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“ATAQUE A RATZINGER” (… UNA EXTRAORDINARIA ENTREVISTA DE HACE ALGÚN TIEMPO A Massimo Cacciari)

«Ataque a Ratzinger» fue el título de un libro publicado en 2010 sobre el asedio al gran Pontífice. Tres años más tarde, Benedicto XVI “tuvo” (¿?) que «renunciar». Pero una extraña renuncia que no es una renuncia al “munus petrino”. 

El ataque contra el Papa es parte del ataque final a la Iglesia Católica por los poderes e ideologías anticristianas de este mundo. 

De hecho, Benedicto XVI – la «piedra rechazada» – es la katejon, en un tiempo oscuro y bárbaro: lo da a entender bien esta interesante entrevista a Massimo Cacciari (véase abajo), salida en los días de su «renuncia». 

Los católicos hoy más que nunca deberían rezar por el Papa, para que resista y el Señor lo conserve durante mucho tiempo, a pesar de sus actuales 90 años. ¡Su Santidad, ad multos annos! 

* * * 

Un mes después de la renuncia de Benedicto XVI, el filósofo Massimo Cacciari – que es hombre muy despierto y atento a las cosas del mundo (y eso que solo le había dedicado al tema del katejon un ensayo) – concedió una entrevista (dos días antes de la elección de Bergoglio) donde, tras la renuncia de Benedicto XVI, dijo estas palabras: 

«La fuerza simbólica de la decisión Ratzinger nos interroga lúcidamente  sobre este punto. La Iglesia siempre se ha caracterizado por su capacidad de ‘frenar’, de detener – como se lee en San Pablo – el avance de las fuerzas anticrísticas. Por lo tanto, hay que preguntarse si la decisión de Ratzinger no es una declaración clara de la falta de fuerza para llevar a cabo la ‘función del poder que frena’. Ratzinger dice que seguirá estando en la cruz, luego la dimensión religiosa permanece. Pero la dimensión de la fuerza que frena ¿hacia dónde va? 

Símbolos de la Iglesia son, juntos, la Cruz y el katejon (nota del redactor: la figura bien presente en la Segunda Carta a los Tesalonicenses de San Pablo: poder que frena el avance del Anticristo). La señal de esta dimisión, para el que sepa verlo en toda su perspectiva, es por tanto realmente grandiosa. Podríamos hipotetizar que Ratzinger renunció porque no conseguía ya contener las potencias anticrísticas, dentro de la misma Iglesia. Como decía Agustín, los Anticristos están en nosotros. Ésta es una de las claves para interpretar la decisión de Ratzinger, si queremos entenderla en toda su seriedad. Su decisión (dimitir como poder que frena) se ha mezclado con la crisis política”. (Da “Vita”, 11 marzo 2013) 

Ciertamente una reflexión muy sugestiva y dramática. Que en el mundo se han desencadenado las fuerzas anticrísticas me parece evidente por el enloquecimiento general que, hoy, nos está llevando al borde del precipicio de una guerra mundial. Es un hecho consumado. 

Así como resulta evidente que, luego de la “dimisión” de BXVI, la Iglesia como katejon, esto es, como “poder que frena” la propagación de las fuerzas anticrísticas, se ha disuelto completamente. Dando, además, la impresión de haber sido enrolada como gregaria en el carro del Poder anticristiano. 

En cuanto a las fuerzas anticrísticas DENTRO de la Iglesia, a causa de las cuales BXVI habría renunciado, cada uno puede hacer su análisis… 

Lo que es seguro, como dice Cacciari, es que la elección de BXVI y su actual, misteriosa, situación como “papa emérito” señala que vivimos en un tiempo “grandioso”, esto es, apocalíptico. Quien no lo haya aún entendido hace como aquellos despreocupados de los que hablaba Cristo en el cap. 17 del Evangelio de San Lucas (nota del traductor: como los coetáneos de Noé o de Lot, que no se apercibieron de la proximidad del Diluvio o del fuego que caería sobre Sodoma y Gomorra como castigo divino, aunque se le dieron señales para ello).    

Estas advertencias de Jesús valen para siempre, para todos, en cualquier tiempo en que se reproduzca, por analogía, lo que cuenta la Biblia, hasta la manifestación del Hijo del Hombre. ME PARECE QUE TENEMOS QUE REZAR MUCHO, SOBRE TODO POR LA IGLESIA Y SUS PASTORES.  

Me vienen a la cabeza las palabras que Pablo VI, poco antes de su muerte, le confió a Jean Guitton: 

“Hay una gran turbación en este momento en el mundo y en la Iglesia, y lo que está en entredicho es la fe. A veces me repito a mí mismo la frase oscura de Jesús en el Evangelio de san Lucas: ‘Cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?’. Sucede a veces que se publican libros en los cuales la fe retrocede en puntos importantes, que los episcopados callen y no vean nada raro en estos libros. Esto, para mí, es extraño. A veces vuelvo a leer el Evangelio del final de los tiempos y constato que en este momento emergen algunos signos de este final. ¿Estamos cerca del fin? Nunca lo sabremos. Debemos mantenernos siempre preparados, pero todo puede aún durar mucho tiempo. Lo que me llama la atención cuando considero el mundo católico es que en el seno del catolicismo a veces parece predominar un pensamiento de tipo no-católico, y puede ocurrir que este pensamiento no-católico dentro del catolicismo mañana podría convertirse en el más fuerte. Pero nunca representará el pensamiento de la Iglesia. Es necesario que subsista una pequeña grey, por pequeña que sea”».  

 

Antonio Socci 

Artículo original http://www.antoniosocci.com/attacco-ratzinger-straordinaria-intervista-qualche-tempo-massimo-cacciari/ 

 Traducido por: Antonio José Sánchez Sáez para Como Vara de Almendro

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  • S.S. PAPA BENEDICTO XVI, DULCE VICARIO DE CRISTO EN LA TIERRA (KATEJON – SAN PABLO, 2 TS. 2): «TÚ ERES PEDRO Y SOBRE TI EDIFICO MI IGLESIA Y LAS PUERTAS DEL INFIERNO NO PREVALECERÁN SOBRE ELLA».
    ADVIRTIÓ A TODA LA IGLESIA CATÓLICA:
    •“LA BARCA DE PEDRO HACE AGUA POR TODOS LADOS”.
    •“¡CUÁNTA MALDAD, CUÁNTA HIPOCRESÍA, CUÁNTA SUCIEDAD HAY DENTRO DE LA IGLESIA!”.
    •“REZAD POR MÍ PARA QUE NO HUYA ANTE LA PRESENCIA DE LOS LOBOS”.
    •“A PARTIR DE AHORA LOS ATAQUES VENDRÁN DESDE DENTRO DE LA PROPIA IGLESIA. ES PARTE DEL TERCER SECRETO. SE EQUIVOCAN QUIENES PIENSAN QUE YA SE HA CUMPLIDO”. (S.S. Benedicto XVI, Fátima, 2010).
    •“USTEDES ESTARÁN A MI LADO, A PESAR DE QUE PARA EL MUNDO YO PERMANEZCA OCULTO”. (S.S. Benedicto XVI, Discurso al Clero Romano, 14 de Febrero de 2013).
    •“EL SEÑOR VENCERÁ AL FINAL”.
    *TESTIMONIO DE MELANIA, LA PASTORCITA DE LA SALETTE:
    Melanie, la pastorcita de La Salette a quien se apareció la Santísima Virgen en 1846 dijo al Abad Combe: “La Iglesia será eclipsada. Al principio, no vamos a saber cuál es el verdadero Papa. Luego, en segundo lugar, el Santo Sacrificio de la Misa dejará de ofrecerse en las iglesias y casas, será tal que, durante un tiempo, no habrá servicios públicos. Mas luego vi que el Santo Sacrificio en realidad no ha cesado: se ofrece en graneros, en nichos, en cuevas y subterráneos”. (Abbot Combe: “El secreto de Melanie y la Crisis Actual”, Roma, 1906, p 137.)
    *SANTO PADRE BENEDICTO XVI, PAPA DE DIOS, DULCE VICARIO DE CRISTO EN LA TIERRA, LOS CATÓLICOS RECONOCEN SU VOZ Y A SU PASTOR UNIVERSAL Y COMO ÉL MISMO PROFETIZÓ PERMANECEN A SU LADO HASTA EL FINAL.
    *LA PALABRA DE DIOS SIEMPRE SE CUMPLE:
    SAN JUAN 10
    EL BUEN PASTOR Y EL FALSO PASTOR
    1. «En verdad, en verdad, os digo, quien no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es un ladrón y un salteador.
    2. Mas el que entra por la puerta, es el pastor de las ovejas.
    3. A éste le abre el portero, y las ovejas oyen su voz, y él llama por su nombre a las ovejas propias, y las saca fuera.
    4. Cuando ha hecho salir todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen porque conocen su voz.
    5. Mas al extraño no le seguirán, antes huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
    6. Tal es la parábola, que les dijo Jesús, pero ellos no comprendieron de qué les hablaba.
    7. Entonces Jesús prosiguió: «En verdad, en verdad, os digo, Yo soy la puerta de las ovejas.
    8. Todos cuantos han venido antes que Yo son ladrones y salteadores, mas las ovejas no los escucharon.
    9. Yo soy la puerta, si alguno entra por Mí, será salvo; podrá ir y venir y hallará pastos.
    10. El ladrón no viene sino para robar, para degollar, para destruir. Yo he venido para que tengan vida y vida sobreabundante.

  • *LA PALABRA DE DIOS SIEMPRE SE CUMPLE
    SAN JUAN, 10
    Capítulo 10
    EL BUEN PASTOR Y EL FALSO PASTOR
    1 «En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador; 2 pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas.
    3 A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera.
    4 Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
    5 Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»
    6 Jesús les dijo esta parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba.
    7 Entonces Jesús les dijo de nuevo: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.
    8 Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon.
    9 Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto.
    10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.
    11 Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.
    12 Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, 13 porque es asalariado y no le importan nada las ovejas.
    14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, 15 como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.
    16 También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor.
    17 Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo.
    18 Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre.»
    19 Se produjo otra vez una disensión entre los judíos por estas palabras.
    20 Muchos de ellos decían: «Tiene un demonio y está loco. ¿Por qué le escucháis?»
    21 Pero otros decían: «Esas palabras no son de un endemoniado. ¿Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegos?»
    22 Se celebró por entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno.
    23 Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón.
    24 Le rodearon los judíos, y le decían: «¿Hasta cuándo vas tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.»
    25 Jesús les respondió: «Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí; 26 pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas.
    27 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen.
    28 Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano.
    29 El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre.
    30 Yo y el Padre somos uno.»
    31 Los judíos trajeron otra vez piedras para apedrearle.
    32 Jesús les dijo: «Muchas obras buenas que vienen del Padre os he mostrado. ¿Por cuál de esas obras queréis apedrearme?»
    33 Le respondieron los judíos: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios.»
    34 Jesús les respondió: «¿No está escrito en vuestra Ley: Yo he dicho: dioses sois?
    35 Si llama dioses a aquellos a quienes se dirigió la Palabra de Dios y no puede fallar la Escritura
    36 a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿cómo le decís que blasfema por haber dicho: «Yo soy Hijo de Dios»?
    37 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; 38 pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed por las obras, y así sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y yo en el Padre.»
    39 Querían de nuevo prenderle, pero se les escapó de las manos.
    40 Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado antes bautizando, y se quedó allí.
    41 Muchos fueron donde él y decían: «Juan no realizó ninguna señal, pero todo lo que dijo Juan de éste, era verdad.»
    42 Y muchos allí creyeron en él.
    ¡QUIÉN TENGA OÍDOS OIGA, OJOS VEA, DICE EL SEÑOR!
    ¡VEN SEÑOR JESÚS!

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