La noche y la oscuridad nos recuerdan “las noches” de nuestra vida. Tantas situaciones que hemos vivido y a las cuales no logramos darle sentido. Tanto sufrimiento vivido, tal vez incluso en este día, y que no da tregua.
Pero no olvides las palabras del Salmo “Aunque haya de pasar por un valle tenebroso, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo Señor” (Sal. 22).
No temas. No tengas miedo. Ni siquiera esta vez Dios te abandonará.
Fray Cristóforo