Estimados lectores y amigos de Como Vara de Almendro; hemos llegado hoy a la fiesta de Nochebuena, a la Santa Navidad. Fiesta entrañable y gozosa para los que sabemos que constituye el principio de nuestra salvación, del AMOR DE UN PADRE, DIOS, QUE USÓ POR AMOR EL TRAER A SU HIJO AL MUNDO PARA SALVAR A LA HUMANIDAD. La Santa Trinidad pensó en todo, Dios Padre sabía que el hombre tenía que ser salvado, y Dios Hijo dijo: ¡Padre, mándame a mi, iré yo! y respondió el Espíritu Santo por amor al hombre con un sí. ¡Qué nadie nos engañe! DIOS NO FUE INJUSTO AL ENVIAR A SU HIJO AL MUNDO. DIOS, LA SANTÍSIMA TRINIDAD, CONJUNTAMENTE, DIERON UN SÍ SALIDO DEL CORAZÓN. Un SÍ que después ratificaría la Siempre Virgen María, la Inmaculada, al dar permiso al arcángel San Gabriel, aceptando con humildad todo lo que Ella ya sabía del Salvador. Un sí que aceptó la que se mantuvo en virginidad perpetua, lo mismo que su castísimo esposo. Ella sabía que iba a sufrir junto a su Hijo, porque aunque fue grande, Hijo de Dios, no vino al mundo solamente a hacerse carne de nuestra carne, sino, a salvar a todos los hombres. Nunca dudó de su dolor y de su muerte en cruz, Ella aceptó en plenitud, enteramente, toda la misión salvífica, en la que entraba, por supuesto, el paln de Dios, el Sacrificio de Cristo con su muerte en Cruz.
Hoy, tras más de 2000 años, seguimos teniendo a Cristo entre nosotros, realmente presente, en cuerpo, sangre, alma y divinidad en la Santa Eucaristía.¡QUE NADIE NOS TOQUE LOS DOGMAS! ¡NI QUE SEA UN ÁNGEL DEL CIELO!
Con este sencillo poema, queremos ratificar que amamos a Dios sobre todas las cosas, y que no rehusaremos nunca de los dogmas sagrados de nuestra fe católica.
A todos, que tengáis una Santa y Feliz Navidad en Jesús, José y María.
El equipo de Como Vara de Almendro.
¿QUIÉN PUDIERA…….
¿Quién pudiera ser la paja
de aquel húmedo pesebre?
Pues sobre ella la más santa
carne de Infante guarece
y le abriga en su humildad
en la Santa Navidad.
¿Quién pudiera ser el aire
que el aliento del Mesías
suspendió las melodías
de su llanto inquebrantable?
Siendo Camino y Verdad
¡¡¡muchos le abandonarán!!!!!
¿Quién pudiera ser el canto
de la Inmaculada Virgen
que arrulló en su pecho santo
al Autor de cuanto existe
y durmió en serenidad
al que al mundo trae la paz?
¿Quién pudiera ser jumento
para poder guarecer
los pequeños pies y manos
del pequeñito Emmanuel,
las manos de caridad
que vinieron a sanar?
Ay, mortales, ¿quién pudiera
haber besado a Jesús
y en aquella Santa Noche
hacerle olvidar su Cruz
reparando en humildad
tanta soberbia impiedad?
¡Qué insensatos y qué viles
cuando envidiamos poder!
ser la paja o ser el aire
ser vara o jumento ser
pues Jesús en la Hostia está
y su presencia es real.
Cada día en el sagrario
con ansias Él nos espera.
Yo le puedo visitar
y contarle cuanto quiera
y abrazarle en humildad
cuando acudo ante su altar.
Ahora entiendo, mi Jesús
que mis celos son injustos
si te tengo cada día
a mi lado y no te busco
dame hambre de caridad
y la sed de comulgar.
Que te busque y que te encuentre
en la paz del alma mía,
que mi dicha es que recuerde,
pues por mi diste la vida,
que toda una eternidad
me funda en tu santidad.
Montserrat Sanmartí Fernández
Navidad 2016