¿Es necesario que el Papa haga una profesión de fe, a la usanza de tiempos antiguos?
El cardenal Waltrer Brandmüller, ex presidente del Comité Pontificio de Ciencias Históricas, uno de los cuatro cardenales que han firmado las «Dubia» dirigida al Pontífice, en un largo artículo de carácter histórico publicado en el número de agosto del periódico Die Neur Ordnung, (aquí el artículo de 1P5), recuerda la costumbre, mantenida durante muchos siglos por parte de los papas, de reafirmar la propia adherencia a los dogmas de fe.
El título del artículo es «El Papa: creyente; Maestro de los fieles». El purpurado alemán recuerda que Jesucristo otorgó a San Pedro la misión de ser la roca sobre la cual debía estar fundada la Iglesia, después que Pedro había expresado su fe: «Tú eres el Mesías, el hijo de Dios vivo».
El cardenal explica que el mismo papa, también es la cabeza de la Iglesia, es un miembro de la misma, y por consiguiente es importante y vital que la Iglesia pueda estar cierta que el papa la preserve en la fe auténtica.
El nuevo papa se comprometía a confirmar y defender los decretos de sus predecesores. Brandmüller comenta también: «Es notable como explícitamente, especialmente en el último parágrafo del texto, se subraya la estricta conservación de aquello que ha sido dado y transmitido; el papa promete conservar los cánones y decretos de nuestros papas como un mandato divino.
No hubo interrupciones en este uso, que permaneció en vigor al menos hasta el siglo XV. La profesión de fe debía ser leída cada año por el aniversario de la elección, para recordar las promesas hechas. El cardenal concluye que aquellas profesiones de fe siempre habían sido «reacciones a crisis serias y que amenazan la Fe»; es decir «respuestas de los papas a las amenazas hacia la genuina fe católica en su cambiante contexto histórico».
Se puede intuir, aunque no se ha dicho abiertamente, que tal vez estamos viviendo uno de esos momentos particularmente históricos en que una profesión de fe podría ser un instrumento útil para preservar la unidad en el interior de la Iglesia católica.
Su conclusión está llena de significado: «En una situación análoga, esto es, en la confusión que respecta a la correcta interpretación del Concilio Vaticano II, cuando el papa Pablo VI tuvo que lamentar incluso, el 30 de junio de 1972, que el humo de Satanás había entrado en el interior de la Iglesia, habiendo anteriormente proclamado con gran preocupación por la verdad y la claridad de la fe, al final del «Año de la Fe», el 30 de junio de 1968, su «Credo del Pueblo de Dios». Él, por vez primera, hizo también su profesión de fe personal frente a decenas de miles de fieles».
«Cualquiera que considere estos hechos históricos a la luz de nuestro tiempo presente, puede bien preguntarse qué conclusiones necesitamos extraer para la Iglesia de nuestros días».
Marco Tosatti
Artículo original de Stilum Curiae
Traducido para Como Vara de Almendro por Montse Sanmartí.
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Si Bergoglio dice que no se acuerda si lo hicieron jurar algo, para Bergoglio un juramento a Dios no es importante por eso violó el juramento Jesuita de no aceptar cargos eclesiásticos . https://www.youtube.com/watch?v=gVI9GvA0lqY
Todavia no se entera el personal y borregada que este tipo porteño paco1 JESUITAS es un impostor usurpante hereje apostata.
No dejará piedra sobre piedra romana. Fatima los juzgará finalmente, aún los moritos vayan impunemente MASONIL a montarla CON JUDASADA TRADI LATINA incluida.