De los Padres del desierto
Un hermano le preguntó a un anciano: « ¿Qué hacer? Una multitud de pensamientos me hace la guerra y no sé cómo resistir». Respondió el anciano: «No luchar nunca contra todos, sino contra uno sólo. Puesto que todos los pensamientos de los monjes tienen una sola cabeza. Se necesita entonces examinar cuál será en realidad aquel único pensamiento y cuál su naturaleza, y después luchar contra eso. Entonces todos los otros pensamientos perderán su fuerza».
Aprendamos de ellos.
Fray Cristóforo