Vivimos en una época en la que nuestros hijos han aprendido a tener las cosas antes que las pidan, en una época en la que todo son derechos y parece que nadie tiene obligaciones, en un tiempo en el cual todos quieren disfrutar pero luego no quieren hacerse cargo de las consecuencias de sus actos. Todas estas cosas, azuzadas por el ambiente anticlerical por estar en un mundo que vive de espaldas a Dios, en el cual el hombre es instigado más que nunca por los tres enemigos más acérrimos de su alma y que no son otros que mundo, demonio y carne. Realmente, cuando nos apartamos del camino, cuando buscamos endiosarnos y vivir la vida como si Dios no existiera vemos como pasan estas cosas que escribe este buen sacerdote a quien no conozco, pero que tiene más razón que un santo:
«Vivimos en una época complicada.
Quieren que los sacerdotes se casen y que los casados se divorcien.
Quieren que los héteros se unan sin casarse y que los homosexuales se casen en la Iglesia.
Quieren que las mujeres se vistan como hombres, y los hombres como las mujeres.
No hay plaza para los enfermos en los hospitales, pero hay incentivo y patrocinio para quien quiere hacer cambio de sexo y abortar.
Estar A favor de la religión es dictadura, pero orinar sobre los crucifijos es libertad de expresión.
Si esto no es el fin de los tiempos, debe ser el ensayo».Padre Gabriel Vila Verde
Yo añado mis reflexiones personales:
Favorecen la salida de la mujer del hogar para hacer «que se sienta realizada» y el número de peleas y divorcios es más grande que nunca, así como el de suicidios por parte de la población femenina.
Quieren expropiar las catedrales católicas para convertirlas en economatos y propician la construcción de mezquitas en los territorios cristianos.
Quieren que las mujeres que tienen embarazos no deseados puedan abortar alegando «transtornos psicológicos» y luego tienen que pagar sus terapias y medicaciones psiquátricas producidas por el sídrome postaborto.
Quieren adoctrinar en la ideología de género y educación sexual a nuestros hijos en las escuelas y pretenden penalizarnos a los padres por llevarlos a la iglesia.
Quieren que los homosexuales sean padres, y que las familias verdaderas usen métodos anticonceptivos para procrear los hijos a cuentagotas.
Quieren el aborto que mata millones de seres humanos en el mundo, y hay millones de matrimonios queriendo engendrar un hijo sin conseguirlo o deseando poder adoptar uno y se lo impiden.
Quieren que no se sea intolerante con el islamismo, y prohiben rezar en público el Santo Rosario o poner un Belén en el ayuntamiento de Madrid.
Quieren terminar con la vida de los bebés por el aborto y de los ancianos a través de la eutanasia, y lloran por los animales sacrificados.
Quieren «preservar de embarazos indeseados» a las chicas, e invitan a los jóvenes desde las propias escuelas a tener «sexo seguro» regalándoles condones y anticonceptivos que fallan, sin invitarlos a la castidad.
Quieren que las mujeres aborten y que los hombres se embaracen.Impiden a los menores de 18 años tomar alcohol o comprar tabaco y permiten a las niñas menores abortar sin conocimiento de los padres o acercarse a su ambulatorio y solicitar la píldora del día después también a espaldas de los mismos…….
La lista sigue y seguirá, porque la imbecilidad del hombre cuando se aleja de Dios no tiene límites.
Yo también concuerdo con el padre Vila Verde. Si no estamos en el fin de los tiempos, esto es el ensayo, sin lugar a dudas.
Montse Sanmartí
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Gracias por compartir, ojalá muchos recuperen la cordura.
Dios te bendiga.