Marco Tosatti en Stillum Curiae
No son solamente los cardenales o profesores de universidad, o los teólogos y en todo caso los expertos quienes escriben al Papa para expresar su perplejidad y malestar frente al aparente menoscabo de los principios básicos y consolidados. Incluso los simples fieles han tomado coraje y han dirigido sus mensajes al Papa. Algunos de ellos, al no tener una respuesta, recurrieron a quienes escribieron estas líneas, pensando que era posible encontrar vía privilegiada de esta manera. Los últimos dos, en los últimos días, de los Estados Unidos e Italia. Pero ciertamente hay muchos que han escrito y no se sabe nada de ello.
Hace unos días, una persona con la que estamos en contacto en Twitter, sin conocernos personalmente, me envió un mensaje directo. La carta de un colega y amigo se publicó en el blog de Stilum Curiae, un estallido, realmente. Y así la persona que llamaremos María (quiere anonimato) solía decir: «Leí la última carta que publicó y tuve un pensamiento: ¿hacer públicas las cartas de muchos ‘simples’ que en estos años ciertamente han escrito a Bergoglio sería una cosa factible? ¿Sería, sobretodo, legal? Sin nombres, por supuesto … personalmente le escribí en febrero de 2016 a mi obispo hace unos meses «. Ella no obtuvo respuesta. Entonces María propuso crear una columna en la que los simples fieles publicaran sus cartas quedando sin respuesta, y concluyó: «Si fuera un clamor unánime a modo de levantarse el rebaño, ¿tal vez los cardenales y obispos encontrarían el coraje de romper el silencio en el que creo que muchos se oculton cobardemente? … Pensé en la fábula en la que el niño en algún momento grita que ‘El rey está desnudo’ … A mi tweet en el perfil otros respondieron diciendo que también habían escrito, o me preguntaron la dirección de la carta registrada «. Esta es la idea … «.
Pero, ¿qué le había escrito María al Papa, sin siquiera merecer recibir la nota clásica de la Secretaría de Estado, como aquella que, para entendernos, había causado un gran clamor al enviar bendiciones a una pareja de lesbianas en América Latina? Aquí está tu carta:
“Santo Padre,
soy una mujer, casada y madre «normal».
Me presento así porque quisiera que al leer esta carta mía, si le dan la oportunidad de leerla personalmente, pensara en su madre, que seguramente habrá sido una mujer, esposa y madre «normal».
No soy, por tanto, una lesbiana deseosa de tener un hijo, ni una divorciada vuelta a casas y es mal vista en su parroquia.
Soy una … «normal».
¿Quizás sea por este motivo que tengo el temor de que no se dignará a responderme?
Pero, le pregunto ¿no respondería tampoco a su madre?
Como mujer, esposa y madre «normal», por tanto, no puedo callar todo el dolor que siento por lo que veo que sucede en este comienzo del tercer milenio, en el mundo, en la familia y … ¡especialmente en la Iglesia!
¡Contraje el matrimonio con el único hombre con quien sé que tengo que envejecer, en lo bueno pero también en lo malo!
He tenido dos hijas, ahora adultas, que han tratado de crecer sobre todo respetando los valores inalienables que, con tanta dificultad hoy en día, trato de defender con mi marido a pesar de todo, ¡en ellas y para ellas!
Solo citaré un episodio muy reciente para darle una idea sobre a qué me refiero inmediatamente.
Mis hijas escucharon en la televisión de su propia boca que «evitar el embarazo en algunos casos no es un mal absoluto» a consecuencia de lo cual se originó una discusión en casa.
Obviamente, para mis hijas «dos y dos son cuatro» y fue suficiente este comentario para que ellas entendieran en un momento: «Entonces, incluso la anticoncepción no es mala; por lo tanto, cometer actos impuros, que para nosotros son actos de amor, no es un mal, siempre que evitemos el embarazo «.
Este es el asunto.
Y este es solo un ejemplo; pero le podría poner otros miles que suceden cotidianamente.
Sé -porque un día nos lo ha confiado en un encuentro de catequesis, diciendo el pecado pero no el pecador- cuánto ha debido luchar un pobre sacerdote para convencer a un joven que realizar actos homosexuales es pecado; y que debía pedir perdón confesándose; mientras el joven insistía diciendo que el Papa ha dicho, ha dicho, ha dicho…
Hoy en día son escenarios cotidianos y para todos son un problema: por un lado, lo que se considera libertad, alegría, el Papa y el pecado; por el otro, esos pobres sacerdotes que, en el silencio de la oración, luchan contra el pecado con el enorme esfuerzo de quienes no se sienten cercanos a él, en esta lucha, ¡el Vicario de Cristo!
Es una locura!
.Me hago perfectamente cargo del «peso» que puede ser, para un simple hombre asistido por la gracia, el guiar «la barca de Pedro».
¿Pero usded, Santo Padre, se da cuenta del «peso» que tiene cada palabra y el mal que está produciendo, ¡para el alma y no para el cuerpo! de quien lo escucha?
¡Yo quiero pensar que todo esto no está siendo hecho de manera «calculada», más bien que es solamente el fruto de su excesiva ingenua, aunque también horrenda espontaneidad!
¡Porque si se tratase de un cálculo buscado, me sentiría totalmente «traicionada» por el Santo Padre, que ha recibido de Jesús la competencia de «confirmar» en la fe, no de insinuar dudas y de destruirla!
Para finalizar quisiera preguntarle algo y concluyo: según usted, su madre, que ciertamente le estará observando desde el Cielo y conoce ahora «toda entera» la Verdad, ¿hoy estará contenta de usted?
Al asegurarle el recuerdo de su persona en mis pobres oraciones, le doy las gracias por el tiempo que habrá querido dedicar a este escrito mío, esperando que le ayude a decidirse por convertirse.
Con lágrimas en los ojos, le ofrezco, Santidad, mis filiales saludos».
Me parece que la fe de una persona como esta, merece una respuesta y un consuelo.
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Yo también quisiera una respuesta sincera de parte del Papa Francisco, es tan triste ver como está llevando a tantas personas a la perdición de sus almas, lloro por ver como maltratamos a nuestro adorado Señor y Rey Jesucristo, nuestro salvador,solo me resta decir "ven pronto Señor Jesús"
*SAN JUSTINO (100/114 – 162/168), MÁRTIR, APOLOGISTA CRISTIANO:
“PODER DECIR LA VERDAD Y CALLARLA ES PROVOCAR LA CÓLERA DIVINA”.
- *¿PUEDE UN HEREJE SER UN PAPA VÁLIDO DE LA IGLESIA CATÓLICA Y ROMANA?:
NO. La Bula Cum ex apostolatus officio del Papa Paulo IV enseña que: si alguien era un hereje antes de la elección Papal, no puede ser un Papa válido, aún si es elegido en forma unánime por los Cardenales. Cánon 188. 4 (1917 Código de Ley Canónica) enseña que: si un clérigo (Papa, Obispo, etc.) se vuelve un hereje, pierde su oficio sin alguna declaración por ley operacional. San Roberto Bellarmino, San Antonio, San Francisco de Sales, San Alfonso Ligorio, y muchos otros teólogos, todos enseñan que un hereje no puede ser Papa: “Sin embargo, si Dios llegara a permitir que un Papa se convirtiese en hereje notorio, dejaría por tal hecho de ser Papa, y la silla de Pedro estaría vacante”. (San Alfonsus Ligorio, Doctor de la Iglesia: Verita bella Fede. Pt. III, Ch.VIII, 9-10).
•SAN VICENTE FERRER (1350-1419), O.P. :
“Es muy peligroso para el alma cristiana adherirse como a papa al que no lo es; el falso papa es como “un dios extranjero en este mundo, un ídolo, una estatua, una imagen ficticia de Cristo”. La responsabilidad es mayor para el que tiene autoridad o ciencia, pero alcanza a todo cristiano”.
•SANTO TOMÁS CAYETANO (1469-1534), O.P., TEÓLOGO y CARDENAL:
“Adherirse a un falso obispo de Roma es estar fuera de la comunión con la Iglesia”.
Señala que el famoso axioma “Ubi Petrus, ibi Ecclesia” (“Donde está Pedro está la Iglesia”) es válido sólo cuando actúa y se comporta como un Papa, porque Pedro está sujeto a los deberes de la Oficio, de otra manera, tampoco ni la Iglesia está en él, ni él está en la Iglesia.
•SAN CIPRIANO (200-258), OBISPO MÁRTIR Y PADRE DE LA IGLESIA CATÓLICA:
“Quien se adhiere a un falso papa o antipapa se adhiere a un falso cristo”.
•SAN ROBERTO BELARMINO (1542-1621), OBISPO, CARDENAL. DOCTOR DE LA IGLESIA CATÓLICA, S.J. :
«Tal como es lícito resistir al Pontífice que agrede el cuerpo, también es lícito resistir a quien agrede las almas o quien altera el orden civil, o, sobre todo, a quien intenta destruir la Iglesia. Digo que es lícito resistirlo, no haciendo lo que él ordena y evitando que se ejecute».
•SAN FRANCISCO DE SALES (1567-1622), OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA CATÓLICA:
“Ahora bien, cuando el Papa es explícitamente hereje, cae ipso facto de su dignidad y fuera de la Iglesia …”.
•SANTO TOMÁS DE AQUINO (1225-1274), O.P., DOCTOR DE LA IGLESIA CATÓLICA, :
Santo Tomás de Aquino comentando el credo en el artículo 1, dice:
“Asimismo, todos aquellos que obedecen a los reyes más que a Dios o en aquellas cosas que no deben obedecer, lo constituyen dioses suyos”.
*¿CUÁNDO LA DESOBEDIENCIA SE CONVIERTE EN UN DEBER Y EN UNA VIRTUD?:
•S.S. LEÓN XIII (1810-1903), SANTO PAPA, GRANDE DE LA IGLESIA CATÓLICA:
“Una sola razón tienen los hombres para no obedecer, y es cuando se les pide algo que repugne abiertamente al derecho natural o divino; pues todas aquellas cosas en que se viola la ley natural o la voluntad de Dios es una iniquidad tanto el mandarlas como el hacerlas en cumplimiento de lo mandado…(hay que) a ejemplo de los Apóstoles responder animosamente: “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29).”
[S.S. LEÓN XIII, Encíclica Diuturnum].
•SANTO TOMÁS DE AQUINO (1225-1274), O.P., DOCTOR DE LA IGLESIA CATÓLICA, :
“La virtud de la obediencia está sujeta al sistema de justicia. Si no hay justicia como virtud cardinal que gobierna la obediencia, la obediencia ya no es una virtud, sino que se convierte en sometimiento”.
•SAN BERNARDO DE CLARAVAL (1090-1153), O. Cist., DOCTOR DE LA IGLESIA CATÓLICA:
“EL QUE, POR OBEDIENCIA, SE SOMETE AL MAL, ESTÁ ADHERIDO A LA REBELIÓN CONTRA DIOS Y NO A LA SUMISIÓN DEBIDA A ÉL”.
•S.S. LEÓN XIII (1810-1903), SANTO PAPA, GRANDE DE LA IGLESIA CATÓLICA:
“Retirarse ante el enemigo o callar cuando por todas partes se levanta un incesante clamoreo para oprimir la verdad, es actitud propia o de hombres cobardes o de hombres inseguros de la verdad que profesan.
La cobardía y la duda son contrarias a la salvación del individuo y a la seguridad del Bien Común, y provechosas únicamente para los enemigos del cristianismo, porque la cobardía de los buenos fomenta la audacia de los malos. El cristiano ha nacido para la lucha”.
•SANTA TERESA DE JESÚS (1515-1582), DOCTORA DE LA IGLESIA CATÓLICA:
“Prefiero la verdad en soledad al error en compañía”.
•SAN AGUSTÍN (354-430), DOCTOR DE LA IGLESIA CATÓLICA:
“No siempre el que es indulgente con nosotros es nuestro amigo, ni el que castiga es nuestro enemigo. Mejor las heridas del amigo que los besos tramposos del enemigo. Mejor amar con severidad que engañar con dulzura”.
•SANTA(ZA) ANA CATALINA EMMERICK (1774-1824), MONJA AGUSTINA, ESTIGMATIZADA:
“Aunque sólo quedara en el mundo un único católico fiel a Jesucristo, éste representaría la verdadera Iglesia Católica”.
“¡Ustedes, sacerdotes, no se mueven! ¡Dormís y la granja arde por todos los lados! ¡no hacéis nada! ¡cómo lloraréis por eso un día!” (AA.III.184).
…“Y un espeso silencio culpable lo invadía todo”.
(Revelaciones de Nuestro Señor Jesucristo a Santa Ana Catalina Emmerick: “La Iglesia Católica en el Fin de los Tiempos”).
•SAN ATANASIO (OBISPO, PADRE Y DOCTOR DE LA IGLESIA CATÓLICA):
“Ellos PRETENDEN representar a LA IGLESIA pero en realidad, ellos mismos se han salido de ella y se pierden. Aunque los CATÓLICOS fieles a la TRADICIÓN se reduzcan a un puñado, ellos son la VERDADERA IGLESIA DE JESUCRISTO”.
•HECHOS DE LOS APÓSTOLES, 5:29:
… MAS RESPONDIENDO PEDRO Y LOS APÓSTOLES, DIJERON: “DEBEMOS OBEDECER A DIOS ANTES QUE A LOS HOMBRES”.
*DIOS NO NOS JUZGARÁ POR LOS ÉXITOS QUE LOGREMOS SINO POR EL EMPEÑO QUE PONGAMOS EN DEFENDER LA FE.