargas que ahora prometen quitarles. De una manera agresiva, instruye regularmente a los cardenales.
Es en este contexto que Hans Winkler se dirige al trato que el papa Francisco da a los cuatro Cardenales de la Dubia. Winkler observa que Francisco no responde a proósito a la Dubia presentada en relación a Amoris Laetitia.
El populista sustancialmente no responde a la crítica; responde más bien a nivel personal. Un típico ejemplo de ésto es la burda reacción de la gente a la petición (Dubia) de los cuatro cardenales sobre Amoris Laetitia, documento magisterial acerca del matrimonio y la familia – una solicitud que fue presentada de acuerdo a todas las reglas y formas de cortesía de la propia Iglesia. Francisco, se dice, ha estado “enfadado” al respecto.
Winkler continúa con su descripción de la falta de respeto que el papa Francisco ha mostrado recurrentemente hacia sus propios cardenales cuando dice:
Hasta el día de hoy, él [Francisco] no considera que estos cardenales merezcan una respuesta. Esto no sólo es una falta de respeto, hay también en esto una estrategia. Ninguna cabeza de ninguna empresa transnacional lidiaría de tal manera con sus gerentes. En cambio, deja sueltos algunos diablos menores subordinados [“Unterteufel[1]”], prontamente dispuestos a poner en práctica las amenazas correspondientes a su disposición, o que incluso estos mismos pueden acusar de herejía a los peticionarios, es decir, de apostasía de la enseñanza de la fe.
Ya que las palabras de Winkler son tajantemente incisivas e insistentes, vale la pena citarle una vez más a detalle, especialmente cuando continúa con la presentación de sus pensamientos más amplios, diciendo:
A pesar de todas sus seguridades de colegialidad, el papa toma sus decisiones de una manera autoritaria ciertamente. En el Sínodo de Obispos [sobre la Familia], hizo referencia a su primacía de jurisdicción así como fue definida en el primer Concilio Vaticano. En cuestiones de temas de economía y de protección al medio ambiente el papa muestra una determinación ideológica de la cual carece muy intencionalmente en su propio [y esperado] campo de experiencia: la enseñanza de la Fe y de la Moral.
El periodista austriaco continúa cuestionando algunas de las propias, y recurrentes, ideas del papa Francisco acerca de temas de economía, y concluye entonces que “Francisco tiene evidentes simpatías por la forma clásica de populismo en América Latina, el Peronismo de su tierra”. Respecto a esto, el Papa presta una especial atención a la distribución de la riqueza a los pobres. “Puesto que siempre están hablando de esto, los Caudillos de izquierda en el continente [latinoamericano] gozan de un apoyo bastante abierto por parte del papa”, como explica Winkler, y quien añade: “Este [apoyo papal] tiene en la actualidad algunas consecuencias desastrosas en Venezuela”. Tal como lo ve este periodista austriaco, este apoyo papal ayuda excesivamente al régimen en Venezuela el cual, de acuerdo al Arzobispo de Caracas, es una “dictadura” que desprecia al pueblo venezolano.
Más adelante en su artículo, Winkler hace uso de su crítica al papa Francisco también hacia su documento magisterial, Amoris Laetitia. Y acusa al Papa de sembrar ambigüedad en este texto cuando dice:
La cuestión central y en disputa sobre la admisión de los divorciados vueltos a casar a los Sacramentos está formulada a propósito de una manera tan ambigua que cada quien puede leer en ella lo que sea que se quiera. Y así es como sucedió: los obispos en Polonia o en África sacaron de ella conclusiones diferentes de las de aquellos de Alemania o Malta; el obispo de Filadelfia sacó lo opuesto de las conclusiones de [la diócesis de] Chicago.
Por lo tanto, dice Winkler, ahora los obispos tienen que “elegir su propia [y particular] enseñanza en lo que concierne al Matrimonio y a los Sacramentos”. El Papa “lo llama una ‘saludable descentralización’”, añade Winkler, lo cual evidentemente “no es exclusivo de algunos tipos de cuestiones pastorales, sino también de la doctrina en sí misma”. A los ojos del periodista, el Papa parece tener la esperanza de que “su acercamiento ‘misericordioso’ será, de hecho, dominante”. De cualquier manera, dice Winkler, esta confusa descentralización es también grave causa de preocupación a los ojos del propio Cardenal Gerhard Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. De acuerdo con el Cardenal Müller, tal descentralización no debe – pero no debe- dar a entender “declaraciones dogmáticas por separado” las cuales también podría “relativizar las estructuras sacramentales constitutivas”. Con referencia a estas mismas citas del Cardenal Müller, Winkler reclama así que “Müller adopta una postura diferente a la del Papa sobre la cuestión de Amoris Laetitia”. Este artículo termina con otra cita de Müller: “Uno no puede servir al Papa fomentando un culto a su persona”.
En el contexto de este Nuevo artículo austriaco en un diario no católico de circulación nacional, valdría la pena recordar que, en el pasado reciente, también han existido otros prominentes medios informativos de lengua alemana que han publicado algunas críticas fuertes al papa Francisco. En 2015, el diario alemán FOCUS publicó una Carta abierta al Papa escrita de manera anónima por un antiguo miembro de la Curia; también en el 2015, el diario alemán Cicero publicó un informe escrito por Giuseppe Rusconni el cual trata de las críticas recurrentes del Papa aún saliente de la Curia; en 2016, uno de los propios editores de Cicero, Alexander Kissler, escribió una fuerte crítica del Papa; en 2016, el diario alemán de circulación nacional, Frankfurter Allgemeine Zeitung lanzó un artículo escrito por el conocido periodista Markus Günther, quien reprendió públicamente al papa Francisco por su mal liderazgo; finalmente, el mismo diario publicó otra crítica escrita por Christian Greyer. Debemos considerar el grave pesar en el corazón de estos autores quienes han aceptado el riesgo de presentar al público estas sinceras y sentidas críticas.
Traducción de Como Vara de Almendro
[1] “ESCRUTOPO”. Personaje del libro “Cartas del diablo a su sobrino”, que es una obra satírica, de temática apologética cristiana, del autor británico C. S. Lewis. Está compuesto por treinta y una cartas supuestamente escritas por el anciano diablo Escrutopo, un demonio malvado y voraz, a su sobrino Orugario, un demonio principiante. En medio de esta trama, que es una apología cristiana, el autor desarrolla con maestría una sátira donde imagina el infierno del siglo XX como una burocracia eficiente y orgullosa, que se organiza para hacer el mal «lo mejor posible».
El libro, que fue publicado en 1942, es una recopilación de artículos publicados en el desaparecido periódico Manchester Guardian con el nombre de The Screwtape letters (Las cartas de Escrutopo).