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FIELES O TRAIDORES. NO SE PUEDE SERVIR A DOS AMOS

El día 8 de enero, el cardenal Gerhard Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dijo en una entrevista televisada en vivo que «una corrección fraterna» al Papa Francisco con respecto a su exhortación apostólica Amoris Laetitia «no es posible en este momento» porque el documento no plantea «ningún peligro para la fe «.
El Cardenal Müller afirmó que los cardenales tenían «todo el derecho de escribir una carta al Papa», pero agregó que «se sorprendió de que esto se haya hecho público, casi obligando al Papa a decir «sí «o «no».
«No me gusta esto», dijo. «También una posible corrección fraterna del Papa me parece muy lejana; No es posible en este momento porque no es un peligro para la fe como dijo Santo Tomás de Aquino».
Con estas palabras, Müller no hace otra cosa que contradecir a los cuatro cardenales que escribieron al Papa, y al mismo tiempo, desaprueba a los cardenales y obispos que ya se han sumado a ellos, a sacerdotes y multitud de laicos, entre los cuales hay algunos eminentes teólogos como Spaemann que presentaron públicamente sus quejas de diversas formas  y están de acuerdo con las dubbia. De este modo desacredita la postura de todos ellos y trata de poner en tela de juicio que algo anda mal en la Exhortación, haciendo que siga promoviéndose todavía más el revuelo y la ambigüedad, cuando todos sabemos que si se presentaron las dubbia fue precisamente porque sí anda algo muy mal en este documento, en referencia, principalmente, con el tema de la comunión a los adúlteros.
Gracias a Dios, y por el contrario, monseñor Raymond Leo Burke, uno de los 4 cardenales que presentó a Francisco el documento de las dubbia, ha afirmado en una reciente entrevista a The Remnant , que Amoris Laetitia sí supone un peligro para la fe y que de todos modos se hará una corrección a Bergoglio.

Monseñor hacía las siguientes declaraciones: «Es claro que nosotros, al presentar la dubbia y hacer esas preguntas, creemos que si no se responden, existe un gran peligro de una   confusión continua en la Iglesia, que está llevando a las almas al error con respecto a las preguntas que tienen que ver con su propia salvación. Ciertamente, sin la aclaración de estas preguntas, hay un potencial de escándalo… «
Surge en mi mente una pregunta. ¿A quién tenemos como Prefecto para la Doctrina de la Fe? ¿Monseñor Müller piensa ciertamente que no hay peligro para esa fe de quién es precisamente el guardián por el cargo que ocupa? Recordemos que  La Congregación para la Doctrina de la Fe es un órgano colegiado de la Santa Sede cuya función es, custodiar la correcta doctrina católica en la Iglesia, definida según el Artículo 48 de la Constitución Apostólica sobre la Curia Romana Pastor bonus, promulgada por Juan Pablo II el 28 de junio de 1988. Esta Congregación es la sucesora de la antigua Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición. Por tanto me planteo, ¿No será el temor a perder su capelo cardenalicio lo que le hace hablar de este modo? Recuerdo en el primer Sínodo para la Familia, como él,  junto a otros 4 cardenales, presentaron un libro para atajar los errores concernientes precisamente a estos temas sobre la comunión a los divorciados vueltos a casar y que ahora parece haber olvidado. Resulta que ahora todo está bien y no hay peligro para la fe. ¿A qué está jugando entonces monseñor Müller?
No así al cardenal Burke, que en dicha entrevista a The Remmant, cuando se le pregunta sobre si teme perder su capelo cardenalicio asegura que conoce cuál es su deber y que no teme decir la verdad.  En cambio, dice temer estar ante Nuestro Señor en el Juicio Final y tener que decirle: «No, no Te defendí cuando estabas siendo atacado y la verdad que Tú enseñaste estaba siendo traicionada».
En este momento que estamos viviendo en la Iglesia, vienen a mi mente precisamente aquellas palabras de la aparición mariana de Akita, aparición, de otra parte, aprobada por la Iglesia:
«La obra del demonio se infiltrará de tal manera hasta dentro de la Iglesia que se verán cardenales contra cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneran serán despreciados y encontrarán oposición de sus compañeros….iglesias y altares saqueados; la Iglesia estará llena de aquellos que aceptan componendas y el demonio presionará a muchas sacerdotes y almas consagradas a dejar el servicio del Señor».
¿No es eso lo que estamos viendo hoy? ¿Qué debemos, como católicos, hacer en estos momentos? Recordemos las palabras del Evangelio:
«Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas».
Acabo con una última cita a la que hace referencia el cardenal Burke en la entrevista a The Remmant:
«Ahora están en juego dos verdades de fe: la que se refiere al sacramento del Matrimonio, y la que se refiere al sacramento de la Eucaristía, y si no se pone coto a la confusión actual, llegará un momento que habrá amplios sectores de fieles que no tengan la Fe Católica, como los que se encontró San Ambrosio cuando fue nombrado Arzobispo de Milán».
Por tanto, hermanos, es hora, como católicos, de tomar partido. Esperamos con impaciencia saber si esa corrección se ha hecho y la respuesta de Francisco a la misma. A partir de ese punto, veremos qué debemos hacer. Por supuesto, nuestro lema es ante todo, estar al servicio a Dios a través de la verdad. Verdad que, en este caso, estamos ciertos poseen los cardenales que junto al valiente Burke, presentaron las dubbia. Verdad que no es otra que la inmutable enseñada por nuestro Señor Jesucristo, y que nadie, así sea un ángel bajado del cielo nos va a poder cambiar.
Oremos insistentemente para que prevalezca dicha verdad y se haga la luz en todo este tenebroso asunto.
Montse Sanmartí

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