Por Maike Hickson (Onepeterfive)
Para alegría y aliento de muchos fieles católicos, el profesor Josef Seifert, destacado filósofo católico, defensor de la vida y ex miembro de la Academia Pontificia para la Vida (PAL), ha publicado dos ensayos que contienen una crítica caritativa y clara del documento papal Amoris Laetitia.
El profesor Seifert publicó su primera y más detallada crítica en agosto de 2016 (1), y luego, recientemente, otra más breve y más aguda en que habla de la lógica de la posible disolución de cualquier ley moral absoluta si el Papa Francisco no revocase algunas premisas y ciertas declaraciones de Amoris Laetitia. Con estos dos textos, ha dado un testimonio católico lúcido y caritativo en defensa de la doctrina moral tradicional e infalible de la Iglesia Católica, por la que ha tenido que sufrir durante algún tiempo.
En 2016, en respuesta al primer ensayo del profesor Seifert, el Arzobispo de Granada, España, donde el profesor Seifert había estado enseñando, lo excluyó de su enseñanza de los seminaristas en su archidiócesis. Pero además, a partir del 31 de agosto de este año 2017, el Arzobispo Javier Martínez Fernández ha anunciado que había decidido, de manera abrupta, obligar al profesor Seifert a retirarse de la Academia Internacional de Filosofía de Granada (2) como respuesta directa a la segunda crítica del erudito austriaco sobre Amoris Laetitia.
El Arzobispo afirma que los ensayos de Seifert confunden a los fieles y anuncia públicamente haber adoptado para su propia archidiócesis las directrices pastorales de los obispos de la región de Buenos Aires, Argentina (3). De manera significativa, el Arzobispo Martínez Fernández acaba de publicar el 3 de septiembre, en su página web diocesana, un artículo en defensa del artículo escrito por el Arzobispo Víctor Manuel Fernández de Amoris Laetitia (4).
Por favor, oren por el profesor Seifert, para que tenga las gracias para hacer frente a esta gran injusticia, pero también para que el Arzobispo Martínez Fernández pueda darse cuenta de que el profesor Seifert ha hecho un gran servicio por el bien mayor de la Iglesia y la salvación de las almas, errores doctrinales y peligros morales derivados de Amoris Laetitia.
En su declaración del 31 de agosto, el Arzobispo español plantea acusaciones muy graves y ofensivas contra el profesor Seifert sin ofrecer ninguna razón para ello. Afirma que el artículo de Seifert «perjudica la comunión de la Iglesia». Dado que el ensayo de Seifert sólo plantea una pregunta al Papa, a quien se le pide que responda, el artículo no puede dañar en absoluto la comunión de la Iglesia. Por otra parte, la afirmación de Amoris Laetitia de que Dios puede querer que una pareja cometa un acto de adulterio intrínsecamente erróneo conduce lógicamente a la afirmación de que Dios también puede querer, en algunas situaciones, la anticoncepción o el aborto; luego esta afirmación debería ser apropiadamente revocada por el Papa. Puesto que éste es el argumento de Seifert en su nuevo ensayo, él está ayudando mucho a la Fe Católica y no daña en absoluto la comunión de la Iglesia, que es una comunión basada en una verdad ética que desde 2000 años siempre sostuvo lo contrario a esta afirmación actual en Amoris Laetitia, a saber: que Dios nunca puede querer que los hombres cometan un acto intrínsecamente malo. En lugar de dañar la comunión de la Iglesia, Seifert ayuda, pues, a ponerla en el fundamento de la verdad moral, que por sí sola puede garantizar esta comunión y así unir a la Iglesia actual con la pasada y perenne.
El Arzobispo afirma, sin ofrecer la menor razón, que el escrito de Seifert «confunde la fe de los fieles». Encontramos, por el contrario, que el artículo aclara la tremenda confusión de los fieles a través de sus claras distinciones y razones. El Arzobispo español afirma también que el artículo de Seifert «siembra la desconfianza en el sucesor de Pedro», mientras que en realidad presenta cariñosamente una conmovedora y filial súplica al sucesor de Pedro como el «dulce Cristo en la Tierra» – como él llama el Papa en el palabras utilizadas una vez por Santa Catalina de Siena – para revocar una declaración específica SI Francisco llegase a reconocer las consecuencias graves y lógicas de la afirmación antes mencionada.
Por otra parte, el Arzobispo Martínez Fernández afirma que el documento de Seifert «al final, no sirve a la verdad de la fe, sino más bien a los intereses del mundo». Esta acusación es particularmente desconcertante. ¿Cómo la fuerte defensa de Seifert de los absolutos morales de «no cometer jamás adulterio», «nunca use la anticoncepción», «no matar jamás a los no nacidos», sirven a los intereses de un mundo cuyo pensamiento y moralidad utilitarista violan en todo el mundo estos absolutos morales, incluyendo entre ellos a Médicos Sin Fronteras, campos de refugiados y hospitales católicos?
Cuando el Arzobispo afirma que la Diócesis de Granada «ha adoptado, desde sus comienzos, la aplicación del texto pontificio preparado por los obispos de la Región de Buenos Aires [Argentina]», sigue olvidando que envió primero a todo su clero la declaración de Monseñor Livio Melina como pauta, concordante con la del cardenal Gerhard Müller y con la de los obispos polacos, según la cual Amoris Laetitia no había cambiado nada en cuanto a la disciplina sacramental de lo que se ha dicho en Familiaris Consortio. Solo más tarde, en un cambio radical de sus anteriores directrices, el Arzobispo Martínez Fernández cambió inesperadamente a la posición ahora defendida por los obispos de Buenos Aires que, en oposición a la propia enseñanza del Papa Juan Pablo II y a los 2000 años de la disciplina sacramental de la Iglesia, decidió admitir a las parejas «en situaciones irregulares» -después de un período de ostensible discernimiento- a los sacramentos. Al proponer las directrices de los obispos de la región de Buenos Aires como ley obligatoria y absoluta para su diócesis, el Arzobispo Martínez Fernández ha actuado de forma “más papista que el papa Francisco», que ha dejado a los obispos polacos, por ejemplo, la plena libertad de respetar las pautas sacramentales establecidas por el Papa Juan Pablo II, y también ha dejado libertad a los obispos y a las Conferencias Episcopales para interpretar Amoris Laetitia en la línea del cardenal Müller, es decir , en plena unidad con las directrices tradicionales existentes.
En una palabra, nos parece escandaloso y una violación de los derechos de este eminente erudito católico, filósofo y amigo personal del Papa Juan Pablo II, que el Arzobispo Javier Martínez quiera destituirlo de una institución católica sobre la base de afirmaciones falsas y falsas acusaciones contra uno de los creyentes católicos más profundamente creyentes y fieles, uno de los pensadores católicos más amantes del papa, que había demostrado su lealtad al papado no sólo por su estrecha colaboración con el Papa Juan Pablo II y con el Cardenal Joseph Ratzinger, el Papa Benedicto XVI, sino también a través de sus intentos de ayudar al Magisterio del Papa Francisco, ofreciéndole con profunda reverencia y caridad consejos preciosos sobre cómo asegurar la unidad de la Iglesia basada en la verdad.
Publicamos a continuación en su totalidad la Nota del Arzobispo de Granada, Mons. Martínez Fernández, sobre este asunto:
“En relación a un artículo publicado por el profesor Josef Seifert sobre la Exhortación Post-sinodal del Papa Francisco Amoris Laetitia.
La diócesis de Granada lamenta profundamente el artículo recientemente publicado por el Profesor Josef Seifert acerca de la Exhortación Post-sinodal del Papa Francisco Amoris Laetitia, porque daña a la comunión de la Iglesia, confunde la fe de los fieles, y siembra desconfianza en el sucesor de Pedro, lo que, al final, no sirve a la verdad de la fe, sino a los intereses del mundo. La diócesis de Granada adoptó como suyos, desde el primer momento, la aplicación del texto pontifico preparada por los Obispos de la Región de Buenos Aires, reconocida por el Santo Padre, que está accesible para todos en la página web de la diócesis.
El profesor Seifert es uno de los fundadores de la Academia Internacional de Filosofía de Liechtenstein, institución que ha venido realizando durante décadas un servicio notable al pensamiento cristiano, sobre todo en el Este de Europa y en América Latina. El profesor Seifert ha ejercido en los últimos años su docencia como profesor en el Instituto de Filosofía “Edith Stein” de Granada, que es actualmente sede de esta Academia en Granada. El Profesor Seifert dejó de enseñar en el Instituto “Edith Stein” ya en septiembre del 2016, a raíz de su primer escrito crítico a la Amoris Laetitia, publicado en alemán. Y en estos momentos, concurriendo las razones precisas para ello, se está tramitando su jubilación de la citada Academia Internacional de Filosofía.
Granada, 31 de agosto de 2017″
Traducido para Como Vara de Almendro
Artículo original Onepeterfive
NOTAS DEL TRADUCTOR
Crítica a este artículo: http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=30243
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NORMAL, en el Intº Edith Stein han recalado progres y feministas a tope, como en la linea de las lelas valencianas de la UCV, muy abortistas, protestantistas y modernistas buenistas a tope, alucinan con S. Benedicta pedagoga filosofa PERO SE CAGAN EN LA MORAL Y LA FE CATOLICA.
THE END