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LA ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN EN EL TEMPLO SANTO DE DIOS.

«Queridos lectores.

Presentamos a continuación la segunda parte del opúsculo de Ángeles Sánchez Aréchaga titulado “LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN”. Esta segunda parte lleva por título «LA ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN EN EL TEMPLO SANTO DE DIOS”. En ella, la autora nos recuerda la causa histórica que hizo que la Iglesia truncara su propia exégesis tradicional sobre la Venida del Señor y sus implicaciones, mantenida de manera unánime por los Padres de la Iglesia durante los primeros cuatro siglos (herederos como eran de la Escuela de San Juan Evangelista, San Policarpo y San Ireneo de Lyon), arraigada en la interpretación literal de la Biblia, según la cual hay dos resurrecciones y dos juicios: el juicio de las Naciones, en la Parusía o Segunda Venida de Cristo en
gloria y majestad, tras la cual Cristo establece su Reino eucarístico y glorioso en la Tierra, corporaliter (Como dice el Credo: «Creo en la Vida del mundo futuro», y la Biblia «Nuevos Cielos y Nueva Tierra») y el Juicio final, con el fin del mundo; y esa causa fue la imposición por San Jerónimo de una interpretación alegórica de Apocalipsis XX a San
Agustín, forzada y contraria a la letra de la Biblia, para desterrar la herejía del milenarismo carnal o craso del hereje Keryntos, destruyendo así de paso la tesis bíblica y patrística del milenarismo espiritual.

Trata también la autora de la entronización del Príncipe de las Tinieblas en el Vaticano en 1963, hecho histórico que también nosotros hemos comentado en algún artículo (https://comovaradealmendro.es/2017/03/breve-cronica-de-un-golpe-de-estado-masonico-en-la-iglesia-estudio-juridico-teologico-de-la-renuncia-de-benedicto-xvi/), llevado a cabo por la masonería eclesiástica y satanista, lo que fue confirmado por el sacerdote Malachi Martin. Y cómo el juramento del último papa de entregar la Iglesia al Demonio parece estar cumpliéndose con Bergoglio, que no es papa sino usurpador. La autora realiza también una interesante diferencia entre las Dos Mujeres del Apocalipsis y saca conclusiones muy jugosas sobre la traición que se nos viene encima dentro de poco. Ruego una oración por ella y por Comovaradealmendro, que, por pura gracia, sabe que todo esto es verdad y que se está cumpliendo desde los últimos cinco años. Pero María Santísima le pisará la cabeza a la serpiente y el resto fiel recibirá a Cristo en su Parusía. Bendito sea Dios.

El Equipo de Comovaradealmendro».

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DE LA OBRA DE COLLECCIÓN:

 

“INSTRUMENTOS DEL DIOS ALTÍSIMO. LOS PROFETAS DE MARÍA”

 

Tercer y último Libro:

 

“LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN”

 

Segunda Parte

 

“LA ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN EN EL TEMPLO SANTO DE DIOS”

 

Carta a la Santa Madre Iglesia, Católica, Apostólica y Romana

 

 

Al Remanente Fiel…

Continuación del Opúsculo. La primera parte ya fue publicada en Comovaradealmendro la semana pasada.

 

 Por Ángeles Sánchez Aréchaga

 “He Aquí que Vengo Pronto… Y Hago Nuevas Todas Las Cosas. Yo Soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Dijo El Señor: Sí Vengo Pronto”. Pero antes, vendrá el que todo lo imita, a terminar de deshacerlas… El Ánomos. El Sin Ley. El Otro…

 

INTRODUCCIÓN

  Han pasado dos años desde que comencé la composición de mi último Libro…

El Primer Tomo de esta Obra de colección se titula: “El Fin de Los Tiempos y de las cosas”, cuya Primera Edición se realizó en 1997. Siendo su primera reimpresión, en el año 2002.

El Segundo Tomo se titula: “Apocalipsis, Canto de Esperanza”, un Curso completo compuesto de tres Partes, cuya Primera Edición se realizó en Junio de 2005 y su primera reimpresión en el mismo año.

Y este Tercer Tomo: “Los Signos de los Tiempos en la Historia de la Salvación”. El cual se compone, también, de tres Partes.

   La Primera Parte de este Tercer Libro (que aún se encuentra en formato Digital), se presentó en forma de: “Carta a la Santa Madre Iglesia, al Remanente Fiel…” y se concluyó el día 13 de Octubre de 2015; se le dio llamar “El Tratado del Falso Pastor que se sienta en la Silla de Pedro”.

Desde entonces, se han suscitado muchos acontecimientos en la Iglesia y también en el Mundo… Y si bien en la Primera Parte de este Opúsculo, he dejado pendiente algunos puntos para tratar más ampliamente en esta Segunda, la vertiginosidad de los mencionados acontecimientos, y la GRAVEDAD DE LA HORA PRESENTE, me obligan a concluirlo a la brevedad.

Le hemos dado llamar: OPÚSCULO, por ser una Obra más breve que las anteriores ya editadas. Así pues, a esta Segunda Parte del Opúsculo la llamaremos:

 

“La Abominación de la Desolación en el Templo Santo de Dios”.

  Pero antes de explayarme en los puntos que he dejado pendientes y proseguir con esta Parte, quisiera referirme, en primer lugar, al Capítulo más neurálgico de toda la Sagrada Escritura, Punto Capital donde converge toda la dogmática católica y que hace referencia a la Consumación de los Siglos presentes: El Cap. 20 del Libro del Apocalipsis. Mencionado ya en la Primera Parte. Uno de los Puntos más significativos para comprender el Tratado del Falso Pastor… Pues, si no se lo entiende con la exactitud que comprende, en su estricto sentido literal, no se entiende, entonces, el Rol que le cabe a Francisco I en el rigor histórico de lo denunciado en las Sagradas Escrituras. Concretamente, en el Capítulo 13 del Libro del Apokalipasis. Por lo que deberé citar, nuevamente, textos que ya están citados anteriormente.

  Conclusión, si en la Primera Parte de este Opúsculo se dejó probado porqué Francisco no es verdadero Papa, sino Anti-papa, en esta Segunda Parte mostraremos por qué no se comprende, en la mayoría de los Católicos, este su verdadero Rol. Así pues, Interpretar correctamente este Capítulo 20 del Libro Magno de la Sagrada Escritura tiene una importancia capital. En él se encuentra la respuesta al interrogante: “¿Cómo es posible que la mayoría de los Católicos (peor resulta en los eclesiásticos…) no se den cuenta, quién es Francisco I?” Por lo que saber leerlo en su justo contexto es fundamental. Cuestión con la que tropiezan, aún los católicos más formados en la Doctrina de Fe. Sobre todo, los más tradicionalistas…

   Ahora bien, para poder aclarar mejor este Punto, desde la Exégesis del Padre Castellani, siguiendo la tradición Patrística, es necesario, primero, hacer un pequeño recorrido histórico para situarnos en el siglo IV de la Era cristiana. Comencemos:

  Luego que los Apóstoles y Discípulos del Señor, habían aprendido –de primera mano- todo lo que comprendía el contenido de la Revelación que el Señor Jesucristo les hizo antes de Su Partida, después de Su Resurrección, se vivieron muchos acontecimientos que pusieron a la Primitiva Iglesia, o Iglesia Naciente, en serio peligro de perder la verdadera Fe. (Más o menos como ahora, pero en distinto contexto histórico).

Porque el Principio y el Fin se unen en un perfecto trazado, en el cual se desarrollan los distintos acontecimientos y circunstancias que van llevando el hilo conductor de la Historia de la Salvación. Lo esencial no se modifica, lo accidental, o sea, las diversas formas, sí. Pero vayamos al Punto crucial…

EL TROPEZÓN HISTÓRICO

 

   En tiempos de San Agustín, Doctor de la Iglesia, sucedió un hecho trascendental en el desarrollo de la Historia. Habiendo él interpretado correctamente los pasajes del tan controvertido Capítulo 20: “El Reino Milenario”, con una claridad meridiana, se vio apremiado por San Jerónimo, muy respetado en ese tiempo, por ser un hombre muy versado en las Sagradas Escrituras, pues éste lo obligó, prácticamente, a componer una nueva interpretación, en sentido figurado o alegórico, de ese Capítulo. Pues San Agustín, hasta ese momento, seguía la Interpretación Única y Unánime de los Santos Padres anteriores a él. La más Pura Tradición apostólica. Y entonces “inventó una interpretación alegórica del capítulo 20 del Apocalipsis”. “Que Dios me perdone, porque me cuesta decirlo –afirma el Padre Castellani- es una patochada y un tropezón del Santo Doctor, tan grande como su talento”.

 

  “Pues bien, así nació la interpretación alegórica. Y viniendo de semejante lumbrera, quien no la iba a seguir… Aunque hubiese sido un error histórico”. Pero, ¿cuál fue la causa de ese apremio que obligó a San Agustín a realizar una nueva interpretación?

 Que San Jerónimo, pese a ser muy docto, no supo distinguir las dos clases de Milenismo: el literal crudo o craso y el Milenismo espiritual de la Interpretación Patrística. Verdadera Exégesis. Es decir, no supo entender, en su justo término, el sentido literario, propio del Género apocalíptico, de ese controvertido Capítulo.

  Para entonces, una secta nacida en el siglo I de la Era cristiana, que había renacido con mucha efervescencia en el siglo IV, seguidores de un hereje de nombre Kerintos o Cerintos -un judío mal convertido al cristianismo- que interpretó en sentido literal crudo, esos pasajes del Capítulo 20, preocupó sobremanera a San Jerónimo. Pues “la herejía de Kerintos, imaginó para los hombres justos, después de la resurrección, una vida de muchos siglos jubilosa, a la manera del Viejo Testamento. Con circuncisión, venganza contra los infieles y demás prescripciones de la Ley de Moisés. Además, este milenismo interpreta en sentido literal crudo, tanto la Ciudad de Jerusalén Nueva, como todas las demás promesas de los Profetas: las colinas manando leche y miel… Grandes banquetes y fiestas (con orgías), y qué no (volviendo, hasta irrespetuosa esa parte sustancial de la Historia).Todo eso se debería cumplir durante los Mil años, como compensación a los trabajos y dolores de los justos en este tiempo malo”. Afirma el P. Castellani.

  Entonces San Jerónimo, ante la herejía judaizante que circulaba entre las nacientes Comunidades cristianas, temió por la fe –incipiente aún- de sus miembros. No podía permitir que eso significara para ellos la Segunda Venida del Señor. Fue entonces, cuando le escribió a San Agustín desde Palestina, donde la herejía crecía mucho. Y por querer arreglar una cosa desarregló otra. Nada menos que el Final de la Historia con todas sus consecuencias… Porque “el fin de un proceso, da sentido a todo el proceso”. Nos dice el P. Castellani. Ese hilo conductor de la Historia que une Principio y Fin. Por lo que: “Según se interprete ese capítulo, Punto Neurálgico donde converge toda la dogmática católica, cambia su sentido radicalmente. Por lo que interpretarlo mal tiene una importancia capital en la comprensión de toda la Historia. Concluyendo en su final”.

  ¡YO DIRÍA, QUE ES COMO UNA PELÍCULA CON DOS FINALES DIFERENTES!

  Veamos las dos versiones…

   O bien la Segunda Venida de Jesucristo supone el Juicio Final, con la Inmediata Resurrección de todos los muertos que duermen en el polvo, desde la época de los Primeros Padres de la Humanidad, y de allí inmediatamente al Estado Eterno: “Cielo e Infierno”, o bien esta supone, primeramente: “el Juico a las Naciones, con el inmediato restablecimiento de la Humanidad –el Pequeño “Resto” Fiel- transfigurada en un nuevo Jardín de Edén… Como Cristo en el Monte Tabor. O sea, en un nuevo estado de pureza: lavada en la Sangre del Divino Cordero. Y luego, después de un tiempo, cuando se haya cumplido el plazo fijado por la Divina Sabiduría para completar el número de los salvados, se realizará, entonces, la Última Etapa del llamado Juicio Final, con la resurrección de todos los muertos. Y esto está, minuciosamente descrito –no sólo en el cap.20, sino- en los tres Últimos Capítulos del Libro Magno, resumen de toda la Escatología. Palabra griega que significa: HECHOS ÚLTIMOS DE LA HISTORIA.

   Y estos Hechos Últimos, tal como los describe la Escritura, el Padre Castellani, eximio Exégeta, los interpreta con su Oficio de Doctor Sacro, bajo la Lupa de la EXÉGESIS PATRÍSTICA. O sea, de los Santos Padres de los Primeros Siglos de la Iglesia, desde los Apóstoles hasta San Agustín. Es decir: cuatro siglos de Tradición Apostólica.

Más también se halla referencia de los Hechos Últimos de la Historia, en el Libro de Daniel, entre otros del A-T. Cosa que iremos explicitando a lo largo de estas páginas.

Amén que esta correcta interpretación, era unánime Doctrina en la Iglesia de esos primero siglos. “Seguida por muchos santos y mártires y doctores. Y si tal era, es porque se la tenía por verdadera y santa”. Hasta que el lamentable suceso, protagonizado por San Jerónimo y San Agustín, cambió el rumbo… no del final de la Historia, sino la interpretación de cómo se realiza. Luego San Jerónimo se retractó, en parte, cuando Agustín, que era muy jovencito y lo veneraba, no se atrevió a desafiar su Autoridad. Obedeció, pero concluyó su nueva interpretación, diciendo: “Yo no digo que esta sea la única interpretación que ha de existir, porque hay otra… y esa otra es seguida –desde el comienzo de la Iglesia- por muchos Santos y Mártires y Doctores…” A lo que Jerónimo refrendó, diciendo: “por lo mismo que no nos atrevemos a condenarla –a esa interpretación patrística- porque hacerlo, sería como serruchar la rama donde se asienta, que es la Tradición misma de la Iglesia”.

 

“Resolución que es muy de loar –dice Castellani refiriéndose a San Jerónimo- pero que no resuelve nada…” Pues a partir de allí se permitió seguir cualquiera de las dos Exégesis: La Alegórica y la Tradicional. Ambas, opuestas por el diámetro. O sea, la alegórica, que como dijimos: deshace la Profecía, cambiando totalmente su verdadero sentido. Y la del verdadero sentido literario: Metáfora.

 

 Conclusión: la interpretación literaria del género profético, tal cual refiere el Apocalipsis, no es: ni literal crudo ni alegórico, sino: Literal metafórico. Y este punto neurálgico en la interpretación, no sólo le cambia el rumbo a la Historia, sino que sus consecuencias abarcan mucho más… Por lo pronto, impiden que en las circunstancias actuales (Luego de la renuncia de Benedicto XI) encaje el perfil del Cardenal Bergoglio en el otro capítulo, también de importancia capital, el Cap.13: “Las Dos Bestias”, donde se describe la previa venida del Anticristo con su Falso Profeta… Denunciado por el Señor Jesucristo en Su Evangelio. ¡El Ánomos! ¡El Sin Ley!  El Otro…  

 

 

  “Pues, Yo he Venido en Nombre de Mi Padre y a Mí no me habéis recibido. Otro vendrá en su propio nombre y a ese sí lo recibiréis…”

  Antes que Regrese el Auténtico Mesías a consumar la Historia, dando cumplimiento a Sus Promesas. “Varones Galileos, ¿qué estáis así mirando al Cielo? Ese Jesús que habéis visto subir al Cielo, parejamente volverá a bajar del Cielo…”. Dijeron los Ángeles de la Ascensión. Y aclara el gran Exégeta: “De manera Corporaliter, non Visibiliter. Sin Ministros de Agricultura y demás…” Pues el Señor no regresará del mismo modo en que vino en Su Primera Venida como Redentor, sino que vendrá a consumar la Historia… En los justos términos de la Divina Revelación, hecha a Su Discípulo predilecto, el Apóstol San Juan, descrita en los últimos capítulos de Su Obra Magna: El Apocalipsis.

  Conclusión: por no interpretar correctamente este controvertido Capítulo del Libro de las Revelaciones: “El Reino Milenario”, donde se explica que el Señor Jesucristo no viene a acabar con el Mundo sino a transformarlo… Conforme al Primigenio y ÚNICO Plan de Dios de Salvación, es que tampoco se entiende que la Bestia de la Tierra (que en la Escritura significa la Religión), es decir: el Falso Profeta o Falso Papa que refiere el Capítulo 13, pueda ser identificada con el actual falsificador de la Religión…

 

 

¡Y ENTONCES SE ENREDAN EN RUINOSAS CONTRADICCIONES!

   Más temible, por ende, que el Hereje-judío Kerintos. Porque aquel “malversaba” la verdadera interpretación de cómo sería el final de esta Era y el restablecimiento de la Humanidad, al final de la misma, antes del Juicio Final… Interpretando todo en sentido carnal. En cambio este… ATENTA CONTRA LA VERDAD EN TODA SU EXTENSIÓN.

ES NO SÓLO UN HEREJE, SINO UN APÓSTATA. Pues transformó la Verdad Revelada en una “Nueva Fe”.  (Ya explicitado en la Primera Parte de este Opúsculo). Porque, como ya señalamos también, hereje es aquel que cambia una o más partes de la Verdad Revelada, pero conserva otras… (Puede que por ignorancia o con premeditación y alevosía). Apóstata, es el que reniega de toda esa Verdad Única Revelada por Dios. Transformándola así en UNA NUEVA RELIGIÓN: LA DEL ANTICRISTO QUE HABRÍA DE VENIR, ANTES DE LA CONSUMACIÓN DE LA ERA, A ENGAÑAR, SI FUERA POSIBLE, A LOS MISMOS ELEGIDOS.  AYUDADO POR EL FALSO PASTOR… POR LO MISMO, NO PUEDE SER EL REPRESENTANTE DE CRISTO EN LA TIERRA. PORQUE NO ENSEÑA SU VERDAD ÚNICA E INMUTABLE.

  Esto ya lo hemos dicho. Pero como muchos “no ven el final de la Historia” Precisamente por no saber interpretar correctamente estos últimos pasajes de la Escritura, entonces: No pueden afirmar que Bergoglio sea el Falso Profeta del Apocalipsis”. Y todos, en peor confusión. Porque interpretan en sentido alegórico, los pasajes del citado Capítulo 20: “La Segunda Venida de Cristo, seguida de la inmediata resurrección de todos los muertos y de ahí la Eternidad…” Y entonces: tropiezan. No pueden ver el verdadero perfil de Bergoglio. El Rol que le cabe en la Historia. Ven el Bosque pero no ven el Árbol… Porque, según la interpretación alegórica, esperan un triunfo intra-terreno de la Iglesia, que lo anteponen a la Segunda Venida de Jesucristo.  Luego, entonces, colocan la Aparición del A-C y su Falso Profeta.

  Claro, ¡así nunca les va a cerrar la Historia! Pero además. “En ninguna parte –de la Biblia- está escrito, que en medio de la gran Apostasía, vendrá un paréntesis de vivísima fe y caridad en el orbe… Y después se reanudará la Apostasía… Lo cual es, además, históricamente inverosímil”. Nos dice el Padre Castellani en su Obra Maestra de la Exégesis. Sin embargo, esto es, para la mayoría, la interpretación del Reino de Mil Años. Debido a la desafortunada interpretación alegórica, que invierte los acontecimientos. Esta es la razón por la cual, continúa nuestro Exégeta: “INTERPRETAR CORRECTAMENTE LAS ESCRITURAS, TIENE UNA IMPORTANCIA CAPITAL”.

 No por nada, el que todo lo Imita, la Mona de Dios, ha inspirado el Movimiento NEW AGE –Nueva Era- en contraposición con la Verdad Revelada. Para colocar a su mesías. El A-C. Y comenzar así los mil años de “Jolgorio”, simulando ser el Mesías esperado… Para traer Paz y Reconciliación…. Hasta que Regrese el Dueño –Auténtico- de Casa y se acabe la Fiesta. E Instaure el verdadero Reino de Paz y de Amor, Prometido, a los que supieran aguardarle… Resistiendo, entre tanto, al A-C y su falso reinado. Aún, hasta el derramamiento de Sangre. Si así el Señor lo dispusiera…

(De lo cual, hay todo un tratado completo en el Primero Título de la Obra de Colección: “El Fin de los Tiempos…”, en el Cap. 5)

   Y en este –auténtico- REINO de DIOS, ¡el Señor será Todo en todos! Esa Nueva Humanidad -Transfigurada toda ella en Edén, antes de la Última Etapa del Juicio Final… La cual da cumplimiento a lo que no pudieron “completar”: ADÁN, EVA Y SU PROGENIE… Pues, como ya se dijo en la Parte del Opúsculo anterior a ésta: si Adán y Eva no hubiesen pecado, ellos y su progenie, tampoco hubiesen vivido eternamente en el Paraíso Terrenal. Esa era la prueba de Fe para el hombre. En cumplimiento de aquello para lo que fuimos creados: ¡CONOCER AMAR Y SERVIR A DIOS EN ESTA TIERRA PARA LUEGO GOZARLE EN LA VIDA ETERNA!-

  En el Segundo Libro de la Colección de mi autoría: El Curso completo: “Apocalipsis, Canto de Esperanza”, se encuentra toda la exposición de esta Doctrina de Fe Revelada y refrendada: por los Santos, Mártires y Doctores de la Iglesia. Es decir: ¡LA VERDADERA HISTORIA DE LA SALVACIÓN!

  “Y vi un Cielo Nuevo y una Tierra Nueva… Porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado…”

 EXPLICANDO EL MISTERIO

 Comencemos a puntualizar las realidades específicas enunciadas. Su sentido escatológico: “El estudio de la escatología es el último dentro de la teología dogmática, puesto que en él se contienen los temas de la consumación de todas las cosas en Cristo, y por lo tanto, el culmen a que nos lleva su Obra de salvación. La escatología puede dividirse en individual y general; el aspecto individual trata acerca de las postrimerías del hombre: muerte, juicio particular; purgatorio, infierno y cielo; el aspecto general comprende las postrimerías del siglo y del mundo. La Parusía, con sus señales previas, la Nueva Jerusalén, la Resurrección de la carne y el Juicio Final.  

La escatología no es futurología, ya que no trata de hipótesis sobre el futuro del hombre tomadas de consideraciones naturales, como por ejemplo: los astros, sino que es una reflexión sobre un mensaje de Dios acerca del destino del hombre. El cristiano no puede dudar de este mensaje, porque la Iglesia lo toma de la Sagrada Escritura”.

  

  Nuestra reflexión la basaremos en la Tradición de la Iglesia, con ayuda del magisterio del Papa (verdadero), los Obispos (de la Tradición eclesial) y los Teólogos (verdaderamente católicos). Y trataremos sólo la escatología general. Esta parte de la teología ha sido llamada por muchos siglos: “tratado sobre los novísimos” (del Latín: realidades últimas), nombre que alude al Libro del Eclesiástico, cap. 7, verso 36: “En todas tus acciones, acuérdate de las postrimerías y jamás perecerás”.

  Para esto, he de utilizar los textos más destacados de la Biblia en relación con la Parusía y sus señales previas, la Nueva Jerusalén, la Resurrección de la carne y el Juicio Final. Y la bibliografía más autorizada sobre este tema: “La Iglesia Patrística y la Parusía”, de L. Castellani y F. Alcañiz.- “El Apokalypsis de San Juan” y “Los Papeles de Benjamín Benavides”, de L. Castellani. También algunas partes del Curso: “Apocalipsis, Canto de Esperanza”, de mi autoría.

 

“En relación con la Parusía y el Juicio Final, es habitual que se nos enseñe que se producen en un solo acto: “Jesucristo ha de venir a juzgar a vivos y muertos”, significa, entonces, que Su Retorno Glorioso genera la Resurrección de todos los hombres que fueron llamados a la existencia para ser juzgados de inmediato en Juicio Final, universal y único. Los buenos “irán a la vida eterna” y los otros “a un castigo eterno”. Esto se desprende de algunos textos claves de la Biblia: (Mateo) 25, 31-46; (Juan) 5, 28-29 y (Daniel) 12, 2. Leamos el más importante, Mt. 25, 32-46: “Cuando el Hijo del Hombre venga en Su Gloria rodeado de todos sus ángeles, se sentará en su Trono como Rey Glorioso. Todas las Naciones serán llevadas a su presencia, y como el pastor separa las ovejas de los machos cabríos, así también lo hará Él. Separará a unos de otros, poniendo las ovejas a su derecha y a los machos cabríos a su izquierda. Entonces el Rey dirá: “¡Venid benditos de Mi Padre! Tomad posesión del reino que ha sido preparado para vosotros desde el principio del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed… Fui forastero… Estuve enfermo… Anduve desnudo…” Etc.

 

  Entonces los buenos preguntarán: ¿“cuando te vimos hambriento, sediento, enfermo y te asistimos”?. El Rey responderá: “En verdad os digo, que cuando lo hicisteis con alguno de los más pequeños de mis hermanos (los hombres) lo hicisteis conmigo”. Al mismo tiempo dirá a los de su izquierda: “¡Malditos, apartaos de Mí, no os conozco, id al fuego eterno que ha sido destinado para el diablo y sus ángeles! Porque tuve hambre… Tuve sed… Estuve enfermo… Fui forastero…Y no me asististeis…” Aquellos preguntarán: ¿“cuando te vimos así y no te asistimos”? El Rey responderá: “En verdad os digo, que cuando no lo hicisteis con los más pequeños, tampoco conmigo lo hicisteis.” Y estos irán al suplicio eterno y los buenos a la vida eterna”.

 

 INTERPRETACIÓN ALEGÓRICA Y MILENISMO ESPIRITUAL

 

  El Apocalipsis, en cambio, parece presentar una pequeña variación, veamos lo que dice el cap. 20, versos 1-15: “Después vi un Ángel que descendía del Cielo y tenía en su mano la llave del abismo y una gran cadena. Y se apoderó del dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo encadenó por mil años.  Lo arrojó al abismo que cerró y sobre el cual puso sello para que no sedujese más a las naciones, hasta que se hubiesen cumplido los mil años. Luego será dejado en libertad por un poco de tiempo…”-

 

 “Después vi tronos y quienes se sentaron en ellos, y les fue dado juzgar. Vi entonces las almas de los que habían sido degollados a causa del testimonio de Jesús y a causa de la Palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la Bestia ni a su estatua (sentido metafórico), ni habían aceptado la marca en sus frentes ni en sus manos. Volvieron a vivir y reinaron con Cristo mil años… Los restantes muertos no tornaron a vivir hasta que se cumplieron los mil años.

  

  Esta es la primera resurrección. ¡Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección! Sobres éstos no tiene poder la segunda muerte (la eterna), sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, con el cual reinarán los mil años… Y cuando se cumplan los mil años, Satanás será liberado de su prisión, saliendo a engañar a las Naciones, de los cuatro extremos de la tierra, a Gog y Magog (tipo y antitypo de la Profecía). Los juntará para la guerra y su número será tan grande como las arenas del mar. Invadieron el país y cercaron el campamento de los santos, la ciudad muy amada (La Nueva Jerusalén). En ese momento bajó fuego del Cielo y los devoró.

 

 Entonces el diablo, el seductor, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban la bestia y el falso profeta (es decir: el Anticristo y el anti papa, que ya estaban allí desde la Segunda Venida de Cristo a derrotar a Sus enemigos y restablecer el Orden). Su tormento durará día y noche por los siglos de los siglos”.

 ÚLTIMO JUICIO (Dicho también de este modo: Último Proceso del Juicio Final)  

 

  “Después vi –continúa relatando San Juan- un gran Trono y al que se sentaba en él; ante Su Presencia huyeron el Cielo y la Tierra sin dejar rastro. Y vi los muertos grandes y pequeños que estaban de pie delante del Trono. Se abrieron unos libros y después otro más, el Libro de la Vida. Entonces los muertos fueron juzgados de acuerdo con lo que está escrito en los libros, es decir, cada uno según sus obras. El mar devolvió sus muertos, que guardaba y lo mismo la muerte y el lugar de los muertos; y cada uno fue juzgado según sus obras. Entonces la muerte y el lugar de los muertos fueron arrojados al lago de fuego. En esto consiste la segunda muerte, el lago de fuego (el infierno eterno, o privación de la visión de Dios, eternamente. Por siempre atormentados).Todos los que no se hallaron inscriptos en el Libro de la Vida fueron arrojados al lago de fuego”. Un fuego sobrenatural que no se extingue…

 

   Si seguimos con coherencia este pasaje, no queda sino aceptar dos resurrecciones: la primera al efectuarse la Parusía y la segunda para el Juicio Final. Entre estas dos venidas de Cristo el Apocalipsis nos habla de un Reino de mil años; que es como decir: un día.    Pues, “para Dios un día es como mil años y mil años como un día”, nos dice la Escritura. O sea: una era en el tiempo (aunque no del modo en que lo conocemos ahora). La eternidad sería después del Juicio Último. O última Parte.

Pero veamos cómo continúa el Apocalipsis su relato para ir comprendiendo mejor:

  

  “Después vi un Cielo Nuevo y una Tierra Nueva, pues el primer cielo y la primera tierra (la primera Creación) habían pasado, en cuanto al mar, ya  no existe…  Entonces vi la Ciudad, la Santa, la Nueva Jerusalén (que significa: Ciudad de Dios) descender del Cielo, del lado de Dios, embellecida como una novia engalanada para las Bodas del Cordero. Y oí una gran voz desde el trono que decía: “HE AQUÍ LA MORADA DE DIOS ENTRE LOS HOMBRES”. Fijará desde ahora su morada en medio de ellos (obviamente no en forma corporal), y ellos serán su pueblo y Él será su Dios con ellos. Enjugará toda lágrima de sus ojos y ya no existirá ni muerte (para estos), ni duelo, ni gemidos, ni dolor, porque todo lo anterior ha pasado…

Entonces el que se sienta en el Trono declaró: “AHORA  TODO LO  HAGO NUEVO”. Y me dijo: “Escribe estas palabras que son fieles y verdaderas”.  (Ap. 21, 1-6).

 Tenemos, pues, dos posturas a seguir: la que, según San Mateo, sostiene la realización inmediata de Parusía-Juicio Final- Eternidad, a esta se le llama: interpretación alegórica; o la que, siguiendo a San Juan afirma, que entre la Parusía y el Juicio Final existirá un “Reino de Mil” Años; por lo cual se denomina a esta postura: interpretación milenista o milenarista. Pero, ¿podemos decir que la Escritura nos presenta dos posturas?, evidentemente, no; estas realidades escatológicas van a suceder de un modo u otro, y Dios, que todo lo conoce, no puede darnos a elegir ni presentarnos dos posibilidades, no en esto, ya que la Verdad es una. Es sólo, que al tratar de compaginar los textos entre sí, algunos teólogos se inclinaron por la interpretación milenista y otros por la alegórica.

  Pero, ¿qué dice Ud. Padre Castellani, acerca de la interpretación? (haciendo previa cita de unos versos que añadiremos a continuación). ¿Cómo define la cuestión sobre esta particular característica de la Nueva Humanidad, llamada: “Ciudad Santa”?

 

   Que “No necesita ni de luz ni del sol ni de la luna, porque la Gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero. Las Naciones caminarán hacia su luz y los reyes de la tierra vendrán a traerle su homenaje. En medio de la avenida, a ambos lados del río, están los árboles de la vida, que dan fruto doce veces, una vez por mes; sus hojas son medicinales para las naciones y ninguna maldición es allí posible. El Trono de Dios y del Cordero estará en la Ciudad y sus servidores le rendirán culto”. (Ap. 21, 23-27; 22, 2-3).

INTERPRETACIÓN PATRÍSTICA

   La interpretación es esta: “Toda la Tradición antigua en masa, durante los primeros cuatro siglos de la Iglesia, entendió, en estos capítulos, simplemente que habría un largo período de paz y prosperidad en el mundo, después del Retorno de Cristo y el refulgir de Su Parusía; que habría dos resurrecciones, una parcial de los mártires y santos últimos (durante la persecución del A-C) otra universal al fin, de buenos y malos, lo cual también San Pablo dice: “que todo este largo período es quizás lo que designamos con el nombre de Juicio Final (es decir, un proceso, como todo juicio, que no empieza y concluye en un día), el cual se describe su término y finiquito en un día solar” (día solar: refiere términos de tiempo terreno, utilizado como figura para definir el nuevo estado) O sea: “que ese largo período de tiempo entre una y otra resurrección es, ni más ni menos: “el día del Juicio”. Que como los días de la Creación, no ha  de ser un día solo. Porque dice el texto sagrado: “Y vi tronos. Y sentáronse sobre ellos. Y les fue dado el juzgar”.-

  Este nuevo estado el Padre Castellani lo define así: “La Nueva Tierra, la tierra terráquea, no aniquilada y creada de nuevo, sino transfigurada y convertida toda ella en edén, con forme al primitivo Plan de Dios: que quería que Adán y Eva con su progenie transformasen toda la tierra en Paraíso – y Adán lo echó a perder- y su progenie está a punto de destruirla…  Como quiera fuere, yo creo que San Juan apunta simplemente a la perfección del mundo nuevo resurgido. Si habrá una perfecta  ciudad real y física después de la resurrección, es cosa que no puedo saber; puede que sí, puede que no, puede que quien sabe… La verdad es que si Dios se hizo Hombre en la persona de Jesús de Nazareth, no cabe asustarse de cosa alguna, por grande y extraordinaria que sea, pues más que esta otra no pueda haberla, con tal que se encuentre en las Sagradas Letras como se encuentra el reino milenario.

 

  Puede sorprender, y sorprende, ver representada por San Juan la Gloria del Cielo como una Ciudad; pero en realidad es un símbolo de la unidad del hombre restaurado. Y así, en el Universo redevenido Paraíso, no terrestre ni celeste solamente, más superterrestre, se realiza la siempre suspirada re-unión de la humanidad (cuya historia se mueve entre la confusión de Babel y la armonía perfecta de la Nueva Jerusalén; esta última, aspiración indeleble de la creación, que no por nada procede de un Uno y Trino); ningún otro símbolo, que la firme contexión de una arquitectura puede significar mejor la Unidad o reunión armónica de la Humanidad transfigurada en transposición celeste”.

 

  “Estas palabras del Capítulo XX de Apocalipsis  continúa diciendo el Padre Castellaniparecen corroborar esta teoría; pues los reyes de la tierra le llevan su homenaje, y el honor y la gloria de las gentes; más si hay una sola y subitánea resurrección de la carne seguida del Juicio Final y la Eternidad –como quieren acérrimamente los alegoristas- ya no hay gentes, ni reyes, ni honores ni homenajes ni nada por el estilo; ni hombres que necesiten de medicinas”.

 

 “La cosa es así y yo no tengo la culpa, ni soy milenista ni soy antimilenista. Simplemente cumplo con mi oficio de Doctor”.- (De su Obra: “El Apocalipsis de San Juan”, Edic. Vórtice, pags. 268, 277, 282)   

 

¡Bravo Padre Castellani! ¡Estupenda Exégesis!!! Ahora que lo pienso… ¿Cómo puede ser que todos sus seguidores tradicionalistas no lo hayan seguido también en esto? En su Magistral Exégesis sobre el Final de los tiempos…

Una vez un Sacerdote me dijo: “Castellani no es el Magisterio de la Iglesia”.

Castellani, no, pero su doctrina sí, pues él la toma de la Escuela Patrística. En fin…

 Casi todos los Padres de los primeros siglos sostuvieron el milenismo espiritual. Y siempre hubo a lo largo de la historia teólogos milenistas. Actualmente existen varios: católicos y protestantes. Los milenistas, finalmente, dan solución al pasaje de San Mateo del Juicio Final (ya citado), explicando que es una parábola; es decir, que no es necesario tomar todos los detalles de lo que se relata. Una parábola trata de transmitir una idea a través de un relato ficticio; por lo tanto no es una narración profética de cómo sucederá el Juicio Final. Jesús quiere expresar:

1) Habrá un Juicio Final, como también afirma el Apocalipsis.    

2) “Seremos examinados en el amor”.

3) Después del Juicio Final solo habrá dos estados o lugares eternos:

Cielo e Infierno. Y los hombres que habiten allá estarán completos, es decir, con su cuerpo unido nuevamente a su alma a causa de la resurrección.

 

 REVIVIR EN CRISTO

   Así pues: La doctrina escatológica-milenismo espiritual, consiste en afirmar que habrá dos resurrecciones, o lo que es igual, que habrá resurrección al menos en dos momentos diferentes de la historia; los que la sostienen se basan en el cap. 20 del Apocalipsis, que relata la primera resurrección en el verso 4 y la segunda en los vv. 12-13. También San Pablo lo da a entender en 1 Cr. 15, 22-23: “Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo. Pero cada cual en su orden: Cristo el primero, luego, los de Cristo en su Parusía”- Aquí San Pablo parece decir que sólo los justos resucitarán en la Parusía, y no los condenados…

  En el verso 4 se lee: “Vi las almas de los que fueron decapitados por el testimonio de Jesús y la Palabra de Dios, los que no adoraron a la Bestia, ni a su imagen, y no aceptaron la marca en su frente y en su mano; y vivieron y reinaron con Cristo mil años”.    La resurrección vendría a ser, entonces, como un premio especial para aquellos que soportaron y vencieron en la mayor prueba de la Historia. Pero también habitarán la Nueva Jerusalén los vivos que permanezcan fieles a Cristo hasta Su Venida, quienes serán espiritualizados, según dice San Pablo en su carta a los Corintios, la primera, cap. 15, v. 51: “No todos moriremos, pero todos seremos transformados”. Esta transformación consistirá en la recepción del estado de justicia original, en el cual sus pobladores llevarán a la práctica lo que en el Padre Nuestro imploramos: “Hágase Tu Voluntad en la tierra como en el Cielo”. Al culminar esta era dichosa vendrá Cristo a efectuar el Juicio Último y entregará al Padre el Reino que, ahora glorificado, será eterno.

   Escuchemos las palabras de San Bernardo al respecto: “Sabemos  de una triple Venida del Señor; además de la Primera y de la Última, hay una Venida intermedia; aquellas son visibles, pero ésta no. En la Primera, el Señor se manifestó en la tierra y convivió con los hombres, cuando, como atestigua él mismo, lo vieron y lo odiaron. En la Última, todos verán la salvación de Dios y mirarán al que traspasaron. La intermedia, en cambio, es oculta, y en ella sólo los elegidos ven al Señor en lo más íntimo de sí mismos, y así sus almas se salvan. De manera que, en la Primera Venida el Señor vino en carne y debilidad; en esta Segunda, en Espíritu y Poder; y en la Última en Gloria y Majestad. Esta Venida intermedia es como una senda por la que se pasa de la Primera a la Última; en la Primera, Cristo fue nuestra redención, en la Última aparecerá como nuestra vida; en ésta, es nuestro descanso y nuestro consuelo…

 

   El Hijo vendrá a ti en compañía del Padre, vendrá el Gran Profeta, que renovará Jerusalén (recuerdo que simboliza la Ciudad de Dios, no está expresado en clave geográfica), el que lo hace todo nuevo. Tal será la eficacia de esta Venida, que nosotros, que somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen del hombre celestial (como fueron los primeros Padres antes de perder su inocencia original).             

Y así como el viejo Adán se difundió por toda la humanidad y ocupó todo el hombre, así es ahora preciso que Cristo posea todo, porque él lo creó todo, lo redimió todo y lo glorificará todo”. (Opera Omnia, sermón 5, Adviento del Señor, 1-3, edición Cisterciense).

   Entretanto, San Ireneo de Lyon, Obispo de las Galias (hoy, Francia), uno de los 4 Doctores máximos de la Iglesia, nos dice: “Estas y muchas otras cosas están predichas, sin duda alguna, para la resurrección de los Santos, que es inmediatamente después de la aparición del Anticristo y la perdición de él y de todos los suyos; resurrección por la cual  reinarán los justos sobre la tierra. Diligentemente, pues Juan previó la primera resurrección de los justos y la heredad del Reino en la tierra” (V, c.35 y 36). Y agregó: “Y reinarán ellos, los justos resucitados sobre los que evadieron las manos del Inicuo Impostor (el A-C) y soportaron la Tribulación”.- De su Obra: “Contra las herejías”-

   Por lo que así comprobamos que Ireneo también cree que habrá un reino entre la Parusía, o Segunda Venida de Cristo y el Juicio Final, en el cual participarán dos clases de hombres: los que vivan como terrenales en estado de justicia original, y aquellos “celestiales” en estado de santos resucitados glorificados. Estos habrán llegado a la plenitud según su naturaleza; los “terrenales” estarán todavía en camino. Sin embargo, tanto unos como otros cumplirán fielmente la Voluntad de Dios.

   Por su parte, Lactancio, uno de los Padres milenistas del siglo IV, en su Obra: “Instituciones divinas”, nos dice: “Los difuntos resucitarán para reinar con Dios mil años; pues Dios bajará para que, purgado ya este mundo de sus lacras, levante a las almas de los justos redivivas, con sus cuerpos renovados, a una beatitud sin término…” (nn. 22-23) Más adelante continúa: “Más Él, habiendo borrado la iniquidad y restaurado a la vida a los justos, conversará mil años entre los hombres y los regirá en justísimo reinado (como en el principio, cuando Dios se paseaba por el Paraíso y conversaba con su creatura). Los que entonces se hallaren vivientes en el momento de la Parusía (es decir, que no hayan sufrido la muerte por mano del Inicuo) no morirán, sino que durante los dichos mil años engendrarán innumerable descendencia, que será a los ojos de Dios querida y Santa”.   (8 Ibidem, n. 24)

  Es evidente que los resucitados no tendrán descendencia; eso ya lo dejó bien claro el Señor al responder a los saduceos; tampoco tiene que satisfacer ninguna necesidad de sus cuerpos, porque están glorificados. A unos se les llama “viadores” y a los otros “viandantes”. Menos corresponde aplicarle a Cristo y a los resucitados, un reinado en esta tierra con presencia visible permanente, como quien gobierna con sus ministros, habitando visiblemente entre su pueblo, no, eso repugna al estado de los resucitados (de ahí que la interpretación del Judío Kerintos era irrespetuosa, amén de hereje).

  El modo en que Jesús, María y los Santos resucitados estarán reinando en la Nueva Era de Paz, lo expresa con precisión el Padre Castellani, en su Obra: “La Iglesia Patrística y la Parusía”; en la pág.66, y dice así: “Todos los milenistas suponen, que habrá trato o comunicación, cualquiera que sea, entre los viandantes y los resucitados. Del cual trato dimanarán muchos bienes, y ello sería la causa del estado floreciente de la Iglesia.     

(Viandantes, repetimos: los que pasarán de esta era a la nueva humanidad. Siguiendo el pasaje de San Pablo: “no todos moriremos, pero si todos seremos transformados…”)     ¿En qué forma? Los milenistas prudentes no lo dicen, pero suponen que no será menor que el trato entre Cristo glorificado y sus Apóstoles en aquellos días de la Ascensión… Cristo, María y los Santos, aparecerán a los hombres, a algunos al menos (acá se ve claro que ellos no convivirán corporal y permanente entre los “terrenales” o “viandantes”). Conversarán con ellos, quizás se harán presentes en alguna solemnidad; quizás comerán juntos, no por necesidad sino por urbanidad; y de este modo se entiende la misteriosa palabra de Cristo en la Última Cena: “Os digo: no beberé más de este zumo de vid hasta que lo beba con vosotros nuevo en el Reino de Mi Padre”. (Mt. 26, 29).

 Y concluye San Ireneo: “Todo esto, conforme recuerdan los Ancianos, que vieron a Juan, el Discípulo del Señor; que oyeron lo que el Señor enseñaba de aquellos tiempos, y estas cosas el oyente de Juan, Papías, puso por escrito”. (V, c. 33, n. 3) Y Lactancio lo expresa aún con más firmeza: “Esta es la doctrina de los Santos Profetas que nosotros cristianos recibimos y seguimos. Esta es nuestra sabiduría”.

 

UNÁNIME CONSENSO

  Finalmente: “Nosotros aceptamos las doctrinas que ellos enseñaron de esta manera, no sólo porque ellos las enseñan, sino porque dan testimonio de que en su tiempo las profesaban todos los cristianos, y en todas partes. Ellos no hablan de sus opiniones personales. No dicen: “Esto es verdad porque nosotros lo vemos en la Escritura”, sino: “Esto es verdad, porque de hecho es afirmado por todas las Iglesias, desde el tiempo de los Apóstoles hasta nuestros días, sin interrupción”.

Porque si esa era la creencia unánime de tantas y tan independientes Iglesias (Comunidades) a la vez, y eso porque la consideraban trasmitida por los Apóstoles, indudablemente no podía menos de ser verdadera y apostólica”.

(Cardenal Newman –Beatificado- de su Obra: “Discussions and Arguments” II, I en Quasten, Johanes. Patrología” Pg. 13-14, B.A.C. Madrid, 1995)

   Conclusión: “llamase milenarismo una teoría exegética que, interpretando literal y no alegóricamente el capítulo XX del Apokalypsis estatuye dos resurrecciones, una parcial y otra total, y un reino triunfante de Cristo entre ellas, sobre la tierra, y antes de la beatitud final; con las consecuencias que de todo esto se derivan en la interpretación de los Profetas y de toda la Escritura.

 

  En suma, el milenarismo consiste en creer al “Día del Juicio” que es un dogma de fe, no un día material y un lugar geográfico, sino un período y un estado; un “ciclo” enteramente sobrenatural; y eso no por racionalismo o fantasía, sino por encontrarlo así escrito, a la letra, en las dos grandes profecías postrimeras: Daniel y Juan, con dos textos coincidentes del Apóstol San Pablo”.- (“Los Papeles de Benjamín…”, pág. 371)

 

   “Como fue Su Nacimiento en esta Noche Santa, será el retorno de Jesús en su gloria, antes de su postrera Venida para el Juico final, cuya hora está, no obstante, todavía escondida en los Secretos del Padre”.

 La Reina del Cielo, de la Tierra y de todo lo Creado. Al Padre Gobbi, Movimiento Sacerdotal Mariano, con aprobación Pontificia, el 24 de Diciembre de 1978.

  Y bien, habiendo explicado todas estas cosas, tomadas de mi segundo Libro: “Apocalipsis, Canto de Esperanza”, con sus correspondientes y citados referentes, continuaré con la explicitación de los Puntos que dejé pendientes en la Primera Parte de este Tercer Libro de la Colección. La Parte del “Tratado del Falso Pastor que se sienta en la Silla de Pedro”. Que se une a esta otra: “La Desolación de la Abominación en el Santo Templo de Dios…”.  O sea, a esta Segunda Parte del Opúsculo.

EXPLICANDO EL ARCANO DE LA BESTIA     

  Del Tratado del Falso Pastor… Ap. C 13: “Y vi una bestia que subía del Mar –en la Escritura representa el mundo de lo político- con diez cuernos y siete cabezas, y en sus cuernos diez diademas y en sus cabezas nombres de blasfemia… Y vi otra bestia que surgía de (debajo) de la tierra –representando la Religión- tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como dragón… Y la autoridad de la primera bestia, la ejercía toda en presencia de ella… Y embaucó a los habitante de la tierra”. “Quien pueda que entienda”. Dijo muchas veces el Señor en Su Evangelio.

 

  La Bestia Negra, la Masonería eclesiástica  de la que hoy hace referencia Francisco como su opositor… Nada más apropiado para ocultar algo, que ponerlo de manifiesto… Debía “decapitar” el papado cosa que se comenzó haciendo en el Concilio Vaticano Segundo– para entronizar su Ídolo. Al Otro…

 

 Es así, que el 29 de Junio de 1963, mientras se celebraba la Fiesta de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, en pleno Concilio, se produjo un hecho aberrante, del que participaron distintos eclesiásticos… El entronamiento del arcángel caído Lucifer en los confines de la ciudadela católica romana. Fecha indicada para la promesa histórica a punto de convertirse en realidad. Como bien sabían los principales agentes de dicha ceremonia, la tradición satánica había pronosticado desde hacía mucho tiempo que la Hora del Príncipe llegaría en el momento en que un Papa tomara el nombre del apóstol Pablo. Dicha condición, el indicio de que “el tiempo propicio” había empezado, acababa de cumplirse desde hacía ocho días con la elección del último sucesor de San Pedro”.

 

 

DE LA OBRA DE MALACHI MARTIN: “EL ÚLTIMO PAPA”.

     “Apenas habían dispuesto de tiempo para los complejos preparativos desde la finalización del cónclave pontificio, pero el tribunal supremo había decidido que no podía haber otra fecha más indicada para el entrona-miento del príncipe que el día que se celebraba la fiesta de ambos Príncipes San Pedro y San Pablo, en la ciudadela. Y no podía haber lugar más idóneo que la propia capilla de San Pablo, situado tan cerca como estaba del palacio apostólico. La complejidad de los preparativos se debía primordialmente a la naturaleza de la ceremonia. Las medidas de seguridad eran tan rígidas en el grupo de edificios vaticanos, entre los que se encuentre dicha capilla, que los actos ceremoniales no podrían pasar en modo alguno, inadvertidos… Si se proponía alcanzar el objetivo, si el ascenso al trono del príncipe debía efectivamente realizarse en el “tiempo propicio”, todos los elementos de la celebración del sacrificio del calvario serían trastornados por la otra celebración opuesta…

 

  Lo sagrado debía ser profano. Lo profano adorado. A la representación no sangrienta del sacrificio del débil –así denominan al Señor Jesús– innominado en la cruz, debería sustituirla la violación suprema y sangrienta del propio innominado. La culpa debería aceptarse como inocencia. El dolor debería producir goce. La gracia, el arrepentimiento y el perdón debían ahogarse en la orgía de sus contrarios. Y todo debía hacerse sin cometer errores… La secuencia de acontecimientos, el significado de las palabras y las acciones, debían constituir en su conjunto la perfecta representación del sacrilegio, el máximo rito de la traición…

  

El delicado asunto se puso enteramente en las experimentadas manos del guardián de confianza del príncipe en Roma… Aquel prelado de expresión pétrea y lengua viperina, además de experto en la compleja liturgia de la Iglesia romana, era sobre todo, un maestro del ceremonial del príncipe del fuego y la oscuridad… Sabía que el objetivo inmediato de toda ceremonia consistía en venerar: “LA ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN…” Pero el siguiente objetivo debía ser ahora el oponerse al débil innominado en su propia fortaleza, ocupar la ciudadela del débil durante el “tiempo propicio”, para asegurar el ascenso del príncipe en la misma, con una fuerza irresistible, suplantar al guardián de la ciudadela –refiriendo aquí al Sumo Pontífice- y tomar plena posesión de las llaves confiadas por el débil al guardián…

   El guardián –ahora referido al secuaz…- se enfrentó directamente al problema de la seguridad. Elementos tan discretos como el pentagrama, las velas negras y los paños apropiados, podían formar parte de la ceremonia romana. Pero las demás rúbricas y el estrépito ritual, como así los animales del sacrificio, serían excesivas. Debería celebrarse un entrona-miento paralelo… Se alcanzaría el mismo efecto con una celebración por parte de los “hermanos” en una capilla trasmisora autorizada. A condición de que los participantes en ambos lugares “dirigieran” todo el elemento de la ceremonia a la capilla romana; la ceremonia en su conjunto alcanzaría su objetivo específico. Todo sería cuestión de unanimidad de corazones, identidad de intención y sincronización perfecta de actos y palabras en la capilla emisora y en la receptora. Las voluntades y las mentes de los participantes, concentrados en el objetivo específico del príncipe, trascenderían toda distancia… Para una persona tan experimentada como el guardián, la elección de una capilla emisora era fácil. Bastaba con una llamada telefónica a los Estados Unidos…

 

   A lo largo de los años, los adeptos del príncipe en Roma habían desarrollado una impecable unanimidad de corazón y una inquebrantable identidad de intención con el amigo del guardián, Leo, obispo de la capilla en Carolina del Sur.

Leo no era su nombre, sino su descripción (nombres ficticios de los hermanos masones). En los cuarenta años que su excelencia había fundado su capilla, la cantidad y categoría social de los participantes que había atraído, la pundonorosa blasfemia de sus ceremonias y su frecuente disposición a coopera con quienes compartían su punto de vista y sus últimos objetivos, habían establecido hasta tal punto la superioridad de su parroquia, que ahora era ampliamente admirada entre los iniciados como la “capilla madre” en Estados Unidos…

 

  La noticia de que dicha capilla había sido elegida para un acontecimiento de tanta importancia, como el entrona- miento del príncipe en el corazón de la ciudadela romana, se recibió con sumo júbilo. Además, los amplios conocimientos litúrgicos y la gran experiencia de Leo permitieron ahorrar mucho tiempo… No fue necesario, por ejemplo, evaluar su apreciación de los principios contradictorios sobre los que se estructuraba toda adoración del arcángel. Ni dudar del deseo de aplicar a aquella batalla la estrategia definitiva, destinada a… ACABAR CON LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA COMO INSTITUCIÓN PONTIFICIA.  Desde su fundación por el débil innominado.

 

  No era siquiera necesario explicar que el último objetivo NO ERA EL DE ANIQUILAR LA ORGANIZACIÓN CATÓLICA ROMANA. Leo comprendía lo poco inteligente y la pérdida de tiempo que eso suponía. Era decididamente preferible CONVERTIR DICHA ORGANIZACIÓN EN ALGO VERDADERAMENTE ÚTIL. HOMOGENEIZARLA Y ASIMILARLA A UN GRAN ORDEN MUNDIAL DE ASUNTOS HUMANOS…

 

(Como el Nuevo Orden Mundial y su falsa Iglesia). LIMITARLA A OBJETIVOS ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE HUMANISTAS”-

   Haciendo otra pausa en el relato, ¿no suena similar a las actuales enseñanzas del Cardenal Bergoglio? ¿O será pura coincidencia?

 

  “Más hete aquí – nos dice el Padre Castellani, como anticipáramos en la Primera Parte de este Opúsculo, y que dejamos pendiente- que amanece un nuevo contraste. Después de un Concilio hecho con grandes alharacas: la Iglesia comenzó como a querer desintegrarse; es decir, se levantó una confusión, novelerías, afloje del clero, amenazas de cisma, guerra interna, una sutil y proteica herejía, desparramada por todo y tomando varias formas, no condenadas hasta ahora… Para poder concretar el Plan de la Masonería: “¡sustituir a Cristo por el falso Ídolo!”. Ahora se entiende mejor, como decía el mismo Padre Castellani: “¿De qué va la película?”…

¡Es la adulteración del cristianismo! He ahí la construcción –de los venerables arquitectos- del paraíso en la tierra…Y no existe ninguna exhortación en el cristianismo para la construcción de un paraíso material. Por lo que nunca habrá paz –verdadera- entre el cristianismo y el mundo, porque ambos son irreconciliables, por ser absolutamente incompatibles… El mundo es el dominio del Príncipe, nos lo dijo Jesús. Que nuestra razón para estar en este mundo no es la de construir aquí un paraíso sino ganarnos la salvación en el Cielo que Él vino a traernos. Con los méritos que Él adquirió para nosotros y que nos comunica con sus sacramentos. Por consiguiente, o nos dedicamos a las cosas atractivas de la Tierra o nos dedicamos a Dios, que ha considerado oportuno darnos su leyes para vivir. Prácticamente abolidas… Sustituidas por la Carta de la Tierra y sus artículos, nuevo decálogo de la ONU.

   “Estamos viviendo una época de un cristianismo chirle. Nos predican un cristianismo sentimental, un cristianismo de un pacifismo que se identifica con la cobardía; un cristianismo que es incapaz de lucha, un cristianismo que no se atreve a la polémica, un cristianismo que no está seguro de la propia verdad. Para el cual, afirmar la Verdad es signo de soberbia… O atreverse a discutir es una falta de caridad…

 

 Un cristianismo que confunde la Caridad con un sentimentalismo degradado…. Con un sentimentalismo que nos rebaja…” Padre Alberto Ezcurra. Contemporáneo del P. Castellani.

No obstante: “Hay que afirmar la Verdad y discutirla, aunque nos llamen soberbios…” (Monseñor Juan Claudio Sanahuja, Insigne defensor de la fe en el derecho a la vida)

     La verdadera Doctrina cristiana es difícil de cumplir para el hombre -sin el estado de Gracia- porque se opone al alud de nuestras pasiones… Según los Evangelios, contradice los deseos de nuestra carne, la concupiscencia de nuestros ojos y el orgullo de la vida. Exige sacrificio, dolor y pérdida. Porque la belleza del cristianismo consiste en asegurar la vida eterna para los creyentes. Asegura que viviremos en compañía de Dios para toda la eternidad y que compartiremos su belleza, su verdad y su felicidad infinita.

Nada más contrastante. Pero sigamos con el relato de la entronización… del Príncipe en la Ciudadela Cristiana…

 

   “El guardián y el obispo estadounidenses, ambos expertos y con los mismos criterios, redujeron los preparativos para la ceremonia, a una lista de nombres y un inventario de las rúbricas. La lista de nombres del guardián que asistirían a la capilla romana la componían hombres de gran talante: clérigos de alto rango e importante seglares, verdaderos servidores del príncipe en el interior de la ciudadela. Algunos habían sido elegidos, introducidos y formados en la falange romana a lo largo de varias décadas… Mientras otros representaban la nueva generación destinada a promulgar la agenda del príncipe durante las décadas veniderasTodos comprendían la necesidad de permanecer inadvertidos, ya que la regla dice: “LA GARANTÍA DE NUESTRO MAÑANA SE BASA EN LA CONVICCIÓN ACTUAL DE QUE NO EXISTIMOS”…

   Los participantes de la lista, distinguidos hombres y mujeres de la vida social, los negocios y el gobierno, eran tan impresionantes, como el guardián esperaba. Pero la víctima, una niña, su excelencia afirmó que constituiría un auténtico galardón para la violación de la inocencia…

 

El inventario de las rúbricas  para la ceremonia paralela se centró principalmente en los elementos que no podían utilizarse en Roma. En la capilla emisora de Leo deberían concentrarse los frascos de tierra, aire, fuego y agua. Comprobado. El osario, los pilares, rojo y negro, el escudo, los animales. Comprobado… Y así sucesivamente. La sincronización de las ceremonias en ambas capillas era algo con lo que Leo ya estaba familiarizado. Como de costumbre, se imprimirían unos fascículos, irreligiosamente denominados misales, para el uso de los participantes en ambas capillas. Y, también, como de costumbre, estarían redactados en un latín impecable…”

 

 (Ya lo había anticipado el Señor al referirse a sus enemigos, que eran más astutos… Eliminaron el latín de nuestras celebraciones católicas. Pero ellos, sabiendo la impronta de esa lengua en los oficios religiosos, la utilizaban. ¿La seguirán utilizando?…

   

  “Se establecería una comunicación telefónica entre mensajeros ceremoniales en ambas capillas, a fin de que los participantes pudieran desempeñar sus funciones en perfecta armonía con sus hermanos. Durante el acontecimiento, los latidos del corazón de los participantes deberían estar PERFECTAMENTE SINTONIZADOS EN EL ODIO, NO EN EL AMOR. Deberían alcanzarse plenamente la gratificación del dolor y la consumación, bajo la dirección de Leo en la capilla emisora. El honor de coordinar la autorización, las instrucciones y las pruebas, elementos definitivos y culminantes de esa peculiar celebración, correspondería al propio guardián en el Vaticano.  Por fin, si todo el mundo cumplía exactamente lo previsto por la regla, el príncipe consumaría –por fin- su más antigua venganza contra el “débil”, el enemigo despiadado que a lo largo de los tiempos se había fingido el más misericordioso, y a quien bastaba la más profunda oscuridad para verlo todo…

 

(Paradójicamente, esto de “fingirse el más misericordioso”, referido en este pasaje al Señor Jesucristo, así catalogado por sus enemigos, se coloca en paralelo con quien hoy día ostenta el Trono de Pedro…)

 

   Leo podía imaginar el resto… El acto del entrona-miento crearía un manto perfecto, opaco y suave como el terciopelo, QUE OCULTARÍA AL PRÍNCIPE ENTRE LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA OFICIAL EN LA CIUDADELA ROMANA.

 Entronado en la oscuridad, EL PRINCIPE PODRÍA FOMENTAR AQUELLA MISMA OSCURIDAD COMO NUNCA HASTA ENTONCES… Amigos y enemigos se verían afectados por un igual. La oscuridad de la voluntad adquiriría tal profundidad que ofuscaría, incluso, el objetivo oficial de la existencia de la ciudadela: La Adoración perpetua del innominado.  Atención…

    Con el transcurso del tiempo… el macho cabrío acabaría por expulsar al Cordero y tomaría posesión de la ciudadela… El príncipe se infiltraría hasta apoderarse de una casa, “la casa” que no era la suya…  

 

 Piensa, amigo mío –dijo el obispo Leo, casi loco de anticipación- lo inalcanzable será alcanzado. Este será el coronamiento de mi carrera.

 

¡EL CORONAMIENTO DEL SIGLO VEINTE!”

(“El Último Papa”, o, en su título original inglés: “La Casa barrida por el viento…” Una Conspiración diabólica para derribar al Vaticano. Autor: Malachi Martin, Sacerdote Jesuita, testigo de lo expuesto. Lo que le costó la vida, posteriormente…)

   Y aunque pueda parecer una novela de ciencia ficción, es el reflejo de la más cruda y cruel realidad, lo que la hace verosímil. Y si no, a las pruebas me remito:

 

  “Por el fruto, se conoce el árbol…”  Porque “Un Dios entronizado sobre el mundo y la historia como un ser inmutable, es una ofensa grave al hombre… Debemos negarlo por el bien del hombre, porque reclama para sí una dignidad y un honor que pertenecen por derecho propio al hombre…Dijo…Walter Kasper, Gott in der Gerchicht”, Mainz 1967.

Apenas cuatro años después de la entronización del príncipe, por vía de sus “iniciados”… ¿Lo conocen? Es el actual y principal asesor de Francisco I. Uno de los seis integrantes de la Secta: “La Mafia de Saint Gall”. Ya mencionada en la Parte anterior. El grupo que conspiró para “renunciar” a Benedicto XVI. Uno de los ¿“iniciados”?…

 Otro eslabón más en la cadena de sucesos que van armando la trama de la historia… del Plan masónico pergeñado por el OTRO… Lo que vengo repitiendo hasta el cansancio, y lo seguiré haciendo: Que de la Nada no viene Nada. Ya Su Santidad Pío XII lo había previsto, cuando fue visitado, protocolarmente, por los padres fundadores de la CEE (Comunidad Económica Europea), en el día en que ésta fue establecida. Una vez que estos se retiraron, le dijo a su confesor preferido: “Su Europa irá lejos, y con celeridad. Pero el mayor día para Europa aún no ha amanecido…”-

El Jesuita alemán –su confesor y amigo de toda la vida- no alcanzó a comprender la visión del Papa.  “¿Qué Europa, Santidad?” “¿El mayor día para la Europa de quién?”…

 

   “Para la Europa nacida hoyrespondió sin titubear el Santo Padre El día en que ésta Santa Sede se sujete a la nueva Europa de diplomáticos y políticos, centrada en Bruselas y París, aquel día comenzarán los infortunios de la Iglesia”. Roma, 25 de Marzo de 1957.  (“La Casa Barrida por el Viento”, Malachi Martin)

“Los Signos se han cumplido… Los Signos se han realizado…” “¿Qué importa que los hombres no los vean? ¿Y por ventura eso mismo no está profetizado, y no es otro Signo, que los hombres no los verían? ¡Desdichados de los que no ven los Signos! ¡Y desdichado también del que los ve! La lucha está llegando al desenlace. La corrupción del mundo está tocando a la raíz… Todas las energías del diablo están concentradas hoy día en corromper lo que es específicamente religioso. Al diablo ya no le interesa matar; lo que le interesa es corromper, envenenar, falsificar… Vivimos crudamente bajo el signo del que no puede vivir ni morir. El diablo no puede vivir ni morir. Nuestra época no puede vivir… y no quiere morir…”

 

  Por eso, me dijo don Benya, “no escriba con mis apuntes un libro de ciencia: ¡Escriba una novela! De todos modos se van a reír; comenzado por los profesores de Sagrada Escritura…” “A algunos les ha sido dado ver los Signos, a otros menos –y para esos solos hay que escribir- y finalmente otros, de ningún modo. No hay que afligirse. El don de entender las Profecías es como el don de profetizar. De suyo no requiere la ciencia, brota de la fe. Es una fe que súbitamente se inflama en imágenes, en sueños. Los profetas han sido hombres de toda clase, un rey como David, un cortesano como Isaías, un pastor como Baruch. Hubo también mujeres profetizas. De suyo, el profeta no es necesariamente santo; aunque claro, que si lo es, tanto mejor.

 

  La profecía es una gracia: gratis data. Pero pobre el que ha sido elegido para vivir en tiempo futuro… Eso se paga caro… Hay como dos vidas en él, una que devora la otra. Vive fuera del presente. Y los hombres que viven en tiempo presente, como es la ley de la vida, rechazan instintivamente –relegándole- hacia la soledad, al que vive el tiempo futuro. O lo matan… Pero de todos modos yo tengo que ir adelante. Tengo que marchar. No puedo dejar de hablar. Y no puedo dejar de ver… Pero, ¿es que en realidad veo algo?

Yo no hago más que sacar en limpio. Yo pongo en limpio lo que han visto innumerables hermanos míos en el dolor y en la visión lancinante. Como aquellos monjes antiguos que hacían “coronas áureas”; hay una atribuida a Tomás de Aquino.

 

  Como aquel anacoreta que copió en un grueso cuaderno todas las comparaciones aplicables al Santísimo Sacramento que hay en Virgilio y en Homero. Yo colecciono los dichos de los iluminados que al toparlos, encienden en mí como un destello doloroso. Los dichos que se cumplen en mí… ¿Cómo osaría yo afirmar una cosa yo solo? No me atrevo a decir nada que no haya dicho antes un iluminado.

 

Y “donde están dos unidos en Mí Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos”. Y “en la boca de Tres testigos toda verdad se acepta”. Yo soy el testigo pasivo –continúa relatando el autor- a quien para ver que lo dicho por los otros es verdad le basta la llaga de su alma; yo soy el “corpus delicti”. YO PADEZCO MI ÉPOCA… Yo he aceptado el vivir en mi época, el vivir adentro de mi época, es decir, el sufrirla. YO HE ACEPTADO EL RIEZGO… Sobre mí, el primero, se han volcado las Siete Plagas. Mi alma es un espejo vivo del desorden de mi época. He aceptado ser Anatema de Dios por solidaridad con mis hermanos. El desorden de la época que no perdona ni a la Iglesia…

 

  Ay, yo no he huido la realidad. MI MANERA DE IR A DIOS ES NO RECHAZAR NINGUNA REALIDAD. ¡DIOS ES LA REALIDAD!

 

 La Iglesia está enferma, la Iglesia ha sido atacada por dentro… La Iglesia está enferma de la misma enfermedad que atacó a la Sinagoga.  El mundo va pareciéndose cada día más al mundo al cual bajó el Hijo de Dios doloroso: tanto en la Iglesia como fuera de ella: PAGANISMO Y FARISEÍSMO. No digo que haya defectado –definitivamente- en la fe, que haya de fallar en la fe, pues posee contra eso la infalible promesa divina. Pero Pedro pecó tres veces contra la caridad; y Caifás profetizó criminalmente, a pesar suyo. Y así será en el fin… Y cuando un enfermo dice que él está enfermo no hay que dudar, porque él siente su enfermedad. Y él siente su enfermedad, porque cada una de sus células se siente pertenecer a un cuerpo que anda mal… Y la mayoría de las células no pueden decirlo. Pero algunas pueden decirlo. Y esas son las células nerviosas. ¡Desdichadas células nerviosas! ¡Infelices células nerviosas, cuyo único oficio es trasmitir al cerebro y por ende a todo el cuerpo, que el cuerpo anda mal! Y si no trasmiten, están muertas. Para ellas vale más morir que no trasmitir…”

Así pues: LOS SIGNOS SE HAN CUMPLIDO. He aquí lo que yo tengo que transmitir so pena de muerte interna: “LOS SIGNOS SE HAN CUMPLIDO”.

(“Los Papeles de Benjamín Benavides”, “los Signos”, pág. 87. Autor: Leonardo Castellani. Abril de 1967. La Obra Maestra de su Exégesis sobre el Libro del Apocalipsis)

 

 Los Signos se han cumplido y se siguen cumpliendo. Porque el tiempo se ha cumplido, pero no todo ha sido consumado. Es decir, lo que aún falta consumarse de todo lo Revelado… es el Misterio de Iniquidad. El Sin Ley. El Otro…

¿Que cómo continuará la historia desarrollándose hasta su Aparición? Disminuyendo cada día más la fe de los “creyentes”… mientras sigue creciendo el trigo y la cizaña… Al tiempo que se  fortalecen, cada vez más, los marcados en la frente con el Signo del Dios Vivo. Los verdaderos fieles. Los que han de lavar sus vestidos en la Sangre del Cordero. Los que no amaron tanto su vida que temieran perderla.

Estos son los santos y mártires de los Últimos Tiempos. De los Últimos Días. De la Última Hora de la Historia de la Salvación. No los consentidos de la nueva misericordia… Haciendo lío… y andando por las periferias… Sino resistiendo…

  Pero continúen leyendo lo que sigue a continuación…

 

LAS DOS MUJERES…

 

  “Hacia el término del Apokalypsis aparecen en él dos mujeres misteriosas, una Madre y una Mala Hembra. Una de las reglas capitales de interpretación, que formuló muy bien Don Manuel Rosell, canónigo de Madrid, en su precioso libro –“Reglas y observaciones para entender la Sagrada Escritura” (1798)- es la recta lectura de las “imágenes”.

 

Hay que saber lo que cada figura sensible significaba para los autores y oyentes de los libros sacros. ¡Los “cuernos”, no significan lo mismo para nosotros que para un hebreo, por ejemplo! “Los diez cuernos significan diez reyes”.

 

  Para conocer las asociaciones de imágenes del hebreo, no siendo uno hebreo, no hay nada mejor que la misma Escritura Sacra. La mujer significa en la Escritura constantemente Israel, es decir, la religión. Dios apostrofa a su pueblo como a una adúltera o la requiebra como una novia.

  

  Los deutero-profetas abandonan, incluso, la imagen de “Reino” para insistir en la figura de “Esposa”. Cristo llamó a su gente “generación adúltera”. San Pablo representó a la Iglesia con la figura de una doncella, “virginem castam exhibiré Christo”, una virgen pura que dar en matrimonio a Cristo.

 

  Las dos Mujeres del Apokalypsis representan la religión en sus dos polos extremos, la religión corrompida y la religión fiel, la “fogonera” sobre la bestia roja y la Parturienta vestida del sol de la fe, pisando la luna del mundo mudable, y coronada de la veinticuatral diadema estelar patriarcal y apostólica.

 

  Estos dos aspectos de la religión son perfectamente identificables para Dios, pero no siempre para nosotros… La cizaña se parece al trigo y no será separada hasta la Siega. Por eso son dos los Ángeles que siegan en la Visión Catorce: uno corta la mies madura y otro vendimia los racimos que han de ser pisoteados en el lagar de la iracundia divina, los agraces. Debemos apartarnos del mal, pero no podemos juzgar al malhechor. El juicio pertenece a Dios.

 

  Una prostituta no se distingue en la naturaleza ni en la forma, de una mujer honesta. Sigue siendo mujer. No se vuelve bestia. Está sentada sobre la bestia.

 

  Eso es lo que significa también, el Pseudo-profeta de la Visión Oncena. Está al servicio del Anticristo, pero se parece al Cristo. “Hablaba como el Dragón, pero tenía dos cuernos semejantes al Cordero”…

 

  Cuando vino Cristo eran tiempos confusos y tristes –como los actuales-, la religión estaba pervertida en sus jefes y consecuentemente en parte de su pueblo -al igual que hoy-. “Haced todo lo que os dijeren, pero no hagáis conforme a sus obras”.

 

  Cristo no abandonó la Sinagoga por eso, sino que se hizo matar por purificarla. De su Corazón abierto nació la Iglesia, que primordialmente fue judía. Cuando Cristo vuelva la situación será parecida… Solamente el fariseísmo, el pecado contra el Espíritu Santo, es capaz de producir esa magna apostasía que Él predijo: la “mayor tribulación del diluvio acá”, será producida por la peor corrupción, la corrupción de lo óptimo. El dolor sólo remediable por Dios en persona, es el producido por la corrupción irremediable, “la sal que pierde su salines”. Por eso Juan vio en la frente de la Ramera –vestida de púrpura y montada sobre la Bestia- la palabra MISTERIO, y dice que se asombró sobremanera. Y el Ángel le dice: “Ven, y te explicaré el arcano de la bestia”. Es el Misterio de iniquidad, LA ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN; la parte carnal de la Iglesia ocultando, adulterando y aun persiguiendo la verdad… SINAGOGA SATANAE

 

Eso sí que es asombroso y es lo último. Su corrupción no aparece a la vista, como un tumor o un cáncer. Está vestida de escarlata, raso blanco y oro, está resplandeciente de gemas. Por eso su corrupción se llama “Misterio” y “Arcano”.

 

  La “abominación de la desolación” es un hebraísmo que significa, como si dijéramos nosotros: “la peor inmundicia”, la “última basura”. Los Israelitas utilizaron esa palabra para designar el sacrilegio máximo. Y esa inmundicia de su fornicación, dice San Juan (el cual no se arredra ante las palabras más fuertes) se la bebe Babilonia Magna en un cáliz de oro. Y ella es la sangre de los santos y los mártires de Jesús…

  Por eso la parte fiel de la Iglesia padecerá, entonces “dolores como de parto”, y el Dragón estará a punto de tragar a su hijo, que sólo se salvará por milagro.

 

  Calló el viejo y le temblaron las manos… Todos estábamos consternados.  Yo dije: “si esto es así, realmente lo que está por venir es muy difícil. Y ¿cómo haremos para mantenernos en esta situación”?

  El viejo –don Benjamín- volvió a hablar y su voz era bronca y trémula: “Pero para eso se nos ha dado la Profecía –dijo-  para nuestro consuelo. Si no la tuviéramos, la tribulación sería inaguantable y la confusión inextricable…”

 

 Y prosiguió su relato… “Ella se salvará solamente huyendo a la soledad del desierto, con dos alas de águila, y aún allí la perseguirá la riada de agua sucia y torrentosa que el Dragón lanzará contra ella. La nueva Esposa Pura y sin Mácula, inmaculadamente concebida de nuevo”.  (“Los Papeles de Benjamín…, pág. 270)

 

LA ADÚLTERA

  Porque “La esposa comete adulterio… Cuando su legítimo Señor y Esposo- Cristo, no es ya su alma y su todo; cuando los gozos de su casa no son ya toda su vida; cuando codicia lo transitorio del mundo en sus diversas manifestaciones, cuando mira sus grandezas, riquezas y honores con ojos golosos, cuando (como Israel un día) busca la alianza de un poder terreno contra la amenaza de otro poder terreno, cuando los teme demasiado; cuando reconoce al mundo como una realidad “muy ponderable” y lo mira como una potencia cuya ira procura evitar a cualquier costa, cuyo agrado y benevolencia solicita, con cuya “sabiduría”, educación, ciencia, cultura, política, diplomacia, está encantada. Esto es lo que llama el profeta “fornicar con los reyes de la tierra”.

 

 “Fornicación” llamaban los profetas a la idolatría. “Fornicar con  los ídolos”, significa poner los ídolos en lugar de Dios, el legítimo esposo de nuestras mentes. “Fornicar con los reyes de la tierra” significa poner a los poderes de este mundo en el lugar de Dios. Primero se fornica con el corazón, desfalleciendo en la fe; después en los hechos, faltando a la caridad. El error fundamental de nuestra práctica actual –y aún de la teoría a veces- es que amalgamamos el Reino y el Mundo, lo cual es exactamente lo que la Biblia llama “prostitución”. ¿No hay ahora Sacerdotes políticos que quieren salvar a la Iglesia por medio de la Democracia o el Racismo o cualquier otro sistema político?

 

¿No hay actualmente una predicación que promete a las masas lisonjeadas una resurrección del mundo, una especie de reino milenario de felicidad temporal, por medio de la “hegemonía moral y religiosa” entre las naciones, hegemonía prometida y querida (según ellos) por Dios mismo? ¿Dónde está en la Escritura esa promesa? Eso no está en la Escritura. Si alguna hay, es la promesa nefanda de la Gran Ramera, asentada sobre el poder político tiránico de la Bestia de las Siete Cabezas y Diez Cuernos…

 

  Los sacristanes, los profesores de historia eclesiástica, los Monseñores politicones y los vendedores de “artículos para el culto católico”, dicen entusiastas: “que nunca ha estado mejor la Iglesia que hoy día”. Yo así lo creo, pero de la Iglesia de la Mujer Vestida del Sol… No de todo el campo del paterfamilias. Donde hay y habrá siempre cizaña… Según el Oráculo Divino.  Ellos hablan de otra cosa: a veces hablan netamente de la otra Mujer… Confunden las dos mujeres. O se confunden así mismos con la Iglesia.

  Porque “el mercenario y que no es pastor, viendo venir el lobo huye y se pone a salvo; porque a él no le importan las ovejas”…

 

  Un cristiano tentado me decía poco ha: “Estamos peor que los tiempos de Cristo. Entonces se podía decir: haced lo que os dijeren. ¡AHORA NO!

Tened cuidado, tened cuidado con los sembradores de cizaña –que adulteran la Religión- que son hoy, no solamente el “hombre enemigo” sino también algunos de los siervos del PATERFAMILIAS… No obstante: Dios mantendrá sus promesas acerca de la infalibilidad de la doctrina en el Magisterio Supremo. Aun cuando todo parezca anochecido, brillará esa luz… En los últimos días, el “residuo” de cristianos fieles y su jefe serán visibles. ¡Y tanto! Serán explosivamente visibles, a causa misma de la furiosa persecución contra ellos; aunque no serán visibles, para los perseguidores, que estarán (conforme está dicho en la iglesia de Laodicea) “ciegos”. El mundo odiará a los Dos Últimos Testigos, tanto, que cuando el Anticristo los mate, “se enviarán gozosos regalos unos a otros”. Porque “el mundo los odiará” y ellos darán testimonio al mundo entero.

 “Y seréis odiados de todo el mundo por causa Mía”. Así que hoy conviene probar todos los espíritus y quedarse solamente con el que es bueno: porque ¡ojo!:

 

LAS DOS MUJERES SON GEMELAS… NACIDAS DE UNA MISMA MADRE: LA RELIGIÓN, LA RELIGIOSIDAD. EL INSTINTO PROFUNDAMENTE IRRADICABLE EN EL SER HUMANO. Y la Bestia de la tierra se parece al Cordero: “hace prodigios y portentos”, promete la felicidad y habla palabras hermosas llenas de halago. PROMETE EL REINO EN ESTE MUNDO. Este es el sentido de las Dos Mujeres; son las Dos Ciudades de San Agustín, llegadas a su máximo de tensión contraria, pero siempre mezcladas entre ellas y en sus habitantes.

 

“¡Tened cuidado, dos estarán juntas en un lecho; uno será elegido y otro será dejado!”. Nos narra la S E. (Los Papeles de Benjamín… L Castellani, pág. 201)

 

SENTIDO ESCATOLÓGICO

 

 “Además y después de este sentido general, no niego que haya otro sentido peculiar, más concreto todavía. El Apokalypsis tiene dos sentidos literales. San Agustín formuló esta “regla de los sentidos”: “Y narró pues el Espíritu escondiendo lo general en lo particular. Y lo malo es que al narrar lo particular, pasa totalmente a veces a lo general, que el paso no se distingue muy claro”. El significado concreto y ya escatológico de las Dos Mujeres es éste: “La Mujer Celestial y Afligida es el Israel de Dios, hecho Iglesia. Y concretamente, también, el Israel convertido de los Últimos Tiempos; la Mujer Ramera y Blasfema es la religión adulterada, ya formulada en Pseudo-Iglesia en los últimos tiempos, prostituida a los Podres de este mundo y asentada sobre la formidable potencia política y tiránico imperio del Anticristo”. (Los Papeles de Benjamín…, pág. 205)

 

LA PERDIDA

 

 “La Ramera representa tres cosas concretas que serán (y ya comienzan a ser) una misma, y se implican mutuamente: la última herejía, la urbe donde esa herejía tendrá su cabeza, el imperio que esa urbe gobernará.

Y se verá la más completa y sutil… falsificación del cristianismo que se puede soñar: un ideal de vida cómoda, lujosa y divertida, con mucho “sex-appeal” por supuesto, y con un marco de algunos vagos y diluidos dogmas cristianos que no comprometen a nada…

 

 Es el ideal de la Añadidura antes que el Reino, o la Añadidura sin el Reino, o el Reino Milenario realizado desde ya sin Cristo. Es decir, el cristianismo expurgado de la Cruz de Cristo y de Su Segunda Venida. ¡Este es el verdadero Anticristo! -a expensas del Sin Ley- Si esto invade al mundo como lo está invadiendo… y al fin lo domina…”

 

  Esto es falsa religión sumamente seductora: esto es peor, si cabe, que el comunismo. Don Benjamín aprobó gravemente con la cabeza. “Los dos son peores –dijo- y es más probable que un día se fusionen… porque proceden de un mismo espíritu: el espíritu del Jardín del Edén y del Paraíso en la tierra. Y quien hará la fusión será la Bestia Segunda; la Fiera de la Tierra. “Que tenía dos cuernos como el Cordero y hablaba como el Dragón…” ¿Más claro?

 

“San Juan describe el imperio del Anticristo en figura de “dragón”, mezcla de todas las Fieras de Daniel (que representaba los imperios paganos) y como su resumen empeorado. Porque es peor el neo-paganismo, que es apostasía, que el antiguo paganismo, que era, simplemente pre-cristianismo”.

 Díganos, Padre Castellani, ¿cuál será, de las ciudades del mundo, la Urbe Perdida, la Capital del Anticristo –dije yo- si es que por ventura son una y la misma?

 

“La ciudad designada evidentemente por San Juan, no será, sino que fue… La Roma pagana, capital del Imperio. El texto no deja dudas. El Ángel le dice al Profeta: “Las siete testas –cabezas- son siete montes sobre que la Hembra sede”. Referencia clara a las conocidas “Siete Colinas de Roma”.

 ¿Qué quiere decir Ud?, volví a preguntar. “Que su interpretación –según Bossuet- es indudable como sentido próximo e imagen del “tipo”, que es sin duda, la Roma Étnica; pero no excluye, antes pide con el texto mismo “otra significación más profunda”, como dijo el mismo Bossuet, que es la misma significación escatológica –“anti-tipo”- de la última Urbe impía, semejante a una Roma Cesárea empeorada al décuplo; y por eso mezcla San Juan en su retrato realmente “poco artístico” todas las fieras de Daniel.

 

“La Fiera IV era des-semejante a las otras” –dice Daniel preanunciando el Imperio Romano-; pero San Juan hace a su nueva y vieja Fiera, que era y no es…

 

  Es decir, que es resurrección adulterada de otra antigua cosa auténtica, la hace una mezcla de las tres primeras.

 Conclusión: Será una impía Urbe religiosa y capitalista, cabeza de un Imperio sacro falsificado… Es decir, de un imperialismo; según parece claro”.

  ¿Y cómo es que el texto mismo pide, dice Ud., esa interpretación remota?

“Entre otras cosas, porque dice quelas siete cabezas son siete montes; y también siete reyes…” Monte en la Escritura significa reino y poder político. Y también, hombre poderoso políticamente”. (Los Papeles de Benjamín…, pág.218. L. Castellani)

REGLA DE INTERPRETACIÓN

  Debemos tener presente en todo momento, la Regla de oro de San Agustín: “que toda Profecía tiene “tipo” y “anti-tipo”. Es el reencuentro de la ley fundamental de la Profecía. La descripción de dos sucesos análogos, en una misma narración. No es un cabo de ovillo. ¡Es el centro dela interpretación!”.

(Cuestión que se explica exhaustivamente en mi Segundo Libro, el Curso: “Apocalipsis, Canto de Esperanza”). Como también y por lo mismo, aquella sabia enseñanza del Santo Padre Pío XII, en Su Encíclica Divino Aflante Spiritu: “que es inútil pretender un sentido figurado o alegórico, cuando se puede extraer de los Sagrados Textos una clara inteligencia”.

 

 Así pues, esa impía Urbe religiosa y capitalista, cabeza de un Imperio sacro falsificado… donde se asienta la Bestia de diez cuernos… “Los cuernos significan, diez reyes”, son la síntesis del concurso de las Naciones Unidas y sus Gobernantes, en connubio con la Sede dela que era y no es… Dando cumplimiento, finalmente, a aquel temor clarividente del Santo Padre Pío XII, en la mañana del 25 de Marzo de 1957…

 “El mundo quiere unirse –dijo don Benya– y actualmente el mundo no se puede unir sino en una religión falsa… O bien las naciones se repliegan sobre sí mismas en nacionalismos hostiles. O bien se reúnen nefastamente con la pega de una nueva religión, un cristianismo falsificado. El cual, naturalmente, odiará de muerte al auténtico. Sólo la religión puede crear vínculos supranacionales. Bien lo probaron los romanos al instituir como necesaria liga de su inmenso imperio pagano, la religión obligatoria e idolátrica del “Emperador”: Numen Imperatoris.

 

 Esa religión tenía delante San Juan cuando describió la Bestia, y el carácter, el nombre, el signo y el culto de la Bestia; o (en griego) de la “Fiera”.  La presión enorme de las masas descreídas, y de los gobiernos, o bien maquiavélicos, o bien hostiles, pesará horriblemente sobre todo lo que aún se mantiene fiel… La Iglesia cederá en su armazón externo, y los fieles “tendrán que refugiarse” volando “en el desierto de la fe”. Como anticipa el Cap. 12 del Libro Magno.

 

Solo algunos contados, “los que han comprado” con la renuncia a todo lo terreno: “colirio para los ojos y oro puro afinado”, mantendrán inmaculada su fe… De la Visión Cuarta y Doce, agrupados en torno a los Dos Testigos. Esos pocos “no podrán comprar ni vender”, ni circular ni dirigirse a las “masas” por medio de los grandes vehículos publicitarios, caídos en manos del poder político; y, después, del Anticristo: por eso serán pocos…

 Las situaciones de heroísmo, sobre todo, de heroísmo sobrehumano, son para pocos… Y si esos días no fueran abreviados, no quedaría ni uno…

 

  Pero la Iglesia no está por hacerse, ya está hecha; hoy está construida, inmensa catedral de piedra y barro, con una luz adentro. No desaparecerá como si fuese de humo: quedarán los muros, quedarán al menos los escombros, y en los altares dorados y honrados con huesos de mártires se sentará el Hijo de Perdición, el Injusto, cuya operación será en todo poder de Satanás, para perdición de los que no se asieron de la verdad, más consintieron con la iniquidad…

Tendrán un mundo nuevo lleno de maravillas técnicas que no darán dicha a los hombres, se construirá con la argamasa de la omnímoda mentira, el fraude religioso y la opresión y el engaño del pobre. Los dueños de este mundo podrán hacer llover fuego del cielo y hacer hablar a la imagen de la Bestia”-

(Los Papeles de Benjamín… Cap. 8: “La Abominación de la Desolación”, pág. 264)

 

EL NUEVO ORDEN MUNDIAL –Nuevo Imperio Pagano- Y SU FALSA NUEVA  ERA.

Con el nuevo emperador plebeyo… El Anticristo.

¡He ahí la ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN DEL TEMPLO SANTO DE DIOS!

 La nueva fe de la iglesia del nuevo gobierno mundial, que ya no se afirma sobre la Roca sólida, sino que se “asienta sobre arenas movedizas…”

 

 “El confirmará el pacto con muchos durante una semana, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la oblación; y sobre el Santuario vendrá una abominación desoladora, hasta que la consumación decretada se derrame sobre el devastador”. (Del Libro del Profeta Daniel, Cap.9, v. 27)

 

Del cual hace mención la Sagrada Escritura y confirma San Francisco de Asís, advirtiendo a sus frailes, poco antes de morir, diciendo: “UN HOMBRE ELEGIDO, NO CANÓNICAMENTE SE ELEVARÁ AL PONTIFICADO, Y CON SU ASTUCIA SE ESFORZARÁ POR LLEVAR A MUCHOS A LA MUERTE…

 

  Aquellos que perseveren en su fervor y se adhieran a la virtud con amor y celo por la verdad, han de sufrir injurias y persecuciones. Serán considerados como rebeldes y cismáticos… Algunos predicadores mantendrán silencio sobre la verdad… Y otros la hollarán bajo sus pies y la negarán… La santidad de vida se llevará a cabo en medio de burlas, proferidas, incluso por aquellos que la profesarán hacia el exterior… Pues en aquellos días… Nuestro Señor Jesucristo no les enviará a estos un verdadero Pastor sino un destructor…”

 

  El Pastor necio del que habla el Profeta Isaías. El Falso Profeta que le entrega al Anticristo, servida en bandeja, lo que aún queda de lo que fue la Iglesia de Jesucristo. A Quien ellos llaman: “el débil innominable”.-

Por tanto, “No desaparecerá la cristiandad: será profanada. Ni quedará intacta la Iglesia visible: Dentro de ella habrá santuario y atrio. Habrá fieles, clero, religiosos, doctores, profetas, que serán pisoteados, que cederán a la presión… Que tomarán la marca de la Bestia…” La cristiandad será “aprovechada”: los escombros del derecho público europeo, los materiales de la tradición cultural e instrumentos políticos y jurídicos serán aprovechados en la continuación de la nueva Babel: LA GRAN CONFEDERACIÓN MUNDIAL IMPÍA.  LA RAMERA SOBRE LA BESTIA…  

 

  Es el Imperio Romano idolátrico restaurado al fin de los siglos… por el poder del Mal. Es decir: Roma, no la Roma cristiana, sino la infiel y pagana que fue en tiempos de San Juan “y la que de nuevo será en el tiempo del Anticristo”. (Los Papeles de Benjamín Benavides, Leonardo Castellani)

 

  El Anticristo, la clave metafísica de la Historia del hombre. El Misterio de Iniquidad siempre actuando…

 

 

 SIN EMBARGO… NO HAY PEOR CIEGO QUE EL QUE SE NIEGA A MIRAR.

A poco ha, me decía una persona muy allegada, comentando con ella estas cosas: “No hay que juzgar, a lo mejor no se han dado cuenta todavía”.  Refiriéndose a los sacerdotes que suponen no darse cuenta de que el que dice ser el Papa, en realidad es el Falso Profeta que está terminando la obra de destrucción. O por lo menos convengamos que es un Hereje, que enseña lo que enseñó Lutero, pero pretendidamente disimulado… En vez de predicar la Bi milenaria Doctrina confiada por Cristo en depósito a Sus Apóstoles, para custodiarla intacta hasta la consumación de los siglos… Por lo que no puede ser Papa, porque queda de Ipso facto Excomulgado. Como Lutero y sus secuaces.

  A tal comentario le que respondí –alarmada y perpleja- “Te concedo que antes de la Amoris Laetitia “no se hubieran percatado aún”, pero después de ella… Amén de todos los disparates dichos y hechos desde que asumió… Y por si fuera poco, habiendo sido entronizada en el Vaticano la estatua de Martín Lutero, el Heresiarca… (Continuando con las entronizaciones que comenzaron en 1963…) El que decía sobre la Santa Misa: “que era la peor abominación”… ¡Ha quedado más que claro!”-

  Pero, claro, para los que lo quieran ver… Los otros, siguen haciéndose los distraídos…

  Así pues, “si el centinela ve venir al lobo y no toca la trompeta para que el pueblo se ponga a salvo y mata a las ovejas, a él de su sangre le pediré cuentas…” Dice el Señor.        Entre tanto… Repasemos el punto 305, que hace referencia a los re-casados admitidos a   la Comunión, conforme al criterio de sus pastores… (Otra cuestión dialéctica) según se expresa: “Es posible que en medio de una situación objetiva de pecado se pueda vivir en gracia de Dios. Se pueda amar y también crecer en la vida de la gracia y de la caridad…”  ¿Será un chiste o una pesadilla de  Amoris Letitia?

 La que en realidad debería llamarse: “Amoris Adulteri”, “un directorio de teología moral, para curas sin moral ni teología”.

 Entonces, ¿cómo es posible no darse cuenta? Porque “No es un deseo o un diálogo personal con Jesús lo que determina si podemos recibir la comunión en la Iglesia católica. Una persona no puede decidir si puede o no recibir la comunión, debe ser católico, estar en estado de gracia, casado correctamente. La inter-comunión no permite la unidad, porque el Señor nos ayuda a ser uno si lo recibimos apropiadamente, de lo contrario comeremos nuestra propia condenación, como dice San Pablo en 1 Corintios, 27- 29”.  (Cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino)

Aplicable también al connubio católico- luterano. Cuyo texto completo reproducimos párrafos más abajo.

  En rigor de verdad, al final… no llegarán a “comerse y beberse su propia condenación”, porque en realidad lo que se conmemorará es la Santa Cena del Señor. ¡No habrá ya Transustanciación!

 

CONSUMANDO EL SACRILEGIO

 

  “Acaban de llamarme de nuevo desde Roma esta mañana del sábado 21 de Octubre; me confirma mi interlocutor romano que la misa ecuménica ya está en marcha y que Francisco lo tiene ya todo preparado… Me dice que al principio lo harán de forma muy discreta, pero que ya que no tiene vuelta de hoja. Se sustituirá el momento de la consagración por una oración ecuménica. Confieso que esto va mucho más rápido de lo que pensaba… Les comento un artículo aparecido en: “Religión, la voz libre”, que coincide con la información recibida desde Roma”. El artículo se titula: “Católicos y luteranos recibirán la comunión juntos”. Octubre 9, 2017. Borradores de XLVIII (48) nuevos detalles sobre la Comisión de inter-comunión y su trabajo entre bastidores…   

  

  Mi fuente ha precisado algunos puntos que considero importantes y que quiero compartir con Uds., acerca de nuestra investigación sobre la inter-comunión entre católicos y protestantes, que paso a paso toma cada vez más forma…

Quizás a los más, se les ha escapado una “pequeña” frase de Bergoglio, algo que dijo en una reunión en el Vaticano cuando recibió a una delegación ecuménica de la iglesia Luterana de Finlandia, durante el mes de Enero.

 En su discurso de bienvenida, dijo: “pido al Señor que acompañe con su bendición a la comisión del diálogo luterano-católico de Finlandia, que está trabajando con dedicación a una comprensión sacramental común de la Iglesia, de la Eucaristía y del ministerio eclesial”. O sea, ¡BERGOGLIO ORA PARA QUE EL SEÑOR BENDIGA LA PROFANACIÓN DE LA EUCARISTÍA! ¡HEMOS SUPERADO EL RIDÍCULO!

  Mi fuente llegó justo hoy de una entrevista con el Cardenal Koch (Presidente del Consejo Pontificio para la unidad de los cristianos), donde establecía, precisamente, que estos trabajos ya están en su escritorio. Él dijo, de hecho: “Al conmemorar la Reforma, hemos enfatizado especialmente lo que tenemos en común, pero permanecen abiertos problemas, tanto antes como después. Propuse que después de la declaración conjunta de la Justificación debamos presentar una nueva declaración conjunta sobre la Iglesia, la Eucaristía y el ministerio. Agradezco que esta iniciativa haya sido recibida por muchos partidos (habría que ver a qué partidos se refiere su Excelencia…) de manera positiva. El diálogo entre católicos y luteranos en América ya ha producido un documento de este tipo; y recientemente he encontrado en mi escritorio un nuevo largo escrito de Finlandia. El trabajo está casi terminado. El texto de la nueva misa ecuménica está listo. Ya está en el escritorio. Se trata solo de encontrar maneras de impulsarlo en los fieles… Con gran alegría de los protestantes, que finalmente han hecho “bajarse los pantalones” a nuestros pastores…”.  Sin comentarios.

  Koch también cita la Declaración Ecuménica de 2015 de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos. En la cual, al final de la página 114 encontrarán las famosas palabras: “La apertura de las oportunidades para los católicos y luteranos de recibir la comunión juntos sería una señal importante en el camino hacia la unidad ya recorrido y una promesa de continuar juntos en el camino hacia la plena comunión”…  

 

  La preparación de todo esto, por su puesto, ya la había dado Bergoglio en el año 2015, según lo escrito por Civilitá Cattolica: “con motivo de una visita del Papa a la Christuskirche (iglesia protestante en Roma) en el diálogo entre Francisco y los presentes, se había confirmado que la doctrina no ha cambiado, sino el modo de interpretarla a la luz del Evangelio”.-  Esa es la forma blasfema que tiene de darnos el veneno, gota a gota…

 

  Dicen que la doctrina no ha cambiado, mientras estamos en la plenitud de la apostasía. Y así será la abolición final de la Eucaristía… Y estoy seguro que a fines de Octubre veremos algunos avances”.  Damián Galerón, Articulista Católico Español.-

 ¡Y no se ha equivocado Ud., don Damián!

  Algo que viene en proceso… desde aquella Primera Entronización… En el interior de la Ciudadela Católica: el Vaticano, durante la celebración del Sacro Concilio -Ecuménico- Vaticano II: “La Revolución Francesa”.-

  Y con todo esto, ¿se puede seguir afirmando?: ¡“A lo mejor todavía no se han dado cuenta”!  ¿De qué?: ¿Que Lutero y su Revolución… (Con la que sacó de quicio toda la religiosidad occidental), que continuó Calvino con su teoría de los réprobos y los elegidos… desembocó en las “Arenas movedizas del Nuevo Orden Mundial”, donde ahora se asienta la nueva iglesia de Bergoglio? ¡IGNORANCIA CULPABLE! EN TODO CASO.

  Pero continuemos el relato de la entro-nación del Príncipe… (Tras una previa referencia) para seguir devanando la trama de esta trágica historia y su desenlace. Ya advertida por todos los Santos Profetas, desde Antiguo… Y que se inicia en nuestro tiempo, con el hábil Secretario… Reformador de la Santa Misa…

 

LA ÚLTIMA HEREJÍA 

 

“No se trata solamente de retocar una valiosa obra de arte sino, a veces, de dar estructuras nuevas a ritos enteros. Se trata en realidad, de una restauración fundamental, diría, casi de una refundición y, en ciertos puntos, de una verdadera creación nueva”.  “Monseñor” Anibal Bugnini, masón de grado 33, adscripto a la Secta en Abril de 1963… (El año de la entronización del príncipe. ¿Será otra coincidencia sinodal?)

  Fue nombrado por Pablo IV en 1963 –¿Les suena el año?- como secretario del Concilium, organismo encargado de poner en aplicación la Constitución sobre la Liturgia. Cabe destacar, que siempre hubo y necesario es, en la Iglesia, revisiones a lo largo de los Siglos. Pero no para modificar lo esencial; lo accidental, en todo caso, y no siempre, para su mejor comprensión. El asunto es saber a quién se le encarga tal responsabilidad.

 Un ejemplo: la Iglesia de los primeros tiempos necesito de 9 siglos para recién comprender el Misterio profundo de la Eucaristía. Y entonces, su mayor asimilación a lo que es la esencia del cristianismo: ¡JESUCRISTO, DIOS Y HOMBRE VERDADERO! ¡MUERTO Y RESUCITADO! Y todo lo que dimana de tamaña afirmación.

 Así pues, la Comunión en la lengua y de rodillas. Que no es un mero símbolo o recordatorio de la Última Cena. Sino que encarna la realidad misma de nuestro ser como hombres. Pues de no ser así, ya no existiríamos… Habríamos “sido absorbidos” por la Culpa Original… Quien pueda que entienda. Yo, no soy digna de tamaño Misterio. Apenas vislumbro lo que Dios me deja “ver con Sus ojos”… Para tratar de ayudar a los que aún permanecen ciegos… acerca del actual “Pontífice” y su mamarracho de pontificado. Preparado desde… Lo ya narrado en la pág. 13, para acabar, precisamente, con el Alma de la Iglesia: LA SANTA EUCARISTÍA.

  Y como ya adelantáramos en la Primera Parte del Opúsculo, concluida en Octubre de 2015, dejando sólo un mero recordatorio… Similar al Rito protestante. Que ahora se asimilará fusionándose ambos en un solo Rito. ¿Qué cuál de ellos…?

 Continuemos ahora el relato de “Monseñor”… Apoyándonos en algunos textos tomados de la página: “En Jesús y María. Catequesis tradicional”.

  “El hábil Bugnini, “este lobo revestido con piel de oveja”, el sepulturero de la Misa Católica, llamado el “Gran Arquitecto de la Reforma”, fue secretario de la comisión preparatoria litúrgica del Concilio Vaticano II, primeramente (1959-1962). En el Pontificado de Juan XXII, previo al nombramiento de Pablo VI, su Sucesor.

  Es decir, él y sus compañeros –de la comisión- prepararon el texto que fue discutido y aprobado en el inmediato CVII. En ese texto se utiliza el lenguaje con tanta habilidad, que los Obispos de buena fe se dejaron engañar… Porque al mismo tiempo que les daban garantías de seguir la tradición (o sea, lo esencial, lo que no se modifica) y no suprimir el latín, abrían el camino… A todos los errores que conocemos. ¿Y los que aún desconocemos? Ese documento contiene dinamita. Conclusiones extremas escondidas en los textos ambiguos. El filósofo y teólogo italiano Romano Amerio, escribe: “La reforma litúrgica contradice los textos de la gran asamblea y se caracteriza por su sentido anfibológico (doble sentido) de sus prescripciones. Sobre las cuales se ejercitan tanto la sutileza bicéfala de los redactores como la hermenéutica (interpretación) posterior.” (Romano Amerio, Lota Unum, estudios sobre las transformaciones de la Iglesia católica en el siglo XX, Salamanca 1994, pág. 22, No. 8)

 “El P. Bugnini dice, que el Cardenal Gaetano Ciconiani “dudó y quiso volver a leer” el texto definitivo del esquema sobre la liturgia que iba a ser presentado al Concilio. Pasó una semana sin aprobarlo. Finalmente, el 1 de Febrero de 1962, lo firmó…  El P. Bugnini reconoce que “si el Cardenal Ciconiani no hubiera firmado la Constitución, humanamente hablando, hubiese sido un desastre. Todo hubiera sido puesto en duda”. (Reforma de la Liturgia. (1958-1975), Madrid, BAC 1999, pág. 22, No.8)

  El Padre Wiltgen dice: “que los poderosos elementos conservadores de la Sagrada Congregación de los Ritos insistían en que Ciconiani rehusase su firma al documento ambiguo y por lo tanto, peligrosísimo. El Cardenal estaba consciente de esto. Entonces “el Papa Juan llamó a su secretario de Estado (el hermano del Cardenal Ciconiani) y le dijo que visitase a su hermano y que no volviese hasta que el esquema estuviese debidamente firmado…” (Cosa trascendida de los entretelones… que seguramente debe haber procedido del mismo ¿presionado? hermano…)

  Posteriormente un perito de la comisión Preparatoria de la Liturgia afirmó, que al anciano cardenal casi se le saltaban las lágrimas cuando blandió el documento en el aire y dijo: “quieren que firme esto, pero yo no sé si quiero hacerlo”. Luego apoyó el documento sobre su mesa, tomó su pluma y le puso su firma. Cuatro días después, falleció…” (Wiltgen Ralph M. “El Rin desemboca en el Tíber”. “La historia del Concilio Vaticano II”. Madrid, Criterio Libros, 1999, pág. 163)

  El Cardenal Ciconiani no quería firmar porque veía el peligro de ciertos pasajes ambiguos del esquema. Y así, lentamente… se fue llegando a las presentes circunstancias… Desde 1963… en que Anibal Bugnini fue nombrado secretario del Concilium.  O sea: primero precedió la comisión preparatoria… Luego siguió con la puesta en práctica… “Desde 1964 hasta 1975 –año en que fue relegado por el mismo Pablo VI-, el P. Bugnini y sus amigos, todos seleccionados dentro de la casta modernista, pusieron en aplicación la Constitución sobre la Liturgia, que “afectó a toda la Iglesia del rito latino en general, desde las más altas Jerarquías hasta el último recién bautizado”.

  Sin embargo el Concilio, en la famosa Constitución Sacrosanctum Concilium, había dicho: “No se introduzcan innovaciones si no lo exige una utilidad verdadera y cierta de la Iglesia, y sólo después de haber tenido la precaución de que las nuevas formas se desarrollen, por decirlo así, orgánicamente, a partir de las existentes. Se conservará el uso de la lengua latina en los ritos latinos, salvo derecho particular. La Iglesia reconoce el canto gregoriano como el propio de la Liturgia romana”…

Nada de todo esto se ha tenido en cuenta. De hecho, dice el P. Bugnini: “la comisión litúrgica preparatoria era tenida en la Curia (romana) por el enemigo número uno de la lengua latina”. Para desembarazarse de esta “asociación ilícita”, el mismo Bugnini nos dice: “la comisión publicó el 4 de marzo de 1961 el texto siguiente: “El Latín debe ser conservado de modo absoluto para uso del clero; la lengua vulgar en la liturgia para los fieles será introducida conforme a los principios formulados por Pío XII en la Mediator Dei”. (Hasta aquí, algunos textos de la referencia citada: “En Jesús y María”, entrelazados con mis propios comentarios)

  Ahora bien, yo pregunto, refiriéndome a la estrategia de Bugnini: ¿a esto se le puede llamar hipocresía? Por lo visto cambiaron los tiempos, pero la característica principal del fariseísmo no ha variado… El Señor nos dio sabias instrucciones para obrar –en previsión de estos tiempos- cuando dijo: “Sean mansos como palomas y astutos como serpientes…” Pero también agregó:

 

“Son más astutos los hijos de las tinieblas que los hijos de la luz…”-  Por lo visto, ellos son los que las ponen en práctica… Obran sirviéndose de las enseñanzas de Cristo para atacar Su  misma Iglesia.

 

   Pero para no confundirnos, repasemos las fechas de estos sucesos: Bugnini comenzó a formar parte de la comisión preparatoria de la reforma Litúrgica, de 1959 a 1962. En el año 1963; el año de la entronización del príncipe… fue nombrado secretario del Concilium… y del 64 al 75 llevó a la práctica lo allí realizado. Y para salir airoso de las acusaciones como integrante de una comisión que no gozaba de prestigio, salió a blandir la bandera de los textos conservados. Antes de que él y su séquito masónico los transformasen…. ¡Hipocresía sustancial farisaica!

  Esto también nos debe hacer reflexionar, acerca de las no pocas y ácidas críticas a los Papas, me refiero a los auténticos, que no por ello han quedado inmune de todo error… Pues su Infalibilidad, dada por Cristo, es en orden a la Verdad Revelada. No a sus debilidades humanas… De las cuales, como se ve, han sabido aprovecharse muy bien los enemigos…

  Ya se habló, en la Primera Parte del Opúsculo, del conocido socias de Pablo VI. Obra maestra de la cirugía plástica, “fabricado” por los Venerables hermanos… El que firmaba –muchas de las cosas que se le atribuyeron al Papa- y solía aparecer en muchas circunstancias públicas… Y entre tanto, ¿dónde estaba Pablo VI? ¿Dormía, quizás, a fuerza del Virus inoculado… o las drogas que le suministraban?

  Yo estuve en Roma en 1995, durante el Pontificado de Juan Pablo II, y vi muchas cosas… –de las que salí ilesa, por gracia de Dios- y de las que prefiero no hablar…

No obstante, sé de lo que hablo…

 Finalmente, y volviendo a tomar prestado algunos textos de la citada referencia: “En Jesús y María”, textos que corroboran todos mis años de investigación… concluiré:

“Después de la fabricación de la Nueva Misa, el P. Bugnini fue secretario de la Sagrada Congregación del Culto Divino (1969- 1975), puesto calve para poder imponer sus cambios –en nombre del Santo Padre, a quien Bugnini manipulaba- a los sacerdotes clarividentes que se resistían a aceptarlos…

  Esto también resulta ilustrativo, para los que entendemos “que los errores en la Iglesia, fueron fruto de cómo se fue interpretando el espíritu del Concilio, en el pos-concilio…” Y esto es verdad. Pero el –otro- “espíritu” que aleteaba, ya dentro de los muros de la Ciudadela… supo impregnarlo de sí mismo… Por lo cual, podríamos decir, que de algún modo ya estaba “viciado” desde el inicio. Ya lo dijo el Señor: “que son más astutos los hijos suyos…” (Los de las tinieblas) que los nuestros…” Lo que no implica, que no haya habido resistencia. La hubo. Pero de parte de un puñado de Obispos –valientes- verdaderamente católicos. Lúcidos y claros en lo que estaba sucediendo. Por nombrar a uno, el Cardenal Ottaviani, quien fue el Jefe de la Resistencia. Otros, de buena fe, pero no tan lúcidos ni tan valientes… Ambos superados por los de vanguardia, que supieron imponerse… Ayudados por dos grupos muy significativos: 12 pastores protestantes y 12 rabinos… Que estaban como ¿observadores?, durante el Concilio.

No obstante, debemos entender que fue un Concilio Pastoral, no dogmático. Sólo que algunos se aprovecharon…Otro dato importante, es que se dejó de predicar contra el comunismo dentro de la Iglesia, para no ofender a los delegados Rusos que asistieron. Fue un arreglo previo… La Ostopolitik del Cardenal Agostino Casaroli.

  Finalmente, Anibal Bugnini, es “exiliado” en 1976, como Nuncio en Irán. El mismo explica que su salida de Roma se debe al crédito que dieron los rumores que circulaban, y circulan… sobre su supuesta afiliación a las logias. Falleció en 1982, sorpresivamente…

  Por cierto Monseñor negó todo, afirmando: “ni sé qué es la masonería, ni qué hace, ni cuáles son sus fines…” ¿Alguien le habrá creído? A quien decía de sí mismo:  “Io sono la riforma litúrgica”. Es decir: “yo soy la reforma”. Sobre la cual también afirmó: “Esta es la reforma litúrgica más vasta que jamás se recuerda en la historia multisecular de la Iglesia”.– Y agregó: “tiende a cambiar la faz de las asambleas litúrgicas tradicionales”-

  Dice un autor: “Si el pez muere por la boca, Mons. Bugnini, como Gran Arquitecto… se suicida por sus expresiones…” Por otra parte, lo de desconocer la existencia de la Masonería… Es una respuesta poco creíble en un Prelado de su nivel.

 

“Si no hubiese sido por él, la reforma litúrgica no se hubiera dado”. Afirma en un Libro, el Padre Anscar Chupungco, OSB (Orden de San Benito), ex Presidente del Pontificio Instituto litúrgico de Roma.

 Así pues, he aquí al Gran Arquitecto de la Reforma Litúrgica, verdadero Autor del Novus Ordo Missae. Que dejó el camino preparado para los que vinieran después… Habiendo sido precedido por el Heresiarca Martín Lutero, el Reformador, a quien hoy se le rinde homenaje en la que fuere la Sede de La Roca: El Vaticano.  “Transformado ya –como dice el Padre Castellani en la conclusión de su exégesis doctoral- en la Pseudo-iglesia del fin de los tiempos…

 O como afirmó Nuestra Madre Santísima en Su Aparición de La Sallette: “LA SEDE DEL ANTICRISTO”.-

  No podía estar más actualizado el autor de la Obra: “Le Destronaron”. Dando así por cumplido… lo que comenzó a formarse aquel 29 de Junio de 1963, en la Celebración de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo…

 “Una nueva Iglesia católica en Roma, que surge de la misma Iglesia fundada por Cristo y que será “ratificada” oficialmente como tal, por un Papa de la “nueva iglesia”, que en realidad será un Anti Papa, un falso profeta que se proclamará ilegalmente (ilegítimo) Papa de la Iglesia. El último Papa… convertido ya este al Nuevo Cristianismo. Que pretenderá (fingido) seguir las normas de la Iglesia, al menos un tiempo… Aunque realmente no será un Papa legítimo… Sino más bien un falso pastor, cabeza de la nueva iglesia. Aunque el mundo lo verá como el Papa verdadero de la Iglesia… 

 

  En su forma actual, el papado desaparecerá… El nuevo orden social se implementará desde Roma, pero al margen de Roma, a pesar de Roma, contra Roma. Y esa nueva Iglesia, aunque tal vez no deba conservar nada de la disciplina escolástica y de la forma rudimentaria de la Iglesia antigua, recibirá, sin embargo de Roma, la Consagración y la Jurisdicción canónica”. (Misterio de Iniquidad, P Virrión)

 Ya nos había sido advertido por el Santo Padre: “ellos traman la ruina de la Iglesia, no desde fuera sino desde dentro…” (San Pío X, en Su Encíclica: Pascendi)

 LA CONSAGRACIÓN

  Continuando con la parte final de la entronización… “Había llegado la hora, el principio del tiempo propicio para el ascenso del príncipe en la ciudadela…” Era de noche. El guardián y sus acólitos trabajaban en silencio para dejarlo todo listo en la capilla receptora –de la entronación-… (Omitiré los detalles de toda la ceremonia, por razones obvias…) Conforme se acercaba la hora, empezaron a llegar los verdaderos servidores del príncipe -de este mundo- dentro de la ciudadela: la falange romana… Así como representantes seglares de la falange, tan destacados como los miembros de la jerarquía… Una media hora antes de la medianoche, los reclinatorios estaban ocupados por la generación vigente de una tradición principesca, implantada, alimentada y cultivada en el seno de la antigua ciudadela, a lo largo de unos… años.

 

 Aunque algún tiempo, poco numerosos, el grupo había persistido al amparo de la oscuridad como cuerpo exterior y espíritu ajeno dentro de su anfitrión y víctima.

 Se había infiltrado en las oficinas y en las actividades de la ciudadela romana, y había dispersado sus síntomas por el flujo sanguíneo de la Iglesia universal, como una infección subcutánea… Esos eran los hombres reunidos en el Vaticano para el entrona-miento, y ésa la tradición promulgada mediante la administración universal con cuartel general en la ciudadela… Con la mente y la voluntad intensamente concentradas, esperaban en silencio el inicio a medianoche de la fiesta de San Pedro y San Pablo, la quintaesencia de los días santos en Roma”.

  Entretanto… “La capilla emisora –en EEUU- un amplio salón en el sótano de una escuela parroquial, había sido meticulosamente equipada, de acuerdo a las ordenanzas.

 El obispo Leo lo había dirigido todo personalmente… (Vuelvo a omitir detalles). No sólo eran diferentes los requerimientos materiales de ambas capillas, sino también los de sus participantes. Los de la capilla de San Pablo, todos hombres, vestían túnicas y fajas según su rango eclesiástico o impecables trajes negros los seglares…

 

Con las mismas distinciones de rango que la falange romana, los participantes estadounidenses en la capilla emisora contrastaban no obstante enormemente con sus colegas en el Vaticano. Aquí participaban hombres y mujeres, con sus túnicas prescritas para e entrona-miento, rojas como la sangre en honor al sacrificio… Con su elegante túnica roja, Leo se dirigió de manera parsimoniosa, de momento le pareció que todo estaba bien dispuesto. Había llegado la hora… Todo estaba sincronizado…

 

  En un ambiente de fuego y oscuridad, el principal celebrante en cada capilla entonó una serie de invocaciones al príncipe. Los participantes en cada capilla respondieron a coro. Luego, y solo en la capilla emisora en Estados Unidos, un acto apropiado siguió a cada respuesta: una interpretación del espíritu y del significado del ritual. La perfecta coordinación de palabras y voluntades entre ambas capillas era responsabilidad de los mensajeros ceremoniales. De aquella perfecta coordinación se tejería la sustancia adecuada de intención humana, que arroparía el drama del entrona-miento del príncipe…

 

  Creo en un poder… -declaró con convicción el obispo Leo- Y su nombre es Cosmos, respondieron los participantes, fieles al texto invertido de sus misales latinos.

  A continuación, dos acólitos incensaron el altar. Otros dos recogieron los símbolos de tierra, aire, fuego y gua, los colocaron sobre el altar y regresaron a sus lugares.

 

Creo en el único hijo del amanecer cósmico –discantó Leo- Y su nombre es…

 Los acólitos prendieron las velas del pentagrama y lo incensaron… Por fin el obispo Leo dio por concluida la primera parte de la ceremonia con la gran invocación: Creo que el príncipe de este mundo será entronizado esta noche en la antigua ciudadela, y desde allí creará una nueva comunidad. Y su nombre será la Iglesia universal del hombre…

(Se omite también el ritual de la víctima ofrecida…)

 

  Finalizado el ofrecimiento, el rito fue transferido a la capilla receptora en Roma… El entrona-miento del príncipe en la ciudadela del débil ya casi había concluido. Sólo faltaban la autorización, la carta de instrucciones y las pruebas. El guardián levantó la mirada del altar y dirigió sus ojos al delegado internacional prusiano, portador de la cartera de cuero que contenía las cartas de autorización y las instrucciones. Fueron leídas por el guardián con un fuerte acento: “por orden de la asamblea y de los padres sacrosantos, instituyo, autorizo y reconozco esta capilla para que de hoy en adelante sea conocida como el sanctasanctórum, tomado, poseído y apropiado por aquel a quien hemos entronado como dueño y señor de nuestro destino humano…”

 

Aquel, que mediante este sanctasanctórum, sea designado cómo último sucesor al Trono Pontificio por su propio juramento se comprometerá, tanto él como todos bajo su mando, a convertirse en instrumento sumiso y colaborador de los constructores –masones- de la casa del hombre en la tierra y en todo el cosmos humano –masonería oculta-; transformará la antigua enemistad con la serpiente en el paraíso, en amistad, tolerancia y asimilación, aplicadas a los modelos de nacimiento, educación, trabajo, finanzas, comercios, industrias, conocimientos, cultura; vivir y dar vida, morir y administrar la muerte. Ese será el modelo de la nueva sociedad del hombre”.-

 

“¡Así sea! -Respondieron ritualmente la falange romana, dirigida por el guardián-.

“¡Así sea! -Repitió la congregación del obispo Leo, a la señal del mensajero ceremonial-“

 

  “La siguiente parte del rito, la carta de instrucciones, eran en realidad un juramento solemne de traición, en virtud del cual los clérigos presentes en la capilla de San Pablo, tanto el cardenal y los obispos como los canónigos, profanaban intencionada y deliberadamente el orden sagrado mediante el cual se les había concedido la gracia y el poder de santificar a los demás… El delegado internacional levantó la mano, e hizo e signo de la cruz invertida, antes de leer el juramento…” (Malachi Martin, Sacerdote Jesuita, “Complot masónico para ser realizado por el Último Papa”. Editado en 1996)

  Con este Ritual se inició el proceso de auto demolición en Nuestra Amadísima Iglesia Católica, Apostólica y Romana. De su Doctrina –inmutable como su Autor- sus Dogmas y Preceptos –intactos para el pequeño Rebaño Fiel- para transformarla en “Una nueva religión, con un nuevo dogma, un nuevo sacerdocio, un nuevo rito”. “Una nueva iglesia, desde la Iglesia Católica, contra la Iglesia Católica… Que se pretenderá erigir como la Nueva Iglesia Católica Romana”. La casa del hombre en la Tierra, que desde hace 500 años viene promovida por el Monje Negro: Martín Lutero, y sus descendientes… Del cual ha dado muestras de fidelidad, Francisco –Lutero- Bergoglio… Para reemplazar la Casa de Dios para el hombre, anticipo del Reino en la Tierra…

  Es decir: un nuevo Cristianismo de Reingeniería Social. ¡Sin Dogmas! ¡Sin Moral! ¡Sin Cruz! ¡Sin Mandamientos! O mejor dicho: con “nuevos mandamientos”. ¡Sin Verdad objetiva! ¡Sin Verdad absoluta y definitiva! Todos unidos en un mismo ideal: El del amor humano vivido en un mundo sin Dios. O mejor dicho, según la idea que cada uno tiene de Dios… Incluyendo a los que no creen en nada…

 

 “Este será el modelo de la nueva sociedad del hombre”, termina diciendo el documento masónico del ritual… Es el nuevo paraíso terrenal de la ciencia y la tecnología. La nueva fe del hombre moderno. Privado de lo propio que lo constituye como ser racional: su Alma espiritual.

  Es un proceso que lleva más de sesenta años… Y que concluye en esta Abominación de la Desolación en el Templo Santo de Dios, culminando con la Última Herejía. La supresión de la Consagración del Pan y del vino, para dejar solamente un memorial de la Última Cena. Proceso que ha “estampado, prácticamente, su firma”, el 31 de Octubre de 2017.     En la conmemoración y celebración conjunta del aniversario de aquel que dijo que la Santa Misa era la peor abominación… Martín Lutero. El Monje Agustino renegado y excomulgado por el Concilio de Trento, después de haber rechazado el perdón que le ofrecía el Papa León X, en la Bula: Exsurge Domine.

Al no someterse al Magisterio de la Iglesia ni al Papa, fue declarado cismático. Desde entonces… (Hace 500 años) Lutero y sus secuaces, lenta y gradualmente cambiaron la Misa… ¿Algo así como está haciendo ahora uno de sus herederos, luego que Anibal Bugnini lo precediera? ¿Será el Tipo y el Anti-tipo de la Historia?

Eso sí explicando a la gente que solo querían simplificar la liturgia para que les fuera más fácil comprenderla…

  En la nueva misa luterana muchas partes fueron preservadas, pero se eliminó el ofertorio y la Consagración (nada más y nada menos), por razones obvias, ya que Lutero no creía en la Transubstanciación (como su discípulo Francisco I). También se quitaron los crucifijos y demás recordatorios del Sacrificio del Calvario… Esa aversión al crucificado permanece hoy entre los protestantes. Más arraigada que nunca, por cierto.

 

 Una vez que Lutero abrió el camino… continuó el proceso… Dejar los hábitos… Permitir la Comunión en la mano… Sustituir la música sacra por el bombo…

Lutero consiguió destruir la Misa allí donde arraigó su teología… (¿De la Liberación? Digo, ¡como todo tiene su raíz en la Historia…!)

 

   Todo esto tiene su inicio, antes de que los Siglos existiesen, cuando el Arcángel Luzbel, Guardián del Paraíso, dijo al Creador: “Non Servían. No te serviré”. Luego dijo a la Mujer: “Seréis como Dios…”. Para concluir en su propia adoración al final de los Siglos… Por medio de su “mesías”, el Anticristo. El Sin Ley. El Otro…  Entronizado en la Ciudadela… el 29 de Junio de 1963. Quien “Reducirá  la Iglesia a su extrema tribulación…

 

Al mismo tiempo que fomentará una falsa Iglesia. Matará a los profetas y tendrá de su parte una manga de profetoides… De vaticinadores y cantores  del progresismo… Y de la euforia de la salud del hombre por el hombre. Perseguirá, sobre todo, la interpretación y la predicación del Apokalypsis; y odiará con furor, aún la mención de la Parusía.

 

 En su tiempo, habrá verdaderos monstruos que ocuparán sedes y cátedras y pasarán por varones píos y religiosos y aún santos… Porque el Hombre del Delito tolerará un cristianismo adulterado… Abolirá de modo completo la Santa Misa y el Culto público, durante 42 meses, 1260 días… (Que serían largos de pasar si el Señor no los abreviara) Impondrá por la fuerza, por el control de un estado policíaco y por las más acerbas penas, un culto malvado, que implicará en sus actos: apostasía y sacrilegio”.-  (Los Papeles de Benjamín Benavides, L. Castellani, 1953) Y esta será…

LA ÚLTIMA PRUEBA DE LA IGLESIA

 

    Que visión la del Padre Castellani. No por nada el Santo Padre Pío dijo de él que era “¡un Profeta!”, “¡un gran Profeta!”.

 

A diferencia de Francisco I, que ha encarnado –y encarna muy bien- desde el comienzo de su “designación”, el Rol del Falso Profeta.  Algo que ha quedado demostrado en sus cuatro años y medio de desgraciado pontificado. Basta solamente con conocer la Tradición Bi-milenaria de la Iglesia Fundada por Nuestro Amadísimo Jesucristo, Verdadero Señor de la Historia, Su Doctrina y Costumbres Morales y compararlas con las enseñanzas del Cardenal Bergoglio, en todo este tiempo… Para darse cuenta, con  total claridad, que encaja perfectamente con todo lo descripto.  

  Claro, repito, para los que quieren ver, los otros… seguirán mirando para otro lado…

   Entretanto, veamos cómo concluye el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, Cardenal Robert Sarah, lo que se refiere a la intercomunión entre los católicos y los luteranos: “Niente intercomunicación tra cattolici e non cattolici. E necesario essere cattolici” “La inter-comunión no está permitida entre católicos y no católicos. Es necesario confesar la fe católica. Un no católico no puede recibir la comunión. No es cuestión de libertad de conciencia. Damos la comunión sólo a los católicos. No hay inter-comunión entre anglicanos y católicos, entre católicos y protestantes. Si van juntos, los católicos pueden ir a la comunión, pero los luteranos y los anglicanos no.

 

  Sin una unión en la fe y la doctrina, abrir las puertas a la inter-comunión “haría promover la profanación”. No podemos hacerlo. No es que tengamos que hablar con el Señor para saber si podemos comulgar. Necesitamos saber si estamos de acuerdo con las reglas de la Iglesia. Nuestra conciencia debe estar iluminada por las reglas de la Iglesia. Iglesia que dice que, para comulgar hay que estar en gracia.

 

  No es un deseo o un diálogo personal con Jesús lo que determina si podemos recibir la comunión en la Iglesia católica. Una persona no puede decidir si puede o no recibir la Comunión. Debe ser católico, estar en estado de gracia, casado correctamente. La inter-comunión no permite la unidad, porque el Señor nos ayuda a ser uno, si lo recibimos apropiadamente, de lo contrario comeremos nuestra propia condenación, como dice San Pablo (1 Corintios 11: 27-29) No podemos convertirnos si participamos en comunión con el pecado, con el desprecio por el Cuerpo de Cristo”.-

 

TODO HA SIDO REVELADO

  En la Primera Parte de este Opúsculo, detallo todo lo dicho y hecho por Francisco, desde que asumió y hasta el 13 de Octubre de 2015, en que concluí esa Primera Parte. Desde entonces, y como digo al comienzo de esta Segunda Parte, ha habido mucho más… Debería escribir páginas y páginas… para poder abarcar todo este último proceso. Pero como dice el Padre Castellani más arriba: “que hay que escribir sólo para los que ven…”, y los que ven –un poco más un poco menos- no necesitan mayor descripción de todos los dichos y hechos de Bergoglio”. Para los otros, los que no ven o se hacen los distraídos… –y no son pocos- prefiero aplicar las sabias palabras del Evangelio, en su relato del rico epulón y el pobre Lázaro: “Aunque resuciten los muertos, no creerán”.

  Porque ya con lo de Lutero y las celebraciones de su Aniversario en el Vaticano, honrando la estatua erigida en su honor, por el “Papa” Francisco… es más que suficiente. Si no se dan cuenta con eso… -sumado a la Amoris Letitia…- no lo harán con nada.

Hay también quienes estarán conformes con los cambios… Y también quienes ven sólo parcialmente. Otros ven claro… Pero claro, no se atreven… En fin, el menú es muy variado… Tan variado como la misma confusión reinante…

 LA CEGUERA DE LOS QUE VEN…   

  He leído, y leo con cierta frecuencia, algunas Páginas Católicas de envergadura. De estricta Tradición, que ven todos los errores –verdaderos horrores- del Cardenal y lo siguen llamando “Santo Padre”, no todos, desde ya, pero la mayoría de ellos. Y llamar Santo Padre a un Hereje y Apóstata consumado, es, además de incongruente, una falta de respeto a la Institución del Papado. Y sobre todo a Cristo. Porque implícitamente, se le endilga la responsabilidad de haber elegido como Representante Suyo en la Tierra a uno que niega Su Divinidad… No lo reconoce como Dios… Por tanto no cree en Su Presencia Real en la Sagrada Hostia… Y por eso no tiene ningún empacho en cambiar el Rito y firmar acuerdo con los luteranos…

  Esto es carecer del más elemental sentido común, aunque sea el menos común de todos los sentidos. No obstante, le envían la corrección fraterna, esperando su arrepentimiento y enmienda… Pueden seguir esperando… Porque él sabe bien lo que hace. No es una mera equivocación la suya, pues:

 “Cuando hayamos aniquilado la Misa, habremos aniquilado el Papado en su totalidad. Porque es sobre la Misa como sobre una Roca, que el Papado se apoya: con sus Monasterios, sus Obispados, sus Colegios, sus altares, sus ministros y sus doctrinas. Todos estos caerán, cuando su sacrílega y abominable Misa haya sido reducida a polvo…”. Dijo su “promotor”: Martín Lutero, el Monje Agustino a quien Francisco le rinde homenaje con una estatua en su honor, erigida en el mismo Vaticano.

 ¿Hace falta algún otro dato?… A no ser, que pudiéramos agregar, por si acaso alguien todavía necesitase “colirio para los ojos”, que como ellos mismos dicen -refiriéndome a los que se rasgan las vestiduras, pero lo siguen llamando Santo Padre-: “este papa no es católico…” Pues entonces si no es católico no es de los nuestros. Y si no es de los nuestros no puede ser el Papa, sino un Anti-papa.  Simple sentido común.

Está más claro. ¿O aún no?

 

 Y todo esto sucede ante nuestros ojos atónitos, mientras los Pastores duermen…

Y no es de hace sólo cuatro años que duermen- en vez de apacentar al Rebaño que les fue confiado. Como ya dije en la otra Parte del Opúsculo: “se apacientan a sí mismos”.

Veremos que hará el dueño de Casa cuando Regrese… Entre tanto: “Cuando los pastores duermen, los perros deben ladrar”. (P. Melchor Cano. O.P)

 Y no es que no haya que rezar por el culpable, o exhortarlo, Cristo mismo pidió que se rece por todos los pecadores; incluso trató por todos los medios de que Judas Iscariote se arrepienta… Aun sabiendo que era el Traidor… Pero hay que tener las cosas claras, para no seguir confundiendo… A los ya muy confundidos…

También San Pablo reprendió a San Pedro, cuando le dijo: “Si tu siendo Judío procedes como pagano, ¿cómo pretendes que estos se hagan Judíos?”

Sólo que ese Pedro, era Pedro. Si es que me explico. Era la verdadera Roca, y jamás enseño una Doctrina contraria a la que aprendió de Su Maestro. Y por eso se dejó corregir, humildemente.

  En todo caso, y en esa circunstancia, lo suyo fue un exceso de respeto humano… Y en la otra circunstancia, en la que negó tres veces a Su Señor y Maestro, fue un acto de cobardía. Propio de la tremenda circunstancia… Pero no prevaleció en él. Su dolor y arrepentimiento lo cargó hasta su muerte. Y como no se halló digno de morir como su Señor, pidió que lo crucificaran cabeza abajo. Mientras tanto, durante todo su Pontificado, no hizo más que enseñar LA VERDAD.

¡QUE ES LO QUE NO HACE EL CARDENAL BERGOGLIO!

  Y si bien Sto. Tomás de Aquino enseñó “que había que corregir a los prelados, especialmente si el crimen es público y corre peligro la mayoría de los fieles”, acá estamos frente al Pastor Necio… Anticipado por el Profeta Isaías. Al que no le importan las ovejas porque no son de su corral…

Paradójicamente, San Ignacio de Loyola, el Fundador de la Orden a la que pertenece el Cardenal Jorge Bergoglio, le dijo en su tiempo a San Pedro Canisio, en una carta dirigida a él, para prevenirnos: “Más vale estar la grey sin pastor, que tener por pastor a un lobo…” A lo que Jeremías ya se había anticipado, diciendo: “En los profetas de Jerusalén he visto algo horrendo, adulterio y mentira, y dar su brazo a los perversos para que nadie se convierta de su maldad”. (Jr. 23, 14). Parece escrito a su medida…

 

  Conclusión: “Los prelados darán cuenta en el día del juicio de los que les fueron encomendados, cuando se les haga aquella pregunta de Jeremías: ¿“Dónde está la Grey que se te dio, aquel tu espléndido rebaño? ¿Qué dirás cuando te visitare? Porque tú los enseñaste contra ti”… -es decir, hablando bien y obrando mal- “y los educaste contra tu cabeza, por tus malos ejemplos”… Gregorio: “Los prelados deben saber que son dignos de tantas muertes, cuantos ejemplos de perdición trasmiten a los súbitos”.- (Sto. Tomás de Aquino. La Voz de la Iglesia)

EL GRAN PECADO

 

  Por lo que callar la verdad, cuando se la tiene clara, dada las circunstancias…, es un pecado gravísimo. Tanto como el mandar a denunciar y a hablar… a nosotras, las ovejas de su Grey. Porque ellos “están muy comprometidos”… ¡“Que esta es nuestra hora! ¡Que nosotros tenemos que salir al combate…!”

Y no es que uno no comprenda, realmente, lo comprometido de su situación, pero el Señor ya lo había previsto, cuando les dijo: “Yo os envío como ovejas en medio de lobos…” No obstante, añadió: “el que quiera salvar su vida la perderá, y el que la pierda por Mí y por el Evangelio –o sea, por LA VERDAD-  la salvará”.

 Conclusión: ¿Desde cuándo las ovejas van delante del pastor? ¿No será al revés? ¿No es acaso el pastor, quien debe ir arreando el rebaño, ya sea por caminos llanos, ya sea por sendas sinuosas?… Más comprometido que Cristo, no hubo nadie en la Historia de la Iglesia. Y sin embargo, fue Él a la Cruz, no mandó a los otros… No le dijo a Pedro o alguno de los otros Apóstoles en la Última Cena, donde Instituye la Divina Eucaristía:

 

 “Ve tú, Yo me quedo…” Lo que dijo fue: “Uno de vosotros me entregará”… 

 Y Juan, recordando todas estas cosas con sus discípulos, les advirtió: “Estaba entre nosotros, pero no era de los nuestros…” En previsión al “Sucesor”… La Historia siempre se repite. Porque el Principio y el Final, se unen…

 

  No obstante, hay sacerdotes que sí se han jugado, cosa que menciono en la Primera Parte de este Opúsculo. Y otros, que ya comienzan a entender mejor, aquella cruda expresión de Cristo, al decir: “Porque no eres ni frío ni caliente te vomitaré de mi boca…”

 

 Sin embargo, son muchos más los que callan o se justifican de muchas maneras… Y todas las justificaciones –excusas- tienen nombre y apellido, muchas de ellas son históricas… Escucho una alarga diatriba doctoral… ¡Y me quedo admirada!

Yo, que mi único doctorado es Honoris Causa. Y que me fue otorgado por mi Tesis sobre el Final de los Tiempos… “Que las Profecías de San Juan, que el Nuevo Orden Mundial, apodado globalización, o Aldea Global, que el Capitalismo, el Liberalismo, el Comunismo, el sionismo, la NEW AGE y el Anticristo, son la misma cosa”…

 

 “Mutato nomine de te -fabula narratur”. Lo único mudado son las palabras, dijo el Padre Castellani. De todo lo cual he hablado durante mis largos años de Conferencias…

  Resumiendo: Nuevo Orden Mundial= Gobierno del A-C. NEW AGE= su Religión. Y que acabo probándolo sobradamente, a través del Hilo Conductor de la Historia… en las Tres Partes de la Obra encomendada. Es decir, en los tres libros de la Colección, con este, que estoy concluyendo…

Así pues, quede claro, que todo aquel que quiera pertenecer a la “nueva iglesia ecuménica” del Cardenal Bergoglio, le cabe aquella sentencia pronunciada en las Sagrada Escritura: “y muchos se  postrarán a adorar a la Bestia”…

Y si alguno se escandaliza por esta expresión, lo remito a aquella sentencia pronunciada por San Gregorio Magno: “Cuando alguien se escandaliza de la verdad, vale más consentir el escándalo que no el abandonar la Verdad”.

El significado de la expresión: “adorar a la bestia”, refiere, en esta circunstancia, aceptar a quien viene a enseñarnos una Fe que no es la que hemos aprendido desde que nacimos:

Hay que acabar con el concepto de la preeminencia papal y con la idea de Curia Romana, dijo el desdichado. Porque él no cree en el papado en su forma tradicional. Por lo mismo, en un arranque de impaciencia, agregó: “Los que se oponen a mis reformas amparándose en la tradición vienen del demonio…”

 

¿Entonces, en qué se asemeja esta iglesia a la que Cristo fundó sobre La Roca? ¿Acaso no se parece más a la descrita por Nuestra Señora de La Salette“, cuando pronunció aquella sentencia: “Roma perderá la Fe y se convertirá en la Sede del Anticristo”?

Por lo que pretender su integración es igual que “postrarse a adorar a la Bestia”. Aceptando -al que se opone a todas las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia- como su legítimo Pastor… Por lo que “adherirse a un falso Obispo de Roma es estar fuera de la comunión con la Iglesia”.  (San T. Cecilio Cipriano, Mártir y Padre de la Iglesia).

  Jorge Mario Bergoglio, llamado Francisco I, ha iniciado el levantamiento de una Única Religión Mundial que apoye el Nuevo Orden Mundial Neo Pagano, anticristiano, que comenzó con la creación de la CEE (Comunidad Económica Europea), con el fin de aniquilar la verdadera Fe en Jesús y esclavizar y destruir a los hijos de Dios… Tal como previó, clarividentemente, el Santo Padre Pío XII, de cuándo comenzarían los infortunios de la Iglesia. Aquel día… 25 de Marzo de 1957, cuando fue visitado por la comitiva fundadora… Cosa que estamos padeciendo…

  Conclusión: el Señor, hablando por la boca de Su Discípulo Predilecto, San Juan, en previsión a esta Hora de la Historia… no dijo: “Adhiéranse”. Al contrario, mandó decir: “Salid de ella Pueblo Mío –cuando veáis la Abominación de la Desolación anunciada- para que no os contaminéis con sus pecados y para que no os alcance parte de sus plagas, porque su pecados se amontonan hasta llegar al Cielo… Y Dios se ha acordado de sus iniquidades… Por tanto, en un solo día vendrán sus plagas: muerte y luto y será abrazada en fuego, porque fuerte Señor es el Dios que la ha juzgado”.- (Ap. 18, 4-8)

  Y bien, ha llegado la Hora… de las Santas Mujeres al Pie de la Cruz, junto a LA MADRE. Sólo que en esta Hora histórica se necesita más de un Juan… Hay que multiplicar los Juanes de Jesús Eucaristía. Se necesitan verdaderos varones sacerdotes, dispuestos a jugárselo todo, en vez de “escudarse” detrás del rebaño… Lo digo con todo respeto. Pero lo digo. Porque “sólo la Verdad me hace libre”. ¡Aun cuando me encuentre sumida en el más grande dolor –histórico- que humanamente se pueda soportar, con la gracia de Dios! Al decir de mi Padre Castellani: ¡“Me duele la Iglesia”! ¡Y si no se lo entiende así, entonces ha sido inútil tanto esfuerzo!

 Ante tanta apostasía, necesitamos pastores fieles a la Fe y costumbres, son nuestra esperanza de mantenernos en la Verdad, aún hasta el derramamiento de sangre… Que en última instancia, eso es lo que significa cristiano: “Testigo, Mártir”.

 Los invito a continuar leyendo la tercera y última Parte de esta Obra, próximamente…  (Aún la estoy componiendo). Para que nadie termine postrándose a adorar a la Bestia, por falta de verdadera sabiduría en la Ciencia de Dios y Su Verdad Inmutable. O por falta de fuerzas que nos sostengan… Porque aun cuando expongo: que nos dejan a los laicos la tarea de “sacar las papas del horno”, o bien, la de “ponerle el cascabel al gato”… no son todos. Como ya he dicho, hay Sacerdotes que se están jugando, desde el comienzo de la renuncia de Benedicto y la asunción del Innombrable… Y otros que se suman…  y se seguirán sumando… Para consuelo nuestro.

 ¡Que la Misericordia de Dios no se aparte de nosotros, para que nosotros no nos apartemos de Dios!

Ángela Eva Sánchez Aréchaga

2 de Febrero de 2018. Fiesta de Nuestra Señora de La Candelaria.

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