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Reparación por el día del orgullo gay en Milán. ¿Es aún pecado para la Iglesia la sodomía?

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Written by Marco Tosatti
Marco Tosatti -28 junio 2017- Stilum Curiae

También en Milán, mañana, se rezará en reparación por el Día del Orgullo Gay que se ha celebrado el 24 de junio en dicha ciudad. Después de Reggio Emilia, Pavia, Varese y otras ciudades, también los laicos de Milán-¡los laicos!- se movilizarán para hacer públicamente aquello que es un auténtico gesto cristiano: pedir perdón a Dios por la ostentación y reivindicación de un gesto que es juzgado como profundamente pecaminoso, esto es, la sodomía.

En principio se puede pensar que esta cuestión podría o debería ser una preocupación de los sacerdotes. Pero evidentemente no es así. Ciertamente, por fortuna, existen aún sacerdotes como don Giuseppe Virgilio di Sassari, que ha escrito al alcalde – ante el silencio del obispo, obviamente- para protestar por la ganancia de Vladimiro «Luxuria» obtenida del municipio por la presentación de su libro frente a su propia iglesia. ¿Provocación? ¿Superficialidad? No se sabe; pero el sacerdote, sin embargo, ha protestado por un evento que puede ofender la sensibilidad de los católicos.

Por norma, la jerarquía en Italia opta por el silencio o cuanto menos se distancia oficialmente de las manifesaciones espontáneas. Traemos aquí algunas reflexiones de Paolo Deotto que pueden leerse enteramente en un sitio que se ocupa de este evento en Milán, Ricossa Cristiana. «Recientemente, hablando con personas de cuya fe no me es lícito dudar, he escuchado discursos que me han impresionado, porque me han mostrado que una cultura rastrera (incultura), suministrada incesantemente,  puede contaminar las mentes y hacer olvidar lo esencial. Se hablaba justamente de la procesión que tendrá lugar mañana, jueves 29, en Milán, en reparación por el «día del orgullo gay» que se ha celebrado hace poco en la ciudad ambrosiana. Pues bien; había quien manifestaba dudas sobre si «eran oportunas» estas plegarias de reparación porque «ahora la gente no entiende». Otros decían que necesitábamos pensar en algo no bien definido «alguna otra cosa»que atraiga un mayor número de personas. ¿La gente ya no entiende estas cosas? Es muy probable, visto que las estructuras oficiales de la neoiglesia están al servicio del mundo, y el mundo ya no reza.. El príncipe de este mundo es el demonio, no lo olvidemos. Es muy probable que tantas buenas personas, que devotamente nunca pierden la Misa del domingo, no sepan nada de la existencia de las oraciones de reparación. ¿Quién les habla de ello? Entonces, si «la gente no entiende», tendremos todavía más motivos para rogar en reparación de los pecados, para participar en una procesión, para recitar el Santo Rosario. La gente empezaría a ver aquellos gestos que, antes existían en la Iglesia católica de manera visible, pues eran comunes y conocidos. El ejemplo viene de Reggio Emilia, donde muchas personas se soprendieron -ciertamente- pero después de la sorpresa, se añadieron a la procesión y muchos hicieron la señal de la Cruz a su paso». 

El razonamiento es lógico. Si un pecado ofende a Dios los cristianos pueden, y tal vez deben rogar para pedir perdón por la ofensa.

Queda por ver en este tiempo si la sodomía es aún considerada de forma negativa por la Iglesia. La sodomía no es una novedad: su propio nombre la remonta a la antigüedad. Por tanto no puede decirse que sea unanovedad, un descubrimiento moderno, algo que no se condenaba en los tiempos de la Biblia, retomado solo después del cristianismo. Jesús habla de Sodoma y Gomorra como ejemplos de máxima negatividad: su instrucción es citada por Jesús tres veces como ejemplo de castigo ejemplar para quien se obstina en el pecado: Mt 10, 15; 11, 24; Lc 10, 12; 17, 29. Y si la ciudad ha dado nombre a una particular y específica práctica sexual, se puede intuir de qué pecado se trata. Y San Pablo dice muy claramente que los sodomitas -además de otras personas- no entraran en el Reino de los cielos.

Ma oggi abbiamo dei famosi gesuiti americani, inseriti chissà perché fra i consulenti della politica giornalistica del Vaticano, che mandano auguri ai loro amici LGBTQ per il Gay Pride locale (Clemente XIV, dove sei?!). Come potete vedere dalla fotografia qui sotto. Pero hoy tenemos algunos famosos jesuitas americanos, incluídos, quién sabe porqué como consultores de la política periodística vaticana, que mandan felicitaciones a sus amigos LGTB por el día del Orgullo Gay local (¿Clemente XIV, dónde estás?). Pueden ver las fotografías de abajo:

Sobre ofensas a la Iglesia, a la Virgen, religiosos y religiosas, que muy raramente faltan en esas manifestaciones gay, creo que no queda mucho por preguntarse.

Justamente nos llega esta noticia ocurrida en Peruggia: http://www.cristianitoday.it/gay-pride-perugia-si-preso-gioco-della-madonna-della-chiesa/
 

Entonces no hay que asombrarse de si los católicos, tal vez pocos, tal vez juzgados como poco dialogantes , o poco abiertos, son ciertamente más misericordiosos que otros, pues rezan por la calle sin miedo a dejarse ver rezando.

Entonces hay  que asombrarse si los católicos, tal vez pocos, tal vez juzgados como poco dialogantes, o poco abiertos (justo esto no), pero ciertamente más misericordiosos que otros que rezan por la calle, sin miedo a dejarse ver rezando.

Por otra parte si alguna persona blasfemaba en vuestra presencia podría rezarse para reparar la ofensa, sin pensar por esto ser mejores que cualquier otro; simplemente por reparar la ofensa hecha.
Entonces no tenemos que asombrarnos que los creyentes recen en público. Lo que asombra es que no lo hagan quienes deberían ser los profesionales de este deporte, sacerdotes y obispos, que para esto les pagan. Los laicos, finalmente, juegan sólo en una categoría amateur.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          
Marco Tosatti
Traducido por Como Vara de Almendro

About the author

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Marco Tosatti

Nació en Génova en 1947. Es periodista desde 1972 y ha cubierto muchos sectores: deporte, sucesos, política, sindical y enseñanza. Desde 1981 se ocupa de la información religiosa. Ha sido el vaticanista del Diario La Stampa desde 1981 hasta 2008. Ha escrito numerosos libros, sobre temas de religión e historia, en particular del Medio Oriente y sobre la cuestión armenia: "El Barón de Alepo" o "La verdadera historia de Mussa Dagh". Y también "Investigación sobre el Demonio", "Padre Pío y el Diablo", "Santos poseídos por el demonio", "Investigación sobre la Síndone" y otros. Con Don Gabriele Amorth ha escrito "Memorias de un exorcista". Actualmente es titular del blog "Stilum Curiae".
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