El abad Hilarión, vino un día de Palestina al monte del abad Antonio, y el abad Antonio le dijo: «Bienvenido seas, estrella del amanecer». Y el abad Hilarión le contestó: «La paz sea contigo, columna de luz que sostienes el universo».
De los padres del desierto
“Vanitas vanitatum et omnia vanitas” («Vanidad de vanidades, todo es vanidad», Ecl. 1:2) He dejado…
Es la luz de la Palabra del Señor la que, en modo inequívoco, nos ilumina…
Queridos hermanos en la fe, publicamos a continuación traducida al español la magnífica carta que…
Negando la verdad. Dice Mateo 13, 53-56: "Cuando hubo terminado Jesús estas parábolas, se alejó…
Queridos hermanos en la fe, Sabemos que desde el pasado 31 de diciembre de 2022,…