“Muchos en la Iglesia están gobernados por lo que ella ha llamado, un “papalismo afectivo”, para quienes todo lo que dice un Papa es “un oráculo del cielo”.
“Los fieles católicos que notan discrepancias entre lo que un Papa dice que enseña la Iglesia y lo que realmente enseña la Iglesia, son llamados “infieles”.
Dijo que los laicos, sacerdotes, obispos, cardenales, y el Papa, están “obligados” a obedecer a Jesucristo y a las enseñanzas de la Iglesia Católica fundada por Él.
ROMA, 23 de Mayo de 2017 (LifeSiteNews) — Demasiados católicos se encuentran atrapados en un Catolicismo “cómodo” que los hace reacios, o incluso totalmente cerrados, a ver los “graves problemas” que aquejan actualmente a la Iglesia, dijo una teóloga de renombre y una de los más expertos católicos sobre los Padres de la Iglesia.
“La mayoría de los Católicos parecen vivir su vida en una suerte de zona de confort, exactamente de la misma manera en que muchos obispos viven en una especie de zona de resguardo seguro”, dijo la académica australiana en patrística y los clásicos. “Es demasiado perturbador” para quienes viven en tremenda zona de “ya no te entrometas más a fondo”, ya que lo que pueden encontrar podría desafiarlos demasiado, añadió.
Ana Silvas se refería específicamente a los problemas derivados de la polémica exhortación Amoris Laetitia del papa Francisco. El nuevo concepto de “misericordia” de la exhortación apostólica ha sido utilizado por algunos cardenales y obispos para justificar el poder dar la Santa Comunión a los católicos divorciados vueltos a casar, viviendo en adulterio e incluso a personas viviendo en una relación homosexual. Los críticos católicos dicen que tal movimiento equivale a dar una aprobación tácita del adulterio y homosexualidad, actos que siempre han estado condenados por la Iglesia como pecados sexuales gravemente inmorales.
Silvas, una investigadora de alto nivel en la Universidad australiana de Nueva Inglaterra, dijo que muchos en la Iglesia están gobernados por lo que ella ha llamado, un “papalismo afectivo”, para quienes todo lo que dice un Papa es “un oráculo del cielo”.
La gente está demasiado atemorizada de preguntar qué es lo que sucede cuando un Papa es “desobediente” a las enseñanzas de un papa anterior, dijo. Este tipo de pregunta “no cuadra” para la mayoría de las personas, añadió.
Silvas dijo que los fieles católicos que notan discrepancias entre lo que un Papa dice que enseña la Iglesia y lo que realmente enseña la Iglesia, son llamados “infieles”, cuando nada podría estar más alejado de la verdad.
Dijo que los laicos, sacerdotes, obispos, cardenales, y el Papa, están “obligados” a obedecer a Jesucristo y a las enseñanzas de la Iglesia Católica fundada por Él.
“La Iglesia es un acuerdo de obediencia en común… y todos están obligados a esta obediencia a Jesucristo, justo en la cima de todo. El Papa necesita ser obediente, de hecho, él por excelencia”, dijo.
Silva dijo que el Papa Benedicto tuvo algo de razón cuando habló de una Iglesia fiel, una que es obediente a Cristo, siendo una Iglesia pequeña.
Una Iglesia fiel se encogerá en número, dijo, pero adquirirá un carácter diferente de lo que actualmente está de moda.
“[Sólo] un compromiso realmente intenso con Cristo habrá de sacudirnos y sacarnos de la crisis actual”, dijo. “No hay respuestas fáciles excepto una fuerte retrospección interior hacia Nuestro Señor, quien es el verdadero Señor, Maestro y esposo de su Iglesia, ayer, hoy y siempre”, añadió.
La Profesora Silvas se une a las filas del Profesor de Princeton, Roberto P. George, y del escritor católico, Mons. Charles Pope, para hacer un llamado a los católicos para levantarse de ese “Catolicismo cómodo” y vivir la verdad del Evangelio sin condiciones.
“Han terminado los días del Cristianismo socialmente aceptable, los días del Catolicismo cómodo ya son pasado”, dijo el Profesor George en un discurso en el 2014. “Ya no es fácil el ser un fiel cristiano, un buen católico, un auténtico testigo de las verdades del Evangelio. Se exige un precio y debe pagarse”, dijo.
En un artículo en 2016, Mons. Charles Pope escribió que los católicos necesitan hacer a un lado el “confort” y vivir su fe como si estuvieran en guerra.
“Parece que no hay conciencia de que estamos en guerra y los católicos deben ser llamados a la sobriedad, aumentando la separación de la cultura prevaleciente, llamados a ser testigos valientes y a un creciente martirio”, dijo.
Traducción de Como Vara de Almendro
